Quiero hoy presentarles un libro de José Montserrat Torrents, una de las personas con las que formé equipo para editar en español los documentos gnósticos descubiertos en Nag Hammadi. Se trata de

El galileo armado. Historia laica de Jesús, Edaf, Madrid, 2007, 202 pp. ISBN 978-84-414-1962-9.

José Montserrat (Barcelona 1932) tiene un gran prestigio en los ámbitos de estudio del cristianismo antiguo, de la gnosis, de la cultura copta y de la filosofía antigua, en especial la griega. En la actualidad es catedrático emérito de Filosofía antigua en la Universidad Autónoma de Barcelona. Entre los lectores será más conocido probablemente como autor de un estudio de éxito sobre el cristianismo primitivo, La sinagoga cristiana, recientemente reeditado por Trotta (2005).

Esta obra aborda el tema del Jesús de la historia bajo el prisma de la epistemología –ciencia o teoría del conocimiento- y de la metodología. La cuestión inicial es la siguiente: ¿Qué sabemos históricamente de Jesús si aplicamos a la documentación que le concierne los más rigurosos criterios de la ciencia histórica? Para plasmar gráficamente lo que el autor entiende por "criterios rigurosos" utiliza dos recursos. El primero consiste en situarse en la óptica de historiadores modernos no pertenecientes al mundo cristiano; por ejemplo, universitarios de Japón, China o India. El segundo es utilizar los criterios generales de la historia de las religiones, y en particular los estudios críticos acerca de las biografías de Buda, de Platón y de Mahoma.

El resultado de esta dura criba es –según el autor- que, respecto a la biografía de Jesús, nos debemos quedar como fuentes únicamente con las cartas de Pablo, y con los escasos textos de Flavio Josefo y del historiador romano Tácito. En las obras de estos autores se recogen escasas pero fundamentales noticias acerca de Jesús: su relación con Juan Bautista, su hermano Santiago, su relación con Pedro, su crucifixión por Poncio Pilato.

Opina el autor que de acuerdo con las clasificaciones de la historia general de las religiones, los Evangelios y los Hechos deben ser catalogados en el mismo género que las vidas de Buda de la tradición en lengua pali, que las cartas de Platón (excepto la tercera y la séptima) y que las cuatro antiguas vidas de Mahoma: se trata de documentos básicamente legendarios. Ahora bien, las leyendas, a diferencia de los mitos, pueden contener informaciones con valor histórico. Tal es el caso de los documentos mencionados.

Los historiadores modernos que se ocupan de la vida de Jesús aducen una gama de "criterios de historicidad" que permiten extraer del magma legendario datos históricos atendibles. En este libro el Prof. Montserrat aplica las normas comunes para la utilización de estos criterios, y consigue ampliar –sobre los datos de Pablo, Flavio Josefo y Tácito- el elenco de informaciones a las que un historiador debe prestar atención acerca de Jesús. La nueva gama de datos debe inscribirse, naturalmente, en la base parca pero segura ofrecida por las fuentes indiscutiblemente históricas mencionadas.

El dato fundamental ofrecido por estas fuentes es que Jesús fue ejecutado por mors aggravata por el prefecto romano. Este tipo de pena se aplicaba casi exclusivamente a los delitos de sedición contra el pueblo romano. Jesús, pues, fue ejecutado por sedicioso. Flavio Josefo informa ampliamente acerca de los movimientos de insurrección en Palestina entre la muerte de Herodes el Grande y la guerra de los judíos de 66-70 d.C. A partir de este marco Montserrat sostienen que las descripciones de este autor judío permiten entrever en qué consistió la empresa de Jesús y los suyos: una iniciativa armada que, partiendo de bases galileas, tenía que desembocar en un golpe de mano de Jerusalén, todo ello bajo inspiración de la religiosidad que se hace común entre los judíos piadosos desde la época macabea. Y esta tesis es la que intenta desarrollar en este libro

El análisis de Montserrat parte de tres datos básicos:

Uno: Roma no crucificaba a judíos desarmados. La mors aggravata consistía en muerte en la hoguera, en lucha contra las fieras en el circo o en la crucifixión pública. Se aplicaba a hombres libres sólo por delitos gravísimos, entre ellos el de sedición contra el orden vigente en el Imperio, lo que técnicmante se denominaba laesa maiestas populi romani

Dos: Nazaret no figura en la Biblia hebrea ni en ningún documento anterior o contemporáneo al cristianismo. Tampoco la cita Flavio Josefo. En los Evangelios se denomina a Jesús seis veces como nazareno y doce como nazoreo, es decir, como el que había hecho voto de nazir, lo que le colocaba entre los más fanáticos y religiosos de entre el pueblo.

Tres: En los Evangelios se encuentra un episodio que narra cómo Pedro, armado con espada, ataca a un soldado romano. Los judíos, como pueblo, tenían prohibido ir armados.

La obra de Montserrat comprende los siguientes apartados: dos capítulos de cuestiones metodológicas e introductorias; Los Macabeos; El galileo Jesús: su familia y María Magdalena; Juan Bautista; La lucha armada; batalla, captura y muerte; Santiago el hermano de Jesús; La primera comunidad de Jerusalén. Termina con un breve perfil biográfico de Jesús -como propuesta de interpretación- que resume el proceso vital que llevó al Nazareno a su desastroso final.

Montserrat termina su obra con notable modestia en sus conclusiones: “Es posible que…”, con lo que desea transmitir al lector que la síntesis interpretativa de Jesús y de las intenciones de su movimiento –un movimiento armado cuya intención era la liberación física de Israel de los extranjeros, previa o simultánea a la implantación del Reino de Dios- no tiene para él un valor de verdad, sino que consiste en una teoría cuya única función es la de explicar los hechos probados mejor que otras teorías.

En este trabajo las implicaciones políticas del mensaje religioso de Jesús quedan absolutamente claras y resaltadas. El tema es polémico, por lo que espero que el libro suscite una sana discusión. En este post no entro a fondo en una tratamiento crítico de su tesis principal, sino que pretendo sólo una presentación del libro. Más tarde vendrá la crítica.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.