La consolidación de las unidades pastorales en Tarragona, un camino para "acercar el arte cristiano a todos" Joan Planellas: "La Biblia es el gran código de la cultura universal"

El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, visitó este pasado domingo una de las iglesias más pequeñas del arciprestazgo del Alt Camp, en el interior de la demarcación. Lo hizo en el marco de un inicio de curso en el que en la Iglesia tarraconense se han consolidado las unidades pastoral, que según el arzobispado, deben representar “una oportunidad para las parroquias del ámbito rural para vincular con otros y garantizar, por ejemplo, la catequesis“.

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Sin embargo, la visita de Planellas no sólo sirvió para “continuar encendiendo la antorcha de la fe” y, de este modo, cargar las energías evangelizadoras, tal y como seguirá haciendo la próxima semana el prelado en otro arciprestazgo, el del Tarragonès, sino también para remarcar la necesidad de “continuar manteniendo y conservando en buen estado todos los templos”, en palabras del prelado, a pesar del bajón de feligreses en estos ambientes.

“Que el arzobispo Planellas se interese por promover el patrimonio de nuestra arquitectura rural, olvidada en algunos momentos de la historia, es un valor añadido a su labor como pastor de nuestra iglesia”, reconoció Maria Padreny, vinculada en la Iglesia desde hace algunas décadas y una de las personas que acompañó, entre una muchedumbre de paraguas a causa de la insistente lluvia, un Planellas que “sabe integrarse entre las comunidades que visita mostrando gran curiosidad por el rico legado que nos dan nuestras iglesias“, como señalaba después otro testimonio cercano al arzobispo.

"Nuestro patrimonio cultural hace pensar"

Quien fue profesor y decano de la Facultad de Teología de Cataluña (ya integrada en el Ateneo Universitario Sant Pacià de Barcelona) desplegó, en un coloquio celebrado posteriormente en los actos eucarísticos, una reflexión sobre el “diálogo cultural” que pueda acercar los ambientes más secularizados de la sociedad al patrimonio artístico de la Iglesia, con un trasfondo más profundo.

"Estos elementos -subrayó el arzobispo- nos llevan más allá de las simples formas estéticas, es decir, a mirarlos con los ojos interiores". Un ejercicio similar al que hacía el expresionista alemán Emil Nolde (1867-1956), que, parafraseado por el prelado nacido en Girona en 1955, pintaba cuadros invisibles porque "lo importante es lo que no se ve". “Porque el arte, y sobre todo si es cristiano, nos eleva el corazón, nos transporta hasta lo que no se ve, es decir, al trascendente, al misterio que nos ocupa”, aseguró el arzobispo en referencia a un arte que saca su jugo de la Biblia, "el gran código de la cultura universal" según Planellas.

“Por eso, la Biblia —que también enseña la vía pulchritudinis, es decir, el camino de la belleza para comprender y llegar a Dios— no sólo es necesaria para el creyente, sino para todos, para descubrir de nuevo los significados auténticos de las diversas expresiones culturales, y para reencontrar nuestra identidad histórica, civil, humana y espiritual”, sentenció Joan Planellas.