Más religión no implica necesariamente más y mejor educación.

A propósito del post de Bruno Moreno, hoy me ha parecido oportuno comentar nuevamente otro tema aparecido en su blog. También reconozco que en ocasiones yo no sé que decir y que contarles, pero entonces busco la política o busco temas de actualidad. No acostumbro a dirigirme a Atrio o a Redes Cristianas, más que unas pocas veces a la semana. Con todo lo que tengo no estoy como para ponerme a buscar noticias para comentarlas, tal vez si no fuese estudiante me sobraría el tiempo.

Sin embargo el post de Bruno da que pensar, y desde luego de doble filo como se titula el blog. En primer lugar más religión no implica necesariamente una mayor educación, puede que una religión transmita valores, pero también acostumbro a ver que en ocasiones esos valores como que fuerzan a algunos a lanzarse al insulto fácil, las mentiras y las demagogias, y a otros a actuar con la más dignísima de las coherencias, evitando ofender y actuando de tal forma que resulta dificilísimo reprocharles algo.

A mi por ejemplo me cuesta reprocharle algo a Bruno o a Carmen Bellver, son personas que expresan sus opiniones y evitan caer en los excesos, en los que yo me confieso caigo y espero que solo sean males de juventud. Son personas católicas y religiosas. Lo mismo opino de Juan Masiá o de Xavier Pikaza. Pero el ser muy religioso como digo, no implica tener los modales y educación que algunos bien debieran tener por los valores cristianos y católicos que les gusta presumir que tienen. Luis Fernando Pérez Bustamante no dudó ante un desliz mío, y ante su cobardía de no dar la cara por mi blog, ponerme a caer de un borro desde foros y blogs ajenos cuando hice un post crítico con el Camino Neocatecumenal y su forma tan a su suerte de apoyar a las familias misioneras. Puede que yo cometa mis deslices, y como repito no estoy exento de errores, ni mucho menos voy a presumir de ser persona educada. No es la primera vez que vengo observando tal falta de educación en la búsqueda de gente que me insulte o venga a insultarme.

En el episcopado habrá obispos que no gustará lo que dicen, pero al menos conocen el verdadero sentido del respeto. Los Cardenales Carlos Amigo y Lluis Martínez son arzobispos que dicen cosas que me gustan y que no me gustan, pero lo importante es que son personas muy educadas, lo mismo de Ricardo Blázquez. El caso de Cañizares, Gasco y Rouco ya es arena de otro costal, se creen que con eso de conocer la “verdad” eso les legitima para arrastrarla, arañarla y utilizarla como arma ofensiva. No los tengo por personas educadas, los dos primeros porque son de insulto fácil, por no decir que Cañizares miente como nadie, y el tercero porque lo maquina todo en la oscuridad, para su desgracia hasta las cosas buenas que tiene se le quedan en la oscuridad en la que perpetuamente opera. Las malas obras de Rouco son sobre todo recurrir a sus influencias para perjudicar, aislar o reducir a sus enemigos, y si a alguien hay que acusar de haber tantas vacantes episcopales es a él, que entorpece con sus influencias la labor del nuncio Monteiro. Ser religioso como digo no implica necesariamente ser educado o ser buena persona, esto último depende de nuestra voluntad personal y costumbre.

No creo que la religión deba sacarse de los colegios, pero si me muestro partidario que todos los chavales tenga una asignatura de el Hecho Religioso. Asignatura en la que se trate historia de las religiones, cuestiones religiosas ligadas a la filosofía o a la ciencia, etc. Pero si pienso que sería mejor que la religión pasase a ser asignatura evaluable y como extraescolar, que además puntúe en el currículo y subiendo la media por cursarla. Lo que propongo es que si actualmente los chavales dan 30 horas semanales, los que opten por religión sea un 30+2. Pero en ese 30 esté esa asignatura de Hecho Religioso. Pero como digo es mi opinión.

Eliminar la religión de los colegios no me parece lo mejor ni lo más idóneo. Pienso que tiene que estar en los mismos, y hasta creo que en los colegios públicos debiera ponerse una capillita para profesores y alumnos si esta es solicitada, sobre todo al ser el cristianismo la religión mayoritaria de los españoles. No creo que una capilla haga confesional un colegio o un instituto, la facultad de químicas de la UCM tiene una capilla y no por esto es menos laica o menos aconfesional la facultad que la de matemáticas que no tiene ninguna.

Acierta Bruno en su crítica al “plan maestro” ese de formar ciudadanos ideales. Ojalá existiese un modelo educativo que permitiese eso, los idealismos son imposibles. Y en no pocas ocasiones la labor de un profesor es estropeada por los padres o la labor de buenos profesores destruida por otros profesores, o bien por las amistades y malas influencias de algunas que reciben los alumnos.

Pero en una cosa Bruno se equivoca, es en usar el método de la comparación. No se puede dar a elegir a un chaval entre aprender a leer y no aprender, directamente tiene que aprender a leer porque nuestro idioma a parte de ser muy hablado está continuamente escrito, y respecto a las matemáticas son una herramienta importantísima en este mundo en los que negociamos y comerciamos. No es lo mismo comparar una herramienta importante y fundamental en la vida cotidiana con algo que es secundario en lo cotidiano pero que es únicamente importante en lo trascendente.

Si yo fuese padre, y si algún día tengo esa oportunidad seré de los que inculcaré la religión a mis hijos. No opino igual que algunos padres de no darles una formación religiosa. En fin, yo si se la daría y si luego de mayores no les gusta que se cambien. Si la religión es buena para mi, ¿por qué no va a serlo para mis hijos? Pues como digo, yo si se la enseñaría, y desde luego me complacerá darles una de las mejores cosas que tengo en mi vida como es mi Fe, aunque sea crítica en ocasiones no infrecuentes con la Iglesia pero más vale eso creo yo a nada.
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