En su felicitación para esta Navidad, el cardenal Carlos Osoro recuerda que, si estos días hay «cánticos y luces», es porque «celebramos el nacimiento de Dios».
En Belén, subraya el arzobispo de Madrid, «Dios toma rostro humano». «Jesús viene a abrazarte, a escucharte, a enseñarte a amar, a salvarte. Nos regala su vida, nos alienta a abrir el corazón a todos los hombres y a sentir pasión por seguir diciendo en este mundo: "¿Qué quieres que haga por ti?"», asevera.
Como es tradicional, el purpurado presidirá estos días las principales celebraciones de Navidad en la catedral de Santa María la Real de la Almudena.