En la residencia “Loyola House”, para cuidar la salud de jesuitas mayores que oran por el mundo, la Iglesia y la Compañía, el P. Adolfo Nicolás, ex-Superior General, recibió con satisfacción la buena nueva del viaje del Papa Francisco a Thailandia y Japón. La noticia llegó justamente cuando él revisaba　el texto de un coloquio-epílogo sobre la obra póstuma de K. Kadowaki (jesuita pionero de la inculturación e integrador de la espiritualidad Zen con la oración cristiana, bien conocido por su libro El Zen y la Biblia). Era el momento oportuno para rezar con Francisco por Japón y para rezar desde Japón por Francisco.

En ese marco surgieron estas conversaciones sobre evangelización; pero quedaron interrumpidas al acentuarse, a mediados de septiembre, la patología que afecta a su salud. Publicamos en el blog, con su permiso, las primeras entradas de la serie, confiando completarlas, Dios mediante, tras los mensajes de Francisco en Tokyo, Hiroshima y Nagasdaki.

Adolfo Nicolás (AN): Estamos acostumbrados a oírle a Francisco la estrofa preferida: “Recen por mí”. Que este coloquio sea de ida y vuelta: rezar con Francisco por Japón y rezar desde Japón por Francisco, apoyando su primavera evangelica.

Compañero jesuita (JM): Demasiado para un post y poco para un artículo completo.

AN: También lo fragmentario ayuda si hace pensar.

JM: Empecemos por el viaje, se realiza un sueño del joven Bergoglio, que se ofreció, en su dia para la misión, pero no se lo concedieron por problemas de salud. Ahora viene a evangelizar tras las huellas de Javier.

AN: A evangelizar, sí, y también a que Occidente se deje evangelizar. “Salió el sembrador a sembrar y… se encontró que ya estaba brotando el trigo”. Es que el Espíritu había sembrado antes. Lo decían nuestros compañeros asiáticos y lo dice nuestro compañero, el P.Codina, a proposito de Amazonia…

JM: Javier vino tras las huellas del Espíritu.

AN: Francisco vendrá tras las mismas huellas de Javier, pero con un bagaje y estilo distinto del de la época de Javier. Yo tomé parte en el Sínodo sobre la Nueva Evangelización, pero no vi que saliesen a primer plano los errores de la evangelización antigua. Javier traía la teología de su tiempo que pensaba que “fuera de la iglesia no hay salvación” y que los llamados “paganos se precipitaban en masa en los infiernos”. Hoy, después del Vaticano II, ya no se va a la misión como colonización y proselitismo, ni se captan conversiones con amenazas de castigo eterno. Francisco vendrá ciertamente tras las huellas de Javier, pero no verá a las otras religiones como si fueran el enemigo o la competencia, sino como compañeras de viaje para darnos vida mutuamente con el gozo del evangelio y la alegría del amor: Evangelii gaudium, Amoris laetitia, y para proteger toda vida: Laudato si.

JM: Proteger toda vida es el lema oficial de la visita de Francisco a Japón, que recoge temas centrales de esas exhortaciones tan bien acogidas por los obispos japoneses que, cuando apelan por la paz, la vida y la justicia, o por la abolición de la pena de muerte, o por la supresión de las armas nucleares, o contra la destrucción del medio ambiente y la economía del descarte, lo hacen sumándose a movimientos semejantes desde dentro de otras religiones y en unión con ellas.

AN: Eso vale especialmente para la cooperación con el budismo, con el que coincidimos y compartimos cuatro grandes temas que son muy entrañables para Francisco: la contemplación, la misericordia, el discernimiento y la justa protección de toda vida

JM: Esto nos da muchisima materia para los posts siguientes. Continuaremos preparando la venida de Francisco con estas conversaciones mientras rezamos con el por Japon y por el desde Japon.