Turbulencias en el viaje de los obispos chilenos a Roma Abusos sexuales de la Iglesia chilena aborda el papa Francisco con Comité Permanente del Episcopado
El diálogo versó entre otras cosas sobre los abusos en Chile, tema pendiente desde 2018 cuando fueron todos los obispos a presentar su renuncia al Papa. Ahora, el presidente del Episcopado René Rebolledo dijo que se han sentido "muy escuchados y nos han animado a seguir adelante en el camino recorrido".
Además actualizamos esta nota, pues versiones de prensa del reciente Informe de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores del Vaticano indican que en este se señala que en los últimos años la Iglesia chilena ha enfrentado una grave crisis y que encomendó "desarrollar un plan estratégico actualizado en 2024".
| Aníbal Pastor N. periodista, Chile.
Los obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal concretaron la audiencia privada que habían solicitado con el Papa Francisco en el Vaticano, el 31 de octubre último. Fueron a informar todo lo hecho en materia de prevención de abusos sexuales según adelantaron en comunicado previo, algo que algunos entendieron como un posible hito para dar vuelta la página. Nada de eso ocurrió.
Porque los obispos todavía iban volando sobre el Atlántico cuando les cayó como un rayo versiones sobre el informe de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores del Vaticano que generaba sus propias turbulencias. Al aterrizar, un balde agua fría adicional les esperaba: el informe de Shoentastt titulado "Purificación de la Memoria 1965-2024", que documenta casi seis décadas de abusos y expone la responsabilidad de esa institución en 28 casos de víctimas de agresión sexual, incluido un arzobispo de su carisma.
Cuando cruzaron la Plaza de San Pedro e ingresaron al Palacio para la audiencia privada con el Papa, los obispos chilenos fueron recibidos por solo 45 minutos, equivalente a lo que dura un tiempo de un partido de fútbol.
A la audiencia asistieron, con sus protocolares sotanas negras, el Arzobispo de La Serena, René Rebolledo, presidente del Comité Permanente; el Arzobispo de Antofagasta, Ignacio Ducasse, vicepresidente; el Arzobispo de Santiago, Fernando Chomali; el Obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González; y el Arzobispo de Concepción, Sergio Pérez de Arce, actual secretario general del Episcopado, único que no era obispo cuando todos los prelado de Chile viajaron a Roma a presentar su renuncia, en 2018.
Naturalmente, en el diálogo la situación del país era un punto a abordar. Simpre se hace. Pero, en el contexto eclesial e histórico, el principal era el de la crisis de los abusos. De hecho, ni visitas ad limina han tenido lugar. La última fue en 2017 y la directiva episcopal se había reunido con el Papa Francisco en 2019.
Al respecto, el presidente del Episcopado, René Rebolledo, declaró que se habían sentido "muy escuchados y nos han animado a seguir adelante en el camino recorrido". Y explicó: "Nos aprestamos a retornar al país, habiendo experimentado un acontecimiento extraordinario de comunión con el Papa y los organismos de la Santa Sede, de quienes hemos recibido orientaciones valiosas para nuestro ministerio episcopal. Sin duda que la crisis de los abusos ha estado presente en todas las instancias, reconociéndose los avances realizados, gracias al compromiso de muchas personas, entre otras, las que sirven en el Consejo Nacional de Prevención. Proseguiremos atentos a los desafíos que se presenten en estos delicados temas”.
El portal iglesia.cl informa que el arzobispo Sergio Pérez de Arce, señaló que conversaron con el Papa lo vivido en esto años "luego de la crisis eclesial que se manifestó con fuerza en el año 2018: el proceso de discernimiento eclesial y cómo hemos ido revisando el ámbito de nuestras relaciones al interior de la Iglesia y la búsqueda de estructuras más sinodales, para afrontar la crisis. Estos encuentros tienen sobre todo un carácter simbólico, de expresar la comunión con el Papa, pero también de dar cuenta, de compartir lo vivido”.
Además, el secretario general del Episcopado explicó que se conversó sobre la situación del país y la prevención de abusos, entre otros temas: “Hemos hecho un camino en la prevención de abusos y es bueno que se conozca. Por otra parte, tenemos una misión en el Chile de hoy, con sus particularidades culturales, sociales y políticas, y compartimos con el Papa cómo estamos abordando los desafíos de esta misión, pues queremos ser una Iglesia presente en medio de esta realidad, que aporta su voz, su visión”.
Esta reunión tuvo de trasfondo dos informes relevantes.
Por un lado el mismo informe de Schoenstatt que aborda las heridas profundas que los abusos han dejado en las víctimas. "Las agresiones sexuales contra niños, niñas y adolescentes generan un trauma de carácter psicológico, neuronal y cognitivo", se lee en el documento. Este reconocimiento marca un hito, pues aborda la responsabilidad institucional y no solo individual en estos crímenes.
Y en segundo lugar, el reciente Informe de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores del Vaticano que algunas versiones de prensa hablan de que en los últimos años la Iglesia chilena ha enfrentado una grave crisis y que por ello encomendó "desarrollar un plan estratégico actualizado en 2024" para toda la iglesia de este país. Esto, tan así no es.
Luego de revisar el documento de la Pontificia Comisión "Tutela Minorium", podemos señalar con fidelidad que lo que el Informe señala es una referencia a Caritas Chile, en un capítulo sobre organismos eclesiales que actúan en sociedad, y a partir de allí la versión que circula extrapola como si el informe incorporara la situación de Chile.
Es más, en en la sección I, que es la más larga, se puede revisar todas las iglesias locales estudiadas y en ellas, no está Chile, porque son iglesias que en el 2023 hicieron visitas ad limina y de otro tipo.
Luego en la sección IV de dicho informe está lo referido a Caritas, donde en la parte referido a los desafíos, indica: "La Comisión observa que en los últimos años, la Iglesia chilena ha enfrentado una grave crisis con respecto a numerosos casos de abuso sexual, abuso de conciencia y abuso de poder cometidos dentro de la Iglesia, especialmente por personas consagradas. Esta crisis ha repercutido en Cáritas Chile, la Iglesia en Chile y la sociedad chilena" (el subrayado es nuestro).
Por ello, añade "La Comisión observa los desafíos actuales para acompañar los esfuerzos de los equipos de salvaguardia de Cáritas diocesanas. Estos equipos deben desarrollar sistemas de salvaguardia que respondan a los estándares mínimos establecidos por Caritas Internationalis, el Derecho Canónico y las directrices de salvaguardia aplicables". Mas nunca habla "plan de desarrollo estratégico".