LUZ ES MI CRUZ
En la noche que habita diluida
en un rincón secreto de mi entraña
y en la apariencia que me desengaña
ocultándome el ser en despedida
que es el vivir para perder la vida
y andar por esta senda tan extraña,
acércame, Señor, la travesaña
de tu cruz, que me ofreces compartida.
Permíteme que apoye mi cabeza
en el leño de amor que me libera,
y al derramar ahí mi pensamiento
descanse para siempre en la certeza
de que soy luz de Dios en tu ribera
con el velero que se lleva el viento.
Pedro Miguel Lamet