(Archimadrid).- El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha inaugurado este martes, 11 de mayo, los encuentros sobre Fratelli tutti organizados por el Aula Veritatis Splendor del Secretariado de Pastoral Universitaria en la Fundación Pablo VI. Durante el acto, que se ha desarrollado con las medidas de seguridad requeridas y que ha sido retransmitido también en streaming, el edil ha puesto en valor la necesidad de una política hecha para el bien común, no cortoplacista ni electoralista, y que prime a la persona independientemente de sus ideas o creencias.
«Es bastante más lo que nos une que lo que nos separa», ha defendido Martínez-Almeida, y se ha referido en varias ocasiones a la firma de los Acuerdos de la Villa tras el pleno del Ayuntamiento del 17 de abril de 2020, que supusieron un antes y un después. «Evidentemente hay discrepancias, pero de los plenos de antes de la pandemia a los que hay ahora puedo asegurar que hay una distancia sideral». El cambio vino porque «desde ese momento nos reconocimos como personas», siendo conscientes de que «seremos diferentes, pero necesitamos llegar a acuerdos».
Con la pandemia, ha contado el alcalde, se empezaron a reunir los portavoces de los grupos municipales todas las semanas, y esto «sentó las bases de una confianza». Desde el Gobierno local les trasladaban lo que estaba pasado y qué estaban haciendo, y desde la oposición los apoyaban en lo que había que gestionar y también criticaban algunas decisiones. Se «generó lealtad en ambas direcciones». Para los acuerdos, que supusieron la adopción de 352 medidas por unanimidad, «la clave es que nos sentamos durante un mes, mañana y tarde; o humanamente valoras a la persona que está sentada enfrente...».
Así se llegó a aquel pleno de abril en el que Rita Maestre, la portavoz de Más Madrid, «dijo una frase que retumbó en toda España: “Yo sé que ustedes están tratando de hacerlo lo mejor posible”. Cuando alguien te hace ese reconocimiento desde el punto de vista humano, dice que la política puede ser más alta de lo que la sociedad distingue». «Nos reconocimos todos como seres humanos que lo único que queríamos era que esa pesadilla pasara lo antes posible, y que los madrileños fueran conscientes de que queríamos estar a la altura de las circunstancias» y de «los sacrificios que les habíamos exigido».
En este sentido, y volviendo a la actualidad y al alto «nivel de crispación» que se ha visto en la reciente campaña electoral de Madrid, Martínez-Almeida ha evidenciado que él no ha percibido en la calle semejante división: «Solo recuperaremos [los políticos] la confianza de la sociedad cuando seamos capaces de parecernos a la calle, y no que la calle se parezca a nosotros». «Es posible otra forma de hacer política».
Servir al interés general
Todo esto le ha llevado al alcalde a destacar lo que para él es el gran acierto de Fratelli tutti, sobre todo por el momento en que se publicó, en plena pandemia: la propuesta del Papa de «salir de nuestros círculos de confianza» para preocuparse por los demás. Y así es como él entiende la política, como «el camino más corto para servir al interés general» que implica, entre otros, un auténtico ejercicio de la libertad. A ella también se refiere Francisco en el documento y en opinión del alcalde consiste en «tomar una decisión que te perjudica», por ejemplo electoralmente, pero beneficia a la sociedad o al revés, «a ti te beneficia pero perjudica a la sociedad».
«Lo primero que tienes es que asumir es que tú estás en política para tomar decisiones que beneficien al conjunto de la sociedad», ha sentenciado. «No sé si esto es amor», ese al que se refiere el Papa en la encíclica cuando dice que «el amor es el motor de la política», pero en opinión del alcalde sí responde a la vocación de la política. Aunque también ha bromeado con que «dada mi vida personal, no sé si soy el mejor ejemplo para hablar del amor».
«Cuando uno es alcalde tiene que entender que no gobierna únicamente para los que le han votado sino para el conjunto de los madrileños», ha expresado, lo que conlleva renuncias para llegar a acuerdos, que se producen en el Ayuntamiento, según el alcalde, en un número que sorprendería a muchos. Igualmente, y ante la advertencia de Francisco de no mirar a corto plazo en la política, ha remarcado que cuando uno «se dedica exclusivamente a ganar las próximas elecciones» pierde de vista «la vocación de interés general», y por tanto tener «la capacidad con tu política de trascender el ciclo electoral».
Unas miras a futuro que pasan también por la atención a los más vulnerables, otro de los grandes bloques del documento pontificio. Hay algo que al regidor le «gusta especialmente», que es cuando «el Papa subraya la importancia de que se les generen las ayudas que son necesarias, pero también dice que la dignidad que ellos merecen se traduce en que seamos capaces de encontrarles empleo porque es la forma en que se pueden realizar personal y profesionalmente».
El futuro exige, además, la atención a los migrantes, que suponen medio millón de los 3,3 millones de habitantes que hay en la ciudad. «En Madrid no tenemos un problema de integración de los inmigrantes, sino que han venido a ayudar, a construir y a colaborar», ha asegurado Martínez-Almeida, pero es vital la «acogida» para que se dé «la posibilidad de que ellos puedan verse reconocidos en una sociedad nueva».
Jóvenes a la vanguardia
Ante un auditorio de jóvenes estudiantes, el alcalde les ha recordado que él, que nunca ha negado su condición de católico practicante –de hecho, ha asegurado, siempre se ha mostrado «orgulloso» de ello en público–, prefiere eso de «al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Sin perjuicio de las convicciones de cada uno, «que marcan nuestra forma de actuar», «no soy partidario de que los partidos políticos se arroguen la representación del electorado». Y a estos mismos jóvenes les ha animado a «estar a la vanguardia de la sociedad, porque el futuro a quien os pertenece es a vosotros».
Ante las imágenes del pasado fin de semana tras el fin del Estado de alarma, y aunque «la mayoría de los jóvenes yo creo que no están en esa clave», sí ha indicado que «sería muy razonable que los propios jóvenes liderarais que no se produjeran esas escenas».
El acto ha concluido con una matización del alcalde a la presentación de su persona hecha al comienzo, «a mí no me gusta el fútbol, a mí me gusta el Atleti; no es lo mismo, las cosas son así», y con la entrega de un icono de la Virgen de la Almudena por parte de Andrés Ramos, director del Secretariado de Pastoral Universitaria. «Esta es una de las tradiciones más bonitas que puede tener un alcalde de Madrid, que es renovar el Voto de la Villa a la Almudena», ha agradecido Martínez-Almeida.