Es imposible pasar por la vida sin tener algún achaque de salud; sin que alguien a quien amábamos fallezca; sin que un amigo nos decepcione; sin que una relación se rompa; sin que un trabajo nos salga mal; sin que una ilusión se difumine; sin que en un momento determinado una circunstancia nos desborde y digamos ¡no puedo más!



Sin pasado somos cual desmemoriados que vagan extraviados. Pero no podemos dejar que el pasado nos ate.



Te propongo algunas recomendaciones para que ni te ancles en el pasado ni te olvides de él.



- Practica la memoria selectiva con lo que has dejado atrás. Si te empeñas en darle vueltas a los rencores a quien más daño haces es a ti mismo.



- Supera rencores, envidias, burlas, zancadillas o desdenes. Y, si eres creyente, ora así: “no me dejes caer en la tentación” de responder con la misma moneda.



-Crece aceptando la realidad, con aplomo para mirarla de frente y con la voluntad de trabajar para mejorarla.



- Create metas ambiciosas pero realistas; trabaja por ellas con ahínco y respeta, en el camino que te lleve a la meta, unos principios éticos inviolables.



- Pasa por la vida asimilando experiencias, sembrando esperanzas, echando raíces y dejando huellas. Y huellas positivas.



- Aprende a estar a las duras y a las maduras. Presto para afrontar el invierno, aunque pierdas las hojas, y para buscar las flores en primavera, aun sabiendo que algunas pueden tener espinas.



- Si estás dispuesto a dar sin recibir y a darle a la vida más de lo que recibes acabarás descubriendo que el que ayuda recibe más que el que es ayudado.



PROPUESTA



Pilar: Selecciona una sola de esas recomendaciones. Sólo una, para que así no te disperses. La que sea más importante para ti. Y ¡aplícala! Es mi deseo en tu cumpleaños