Comillas homenajea a su comunidad universitaria Santo Tomás, un día para la memoria
En la víspera de Santo Tomás de Aquino, la Universidad Pontificia Comillas ha celebrado el Día de la Comunidad Universitaria
El acto académico, precedido por una misa, ha servido para rendir homenaje y hacer memoria de la trayectoria de los nuevos doctores y de los profesores e investigadores propios, personal jubilado y con 25 y 40 años de servicio y alumnos premio extraordinario de fin de grado y máster
Terminó con la intervención del rector Enrique Sanz Giménez-Rico, SJ que evocó dos dimensiones de la memoria ignaciana: la memoria como lectura de fe de la propia historia y la memoria fundadora para los compañeros jesuitas
"Apelo a ella para desear que vuestra huella en nuestra universidad, queridos homenajeados, tenga para nosotros el valor fundador que tuvo para los primeros jesuitas la Autobiografía de San Ignacio". dijo
Terminó con la intervención del rector Enrique Sanz Giménez-Rico, SJ que evocó dos dimensiones de la memoria ignaciana: la memoria como lectura de fe de la propia historia y la memoria fundadora para los compañeros jesuitas
"Apelo a ella para desear que vuestra huella en nuestra universidad, queridos homenajeados, tenga para nosotros el valor fundador que tuvo para los primeros jesuitas la Autobiografía de San Ignacio". dijo
Después llegó el turno de los miembros de la comunidad universitaria que cumplen 25 y 40 años de servicio y de aquellos que se han jubilado. José Ramón Busto, SJ, profesor jubilado de la Facultad de Teología, y rector de la universidad entre 2002 y 2012, habló en nombre de todos ellos en el acto académico, y también presidió la eucaristía, en la que pronunció una profunda y bella homilía.
En su discurso, Busto tuvo palabras de aliento para sus compañeros, y aseguró que la sociedad y la universidad necesitan la experiencia, tanto de los trabajadores veteranos, como de los ya jubilados. “Tiene necesidad de nuestra experiencia, quiere servirse de nuestras relaciones, espera nuestro aliento, y nuestros compañeros desean que les ayudemos a ser más y, sobre todo, a ser mejores. Y todo esto que la sociedad y la universidad necesitan y esperan de nosotros hemos de aportarlo sin necesidad de esperar nada y recibiendo muy poco a cambio. Probablemente esta es la dinámica de la vida humana tanto en su faceta familiar como en la profesional”, afirmó.
A continuación, los 58 alumnos con premio extraordinario de fin de grado y máster del curso 2020-21 recibieron sus diplomas.
El acto terminó con la intervención del rector Enrique Sanz Giménez-Rico, SJ, que explicó que esta celebración sirve para hacer memoria, en el sentido que le dio el filósofo Paul Ricoeur. “Memoria que es mirada actuante que nos permite a los presentes penetrar a través del sentido de la vista en la vida vivida y entregada en esta universidad por todos los que hoy recibís nuestro caluroso homenaje; nos permite, incluso sin conoceros del todo, adentrarnos en lo que ha sido vuestra vida en los años que habéis pasado en Comillas, y revivir junto con vosotros lo que os ha configurado y marcado durante este tiempo.”
Con sus palabras, Sanz reconoció la trayectoria de todos los homenajeados, deteniéndose en cada uno de los colectivos. Para finalizar, recordó a San Ignacio de Loyola, de cuya conversión celebramos quinientos años en este 2022. Evocódos dimensiones de la memoria ignaciana: la memoria como lectura de fe de la propia historia y la memoria fundadora para los compañeros jesuitas, “apelo a ella para desear de corazón, a todos los que trabajamos a diario en Comillas, que vuestra huella en nuestra universidad, queridos homenajeados, tenga para nosotros el valor fundador que tuvo para los primeros jesuitas la Autobiografía de San Ignacio”.
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