Excavando en el antiguo barrio cristiano se podrían encontrar restos de la correspondencia entre la comunidad de cristianos de Lyon y las de Asia y Frigia Ireneo y los secretos cristianos arqueológicos de Lyon

Existe una relación directa entre Jesucristo, el apóstol Juan, Policarpo e Ireneo, entre Jesucristo e Ireneo solo median dos hombres. Es una relación única en el cristianismo y permite seguir la fiabilidad de las enseñanzas de Jesús.

En el siglo I el apóstol Juan fue el último garante de que las versiones de los Evangelios que circulaban eran correctas. En el siglo II, en buena medida ese papel lo hicieron Policarpo e Ireneo.

Ireneo publicó mucho pero nos han llegado poco de sus escritos. Había una intensa correspondencia entre la comunidad de cristianos de Lyon y las de Asia y Frigia.

Afortunadamente Lyon es una ciudad que ha sufrido pocos desastres a lo largo de la historia en comparación con otras, y es previsible que excavando en el antiguo barrio cristiano se encuentren restos de esa correspondencia.

Correspondencia que presuntamente mostraría el resto de los escritos de Ireneo, además de las cartas entre comunidades. Quizás bajo los parques del antiguo barrio cristiano se encuentren tesoros que permitan ofrecer luz sobre los sucesos que acontecieron.

La concurrencia de una comunidad protestante, una comunidad católica y un fuerte estado laico francés garantizan la neutralidad de las excavaciones.

¿Por qué neutralidad de las excavaciones?

Los apóstoles tardaron tres años en ser evangelizados, lo mismo que Pablo. Los primeros cristianos hacían un catecumenado de tres años antes de ser miembros plenos de la comunidad.

Pero el papa Pío I (140 -155 dC) decidió que los judíos convertidos al cristianismo se bautizaran el día de la Pascua de Resurrección, lo que podía ocasionar que su tiempo de espera fuera de hasta casi cuatro años, creándose una discriminación. Es más, cambió la fecha de celebración de la Pascua.

Eso hizo que el viejo Policarpo se desplazara a Roma para velar por la continuidad de la fecha de la celebración de la Pascua que él mismo había visto observar a varios apóstoles. Aunque (sic) no sabemos que dijera nada respecto a los judeo conversos.

Décadas después Ireneo tuvo que parar los pies al papa Víctor por el mismo asunto, había amenazas de excomuniones para muchos cristianos orientales. Sorprendentemente no es sino hasta el año pasado, 2022, que Ireneo ha sido declarado Doctor de la Iglesia por el papa Francisco.

Pues bien, Ireneo al final de su vidavería horrorizado que se iba a perder esa línea directa Jesucristo, el apóstol Juan, Policarpo y él mismo, e imagino que escribiría a las comunidades occidentales y orientales advirtiéndoles del peligro de cisma¡por una fecha de celebración!.

Imagino también que buscaría uno o varios confidentes para que esa línea directa no se rompiera. En este punto no tenemos constancia de ningún sucesor de Ireneo, al menos no de ninguno que influyera en Roma.

De hecho hasta la llegada del papa Sixto II, oriental, seis décadas después de Ireneo, no se ven fuertes gestos de acercamiento entre las iglesias ocidentales y orientales.

Noticias sobre estas cosas se podrían encontrar en las excavaciones del barrio cristiano de Lyon. Merece la pena hacer esas excavaciones.

Es curiosa la cercanía geográfica de Lyon con el pueblo francés de Chambon sur Lignon. Esta localidad francesa, y la holandesa de Nieuwlande, son las únicas dos de toda Europa en las que literalmente todos sus habitantes acogieron y dieron refugio a gente perseguida durante los totalitarismos de la segunda guerra mundial.

Localidades protestantes bendecidas por Dios. Diríase que el mapa cristiano espiritual de Francia mira al sureste del país.

Volviendo a Lyon ¡cuántas cosas podríamos aprender de Ireneo y de los tesoros cristianos arqueológicos de Lyon!

Quizás el bueno de Ireneo sólo está esperando desde hace siglos que alguien retome esa línea directa, descubriendo su legado.