"Esta Iglesia sinodal, intrépida y misionera del papa Francisco no tiene marcha atrás" . El clamor del cardenal Maradiga, pronunciado en el webinar del pasado jueves, resume perfectamente los actos de la #SemanaFranciscoRD en San Antón. Ocho días de celebraciones, que ayer culminaron con la ceremonia de cierre y la lectura de un Manifiesto Pro-Francisco, con una constante: estos diez años no pueden ser solo un balance, o una mirada hacia el pasado, sino fundamentalmente una ocasión para coger impulso.

La #SemanaFranciscoRD, celebrada en la iglesia '24 horas' de San Antón, y a través de las redes, tuvo un éxito incuestionable. Más de veinte mil personas participaron (ya fuera de modo on line, o presencialmente en el templo) en alguno de los actos, y muchos miles más los siguieron a través de las sucesivas crónicas de los eventos.

Especialmente relevantes fueron las intervenciones de los cardenales Osoro, Porras y Barreto en la inauguración de las jornadas, que tuvieron repercusión mundial (portada incluida en la web informativa oficial del Vaticano, así como en las diócesis de Madrid, Caracas y Huancayo). No es para menos. Con un 'regalo' muy especial que, nos consta, gustó al mismo Francisco: la emocionante 'Náufragos' de Toño Casado.

Al día siguiente, un intenso debate por y para mujeres, que dejó a las claras que, pese a los avances, todavía queda mucho por hacer para romper el 'techo de cristal' de las mujeres en la Iglesia. Y para apostar, decididamente, por el apostolado de todos los bautizados, independientemente de su género o su condición sexual.

El miércoles, representantes de todas las religiones constataron cómo "Francisco no sólo es el Papa de la fraternidad, sino el de la esperanza para toda la Humanidad", en otro debate presencial que, como el resto, supusieron una ocasión para abrir camino, seguir generando procesos de cambio y dejar de ver al otro como un extraño. Católicos, musulmanes, anglicanos y evangélicos se sumaron a un grito, lanzado por Bergoglio en 'Fratelli Tutti', por reconocernos como iguales en dignidad en mitad de un mundo en guerra y odio al diferente.

Otro de los momentos emocionantes de esta semana tuvo lugar el jueves, con la celebración de un Jueves de RD con algunas de las 'parteras' de este pontificado. Junto al teólogo venezolano Rafael Luciani, uno de los mayores expertos en sinodalidad del momento, el cardenal Maradiaga trazó las líneas maestras de la atuación de Francisco. Lo ha vivido muy de cerca: no en vano es, sin lugar a dudas, el cardenal que ha acompañado más íntimamente a la 'revolución Bergoglio'. No se quedó atrás el arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, valiente (como también lo fuera Osoro el lunes) a la hora de denunciar a los enemigos -físicos y virtuales- del Papa Francisco.

El sábado, Religión Digital se sumó al especial coordinado por la Academia de Líderes Católicos, y que contó, entre otros, con la participación de los cardenales Parolin, O'Malley y Aguiar, o personajes de la talla de Juan Carlos Cruz, Mario Paredes, Mariano Fazio, Rodrigo Guerra o Liliana Cavani.

Finalmente, el 'fin de fiesta' de este lunes, con la intervención de Avelino Chico, sj., en representación del cardenal Czerny, y una mesa de experiencias de las periferias donde se vivieron, con emoción, las palabras de Said y su periplo como refugiado por media África y Europa hasta recalar en Santa Anna, la 'hermana gemal' de San Antón; Óscar y su testimonio por una iglesia para todos, también para el colectivo LGTBIQ+; manuel y la experiencia de la comunidad de Sant'Egidio; y la familia Cuatrecasas al completo, que reivindicó la dignidad de los supervivientes.

Una semana que se pudo llevar a cabo gracias al esfuerzo de muchos, y a la colaboración de amigos y colaboradores de esta casa. Desde Santiago Portas e Instituciones Religiosas del Banco Sabadell a Gabriel López Santamaría y Católicos en Red; de Javier y María, de la Agencia ARAS, al padre Ángel y Sor Lucía Caram, con la participación de Mensajeros de la Paz y la Fundaciò Convent de Santa Clara, sin olvidar a Toño Casado y al coro de Nuestra Señora del Pilar, o los voluntarios de San Antón, que dieron todo lo que estaba en su mano para asegurar el éxito de unas jornadas que nos impulsan a seguir adelante,  pese a los achaques, pese a los ataques, a pesar de una Iglesia, la española, que sigue sin saber remar a favor de las reformas impulsadas por este Papa. Porque, como nunca se cansa de decir nuestro director, José Manuel Vidal, "nadie puede para la primavera en primavera".

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