Bernardito Aúza presidió los 25 años de la erección de la diócesis de Barbastro-Monzón Nunciatura reitera que la orden para devolver los bienes de la franja a Aragón "sigue vigente"
"La Santa Sede está atenta a los trámites de las Autoridades que intervienen en el caso", afirma la embajada papal en un comunicado
Hace un cuarto de siglo, la Santa Sede decretaba la erección de la diócesis de Barbastro-Monzón, por la que 111 parroquias de los arciprestazgos de Ribagorza Occidental, Ribagorza Oriental y Cinca Medio (posteriormente los de Litera y Bajo Cinca), salían de la diócesis de Lérida para incorporarse a la de Barbastro. 111 parroquias con sus respectivos bienes, entre ellos piezas de valor incalculable, joyas del Románico pirenaico... o no.
A lo largo de 25 años, las dos diócesis han mantenido un litigio, tanto en los tribunales eclesiásticos como en los civiles, que podría finalizar, por fin, después del último fallo del Tribunal Supremo, que otorga al juzgado de Barbastro la competencia para dilucidar los recursos contra la devolución inmediata de los bienes -actualmente acogidos en el Museu de Lleida- a sus parroquias originales. Un conflicto que sobrepasó el ámbito diocesano, y puso en disputa a los Gobiernos de Aragón y Catalunya.
La celebración de los 25 años de la diócesis, ayer, estuvo marcada por las recientes notificaciones judiciales. Junto al obispo, Ángel Pérez Pueyo, se encontraba el Nuncio de Su Santidad, Bernardito Aúza, quien prefirió no hacer declaraciones al respecto.
Comunicado de Nunciatura
No obstante, y en un gesto poco habitual -no es muy frecuente que la representación papal en España dé noticias-, la Nunciatura envió a los periodistas acreditados al evento un comunicado, en el que reitera que su decreto para devolución de los bienes a Barbastro – Monzón “sigue en vigor”.
En concreto, Nunciatura recordaba cómo "el 8 de septiembre de 2005, la Santa Sede emitió el “DECRETO POR EL QUE SE LLEVA A TÉRMINO LA DIVISIÓN DE LOS BIENES ARTÍSTICOS ENTRE LAS DIÓCESIS DE LÉRIDA Y BARBASTRO-MONZÓN”, con términos establecidos según los criterios canónicos universales en los casos de la redefinición de los límites jurisdiccionales diocesanos. El Decreto sigue estando en vigor".
"La Santa Sede está atenta a los trámites de las Autoridades que intervienen en el caso", concluye la nota de Nunciatura. En su homilía, Aúza subrayó que una diócesis es una comunidad en la que pastor y fieles están llamados a la santidad y el compromiso evangelizador, al tiempo que transmitió la bendición apostólica del Papa a todos los diocesanos y, en especial, a cuantos sufren y necesitan el auxilio divino y el consuelo de la comunidad cristiana.
Por su parte, el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, agradeció la presencia del Nuncio y ha recordado que “todos somos una gran y única familia, en la que cada uno de nosotros tenemos que servir para que nadie se pierda”. Acompañado de los obispos de Jaca y Huesca, Julián Ruiz, de Teruel y Albarracín, Antonio Gómez Cantero, y de Lérida, Salvador Giménez, el prelado ha afirmado que “hoy es un día grande porque las cosas se hacen en pequeños signos y detalles y nos llena de satisfacción que el Santo Padre, a través del Nuncio, haya escuchado hoy cómo se puede evangelizar a través de los mejores activos: las personas”.