Antonio Aradillas Reflexiones "salmanticenses"
(Antonio Aradillas).- "La mitad de la humanidad más uno, es mujer" Por lo que se refiere a la Iglesia, la proporción es aún más amplia y generosa. En general, y más en la Iglesia, la necesidad de atención del sector femenino con criterios de "Universidad" y "Eclesiástica", es perentoria y urgentemente cristiana. La discriminación que sigue padeciendo todavía la mujer en relación con el hombre-varón, rebasa límites y ponderaciones impensables. Presidida la "Universidad Pontificia de Salamanca" (UPSA) por la primera "Rectora Magnífica" en España, ex -decana de la Facultad de Derecho Canónico, con respeto, devoción y realismo sugiero algunos de los temas -ejes relacionados con la mujer, que precisan de reflexión seria y actualizada, en sintonía con el estilo y comportamiento que encarna el Papa Francisco.
. La idea de Dios varón, machista por convicción, y modelo y ejemplo para comportamientos personales, familiares, sociales, políticos y además religiosos, que se presenta como intangible, radical y sagrada, sobre bases nada fiables intelectualmente, habrá de ser referencia fontal para el adecuado planteamiento del tema.
. La imagen de Dios-Padre, varón ahormado a los esquemas de vida actual, ni es, ni será, un Dios cristiano, habiéndose quedado fosilizada en definiciones paganas y judías.
. Las escenas -cuentos o apólogos- protagonizadas por la serpiente y la mujer en los aurorales tiempos del Paraíso Terrenal, con el añadido femenino de la "pecadora" manzana, precisan lecturas y relecturas bíblicas y sapienciales incomparablemente más sustantivas y convincentes que las impartidas en los epítomes teológicos y en los catecismos al uso.
. La acentuada misoginia de San Pablo, aún contando con las timoratas interpretaciones y excusas de posteriores interpolaciones, causa repugnancia dentro y fuera de la Iglesia. Es -sería- doctrina inaceptable, con obligación de lamentarla como propiamente cristiana, rechazada en los idearios políticos, profesionales, laborales y sociales primarios.
. Idéntico es el diagnóstico para tantos textos de los Santos Padres y grandes y reverendos teólogos, de los que es representativo Santo Tomás de Aquino, quien con todos sus títulos y aureolas magisteriales, adoctrina que "la mujer es inferior al hombre en dignidad y en virtud".
. La cita de "mulier, vide peccatum", del índice sistemático de las obras del "Maestro" el jesuita granadino Padre Francisco Suárez, alumno, primero y profesor después, de teología y filosofía de la universidad salmantina, apenas si añade novedad al principio de que "pecado y mujer", y "mujer y pecado", establecieron indisoluble coyunda en el organigrama de la Religión Católica.
. Desgraciadamente no sirvió de mucho el ejemplo y doctrina impartidos en los evangelios por el mismo Jesús, quien en relación con la mujer observó comportamientos que se juzgaron "escandalosos" por los representantes entonces de la religión oficial y por los mismos apóstoles.
. "Vir et baptizatus"...¿Pero qué significan estos dos términos que, por imperativo del Código de Derecho Canónico, - "fiel" intérprete de la palabra de Dios-, sempiternamente clausuran toda posibilidad de que algún día la mujer alcance el Orden Sacerdotal? ¿Qué es eso de "vir"-varón, y qué es eso de "baptizatus - bautismo- , con criterios universitarios, en rigurosa conformidad con las ciencias antropológicas y con la teología?
. El Santoral -Año Cristiano-, con su reducida letanía de santas-, aunque en los últimos tiempos parece corregirse-, influye de modo persuasivo en la devoción y piedad populares, en detrimento de la fama y dignidad de la mujer por mujer, en teórica igualdad de derechos y deberes con el hombre.
. La mujer -"varón imperfecto o frustrado"- sufre las consecuencias dramáticas de la catequesis, que a no pocos pudieron llevar al convencimiento de justificar en cierta manera hasta el infame trato -maltrato- de la violencia de género, basados en que la misma Iglesia es la primera en discriminarla, por lo que es de suponer que cuente con razones "misteriosas".
. La mujer esclava, sumisa, con la "pata quebrada", objeto de lujo o de placer, en definitiva "cosa", -"algo que se recoge, que se tira o se cambia" y, en oraciones negativas "nada"-, propiedad del hombre, - en calidad de hija, hermana, o esposa-, es, -sigue siendo-, pía y devotamente, esquema de vida cristiana, con complacencias y bendiciones sacramentales.
. La pérdida atroz que a la propia Iglesia le significan la concepción y el trato que le confiere a la mujer, rebasa los linderos de la inmoralidad y de la estulticia, para cuya certera corrección la Universidad Eclesiástica se prestaría a hallar las debidas soluciones. Presente hoy gozosamente en actividades convivenciales de cualquier tipo y responsabilidad, y a la vez exiliada de la Iglesia, resulta algo incongruente, obtuso, necio y torpe, además de descortés y disparatado.
. Toda esta letanía "lauretana" de descalificativos, y algunos más, son aplicables con fidelidad, verecundia y arrepentimiento a la mujer en la Iglesia, cuando además es monja o "religiosa".
. El intento de compensar la ausencia de la mujer en las responsabilidades eclesiales, con la sublimación, sin límites, de la figura de la Virgen, es posible que teológicamente contenga dificultades, y hasta heterodoxias larvadas, que solamente la buena voluntad y el amor infinito a la "Madre de Dios y de todos los hombres", explique y disculpe.
. "Universitarizar" eclesiásticamente la idea, presencia y ausencia de la mujer hoy en la Iglesia y en representativos movimientos, sodalicios y derivaciones espirituales, haciéndola suya, y protagonizándola de alguna manera, honraría y distinguiría a la Pontificia Universidad de Salamanca, - UPSA-, la primera en ser guiada y conducida por una "Rectora Magnífica".
El poeta -profeta Pablo Neruda se apresuró a contar y cantar universitariamente la relación hombre- mujer con estas fragantes e irradiantes palabras: "Media mujer es una / y un hombre es medio hombre".