Se le rezaba en tiempos de epidemias, especialmente en la peste del siglo XVII Se descubre que el crucifijo de Legnaia es obra de Donatello
Esta imagen devocional del célebre maestro del Renacimiento italiano se encuentra en una iglesia de la provincia de Florencia
Desde hace siglos se ha utilizado en las procesiones y se le ha rezado contra epidemias como la peste del XVII
Donatello fue el genio que esculpió la belleza de David
Donatello fue el genio que esculpió la belleza de David
Gracias a una restauración de la obra, se ha descubierto recientemente que el crucifijo de Legnaia es obra de Donato di Niccolò di Betto Bardi, el artista conocido como Donatello. Esta imagen devocional del célebre maestro del Renacimiento italiano se encuentra en iglesia de San Ángel Legnaia, en la provincia de Florencia, donde desde hace siglos se ha utilizado en las procesiones.
Según relata Vatican News, tras la restauración acometida (que empezó en 2014 y ha sido financiada con fondos públicos y por la Superintendencia Especial del Centro de Museos de Florencia), se ha confirmado "la intuición del historiador del arte Gianluca Amato". Quien en su tesis doctoral apuntó que ese humilde crucifijo se trataba de una obra tardía del gran Donatello. "Temíamos que nos la quitaran y la exhibieran en un museo", ha confesado el párroco de San Ángel Legnaia, agradeciendo que el crucifijo haya vuelto a su lugar tras el descubrimiento.
Rastreando la historia, se constata que ya en la peste del siglo XVII se rezó a esta representación del crucificado, pidiendo el cese de la epidemia. Asimismo, el párroco de Legnaia ha confirmado que la obra continúa siendo "un punto de referencia en los momentos de prueba" y "calamidades", como la actual alarma social ante la propagación mundial del coronavirus.
"Temíamos que nos la quitaran y la exhibieran en un museo", ha confesado el párroco de San Ángel Legnaia, agradeciendo que el crucifijo haya vuelto a su lugar tras el descubrimiento de la autoría
La restauración
Lo que la restauración, que ha incluido una investigación radiográfica digital, ha descubierto o, mejor dicho, ha vuelto a poner en valor sobre esta obra de Donatello es su increíble ligereza, adecuada al uso procesional de la talla. De madera de álamo con una cruz que no es original, se cree que el crucificado perteneció a la Compañía de San Agustín antes de terminar en la parroquia de San Ángel Legnaia.
"Si hoy no es posible llevarlo en procesión por razones de seguridad, hemos difundido a todos los feligreses imágenes de esta obra maestra", ha explicado el párroco, pretendiendo que el crucificado, como en otras épocas, interceda frente a la epidemia actual.
Tras un exhaustivo estudio y restauración en la que se eliminaron 5 repolicromados que habían alterado el volumen y facciones de la talla, atribuyen a Donatello la autoría de un crucifijo de la iglesia de Sant'Angelo a Legnaia (Italia)https://t.co/RQAB6N7tKvpic.twitter.com/wUnLZLp62E
— Restaurando (@restaur_accion) March 6, 2020
Donatello, el genio que esculpió la belleza de David
Surgido como una impresionante revolución tras el dominio del arte gótico, el arte del Renacimiento italiano tuvo a la cabeza a pioneros de la escultura y arquitectura como Brunelleschi. Donatello, como muchos de los otros genios de esa época ineludible de la Historia del Arte, fue poco a poco abandonando la solidez de las figuras que creaba, en favor de una ingravidez y una belleza que recuperaron el estilo de la Antigüedad clásica.
San Marcos, San Juan Evangelista, Abraham, Jeremías... y por supuesto David, fueron algunos de los personajes bíblicos que Donatello representó, otorgándoles una difícil y por tanto valiosa plasticidad. Vasari escribió del San Jorge de Donatello destacando "el maravilloso gesto de moverse dentro de aquella piedra".
Pero tal vez la obra de Donatello que mejor representa su manejo de la técnica escultórica para transmitir belleza sea la Cantoría. Resuelta con el decorado de una serie de bailarines en bajorrelieve, esta obra expresa alegría, elegancia y una armonía atemporal.
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