"Cumple tres grandes requisitos para la gran labor que le viene encima: joven, catalán y diplomático" Tivissa celebra el nombramiento de su vecino, Josep Lluís Serrano, como obispo coadjutor de Urgell

Josep Lluís Serrano, rezando en la iglesia de Tivissa
Josep Lluís Serrano, rezando en la iglesia de Tivissa Flama

“No esperábamos menos de ti”, decían al obispo electo algunas vecinas al verle volver al pueblo para pasar unos días de vacaciones y pisar el presbiterio de la parroquia de Santiago para concelebrar, el pasado domingo, la eucaristía

“Es sencillo, cercano y siempre saluda a todo el mundo”, destacaba la mujer sobre un vecino que, “cuando alguien de nosotros ha ido a Roma, opta por acompañarle y hacerle más placentera su visita”

(Agencia Flama).- En Tivissa, en la Ribera d'Ebre, son pocos los vecinos que desde el pasado viernes no hablan de otra cosa que no sea el nombramiento como obispo coadjutor de Urgell de uno de sus 1.635 habitantes, Josep Lluís Serrano, nacido hace 47 años en este municipio situado entre el mar Mediterráneo y las Sierras de Mestral. Este lunes, además, muchos de los que se paseaban por la calle de Sol Ponent, donde Serrrano reside con su madre Pepita, lo hacían, ataviados con algún objeto para disipar mejor el calor veraniego, pudiendo felicitarle personalmente .

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“No esperábamos menos de ti”, decían al obispo electo algunas vecinas al verle volver al pueblo para pasar unos días de vacaciones y pisar el presbiterio de la parroquia de Sant Jaume para concelebrar, el pasado domingo, la eucaristía junto al sacerdote Rubén García. “Una vez terminada la celebración, con una buena representación familiar presente de Serrano, el coro parroquial le emocionó dedicándole una canción con mucha felicidad”, señalaba, horas después de la celebración, Teresa Saladié, nacida en esta población en principios de la década de 1940 y conocedora como pocos de la personalidad del futuro sucesor del arzobispo Joan-Enric Vives. “Es sencillo, cercano y siempre saluda a todo el mundo”, destacaba la mujer sobre un vecino que, “cuando alguien de nosotros ha ido a Roma, opta por acompañarle y hacerle más placentera su visita”.

Josep Lluís Serrano es, estos días, el vecino más buscado y felicitado de Tivissa, donde nació. | 'Flama'

El hijo de Jaume Serrano y Pepita Pentinat, viuda desde hace algunos años, ha tenido en esta población el calor que siempre ha necesitado, al margen del lugar del mundo donde ha tenido que estar a lo largo de su trayectoria eclesial, enviado por la Santa Sede. Lo ha recibido desde que nació por parte de matrimonios como el de Jaume Asenjo y Maria Rosa Bladé, quienes, al empezar su relación, en 1977, “hicieron prácticas” para ser futuros padres con un Josep-Lluís de pocas semanas de vida. Pero el padre espiritual de quien será la máxima representación de la Iglesia de Urgell y del Principado de Andorra fue Josep Maria Subirats, el párroco de Tivissa que rápidamente vio en él una vocación especial para servir a la Iglesia católica.

Joven, catalán y diplomático

"Cumple tres grandes requisitos para la gran labor que le espera: joven, catalán y diplomático", coincidían en decir Asenjo y Bladé. "Tiene los requisitos que se reclaman para ser obispo en Urgell", añadían refiriéndose a un espacio diocesano que comparte, pese a su responsabilidad política en el Pirineo, unas características geográficas con la diócesis de Tortosa difícilmente localizables en otros lugares catalanes. La relación con espacios poco poblados en medio de la naturaleza ha condicionado vitalmente a Josep-Lluís Serrano hasta el punto de haberse sentido "más a gusto que en ninguna parte" cuando ha hecho de párroco en pequeñas parroquias del sur catalán.

"Josep-Lluís ha heredado, en su carácter, la tranquilidad que predomina en este entorno", señalan Asenjo y Bladé observando, desde su casa, la grandeza del paisaje montañoso de la Ribera d'Ebre. | 'Flama'

"Su figura puede ser, incluso, válida para ser nuncio"

Habiendo conocido la noticia de ser enviado a Urgell por el papa Francisco alrededor de San Juan, Serrano Pentinat (“que algunos medios de toda España han traducido su apellido como Peinado”, apuntaban algunos vecinos haciendo el café de media mañana), hizo público el anuncio a su familia el pasado jueves por la noche. "Como vecinos y amigos, teníamos la sensación desde hacía tiempo que acabaría dando un salto fuerte pronto", destacaban Asenjo y Bladé, como el de nuncio apostólico. "También serviría para serlo , ciertamente", decían.

El viernes al mediodía, las campanas hacían resonar a todo el pueblo con motivo de la sorprendente noticia “y atestiguaban lo importantes que pueden ser todos y todas las personas que viven o han vivido en Tivissa”, argumentaba, orgulloso, su alcalde, Joan Cedó, coetáneo de Josep-Lluís Serrano. “De pequeño era un chico travieso, algo que no se ha dicho mucho estos días sobre él, pero ya era todo un ejemplo para los que le conocíamos ”, admitía Cedó, que incidía en el “gran conocimiento” adquirido en las nunciaturas donde ha trabajado.

"Es un anfibio, una persona que se adapta a todos los medios donde va", remarcaba Cedó, que cuenta los días para que el pueblo de Tivissa, con él al frente, se desplace a la Seu d'Urgell para acompañar a este vecino, amigo y referente en su ordenación episcopal. Una nueva ocasión en la que Josep-Lluís Serrano, portador del nombre de Tivissa en el mundo, “volverá a abrir las puertas para todos los tivisanos y tivisianas, como ha hecho siempre donde ha estado”, resolvía el alcalde.

Joan Cedó, alcalde de Tivissa. | 'Flama'

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