Entrevista al prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral Cardenal Czerny: "Mucha gente tiene miedo a los migrantes y nunca han hablado con uno de ellos"

Cardenal Czerny
Cardenal Czerny

"Praedicate Evangelium no es un acto final, es el inicio y continuación de la reforma que el cónclave del año 2013 quiso hacer"

"La migración, en cierto sentido, es la solución para los problemas de las personas que migran"

"Tengo la impresión de que hay mucha gente que tiene miedo a los migrantes y no han hablado con uno de ellos"

Migrantes

El miércoles 13 de julio, en el marco de la Asamblea extraordinaria del Celam realizada en Bogotá, el cardenal jesuita Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, concedió una entrevista a Religión Digital en la que se abordaron las temáticas de la reforma de la Curia, el fenómeno migratorio mundial, las oportunidades y los riesgos de la toma del poder por parte de las izquierdas en Colombia y en el mundo y la cuestión de la sucesión del papa Francisco.

El organismo que usted dirige pasó de ser Pontificio Consejo Justicia y Paz, en el que hubo reconocidos hombres de Iglesia como el cardenal Nguyễn Văn Thuận o el cardenal Turkson, con quien usted trabajó, a ser Dicasterio. ¿Es un cambio de fondo o se trata sólo una cuestión administrativa?

Es un cambio de fondo, porque se han juntado cuatro consejos [Justicia y paz; Cor unum; pastoral de los migrantes y pastoral de la salud], no es la reforma de uno, es la combinación de cuatro; entonces eso es un cambio muy importante; un cambio no sólo administrativo, sino de la misión de cada uno para entrar en una misión común.

migrantes

En cuanto al fenómeno migratorio, ¿usted ha escrito que el principal problema no son los migrantes, sino la forma en que se maneja políticamente su situación?

Si; hay una tendencia a ideologizar la cosa; se nota cuando se habla fácilmente de la crisis de la migración como si fuera el problema principal o culpa de los que migran, pero el problema no es la migración; la migración en cierto sentido es la solución para los problemas de las personas que migran y ellos, con grande justicia, tratan de resolver los problemas que enfrentan en su país de origen. Entonces, estoy contento de afirmar lo que he dicho, que para entender el problema en su raíz hay que ver cuáles son los problemas en el país de origen que no permiten a una persona, a una familia, a una comunidad imaginar que un desarrollo humano integral es posible para ellos.

¿Este fenómeno es similar entonces a la ideología del malthusianismo que afirma la necesidad de controlar la cantidad de seres humanos porque se acaban los recursos naturales, cuando realmente se trata de una cuestión de justicia por la inequitativa repartición de los recursos, de modo que todos podríamos “estar a la mesa”?

Sí; hay comida para todos.

Migrantes del Mediterráneo

Cardenal, en su historia personal, leyendo un poco de su biografía, muy joven salió de Checoslovaquia hacia Canadá; usted mismo vivió la situación del migrante; conoce de primera mano y ha estado en varios procesos de América Central, en Europa y en África. De su historia personal, ¿cuál es su mensaje para entender mejor al migrante?

Quizás puedo utilizar exactamente lo que hablamos ahorita; o sea, no me hablaste de migración, sino de mi experiencia personal; pienso que eso es, en cierto sentido, la respuesta que quiero dar: que tomemos la iniciativa de acercarnos a alguien, preguntar y aprender; dejar de promover ideologías, respuestas o actitudes ideológicas y conocer a las personas. Tengo la impresión de que hay mucha gente que tiene miedo a los migrantes y no han hablado con uno de ellos, no se han acercado; no han tratado la problemática desde afuera y eso es paralizante.

Sucede aquí en Colombia, especialmente con los migrantes venezolanos; hay gran cantidad de migrantes y cierta discriminación. Al comienzo, especialmente los medios de comunicación en crónicas de hechos de delincuencia destacaban el hecho de que eran venezolanos y se estigmatizaba ese grupo social. Creo que con el tiempo nos hemos acostumbrado a su presencia...

Así es (risas).

Migrantes venezolanos

Hay quienes acusan al Episcopado latinoamericano reunido en Medellín en 1968 de cierto afecto por el comunismo porque aplicó el método del ver, juzgar y actuar; aunque en esa misma época fue claro el rechazo del papa Pablo VI en visita a Colombia a la represión soviética de Praga. Usted tenía entonces 22 años de edad y se encontraba con su familia en Canadá. ¿Cómo vivieron la invasión soviética a Checoslovaquia?

Quizás, la mejor cosa para decir es que puso fin a la primavera. Así lo vivimos. Todos estábamos fascinados y llenos de esperanza y de ilusión por la primavera, porque todo estaba cambiando; entonces fue un golpe, una decepción.

En Colombia vivimos un momento histórico de cambio político hacia la izquierda, y algunos sectores, incluso la Iglesia católica, tienen ciertas reticencias o inquietudes con relación al nuevo gobierno. En otros países el interés por los pobres de las izquierdas en el poder ha degenerado en otro tipo de problemáticas. ¿Cómo hacer para que el ideal de ayudar a todas las personas más relegadas socialmente no degenere en ateísmo sistemático, en ideología que limite las libertades de expresión y de culto?

Pienso que una cosa es que las reformas o las nuevas medidas sean realmente fruto de una atenta escucha del pueblo, así no serán intenciones de escritorio, sino respuestas a los problemas reales. Pienso que este sentido la realidad está más allá de los colores ideológicos; entonces sí, los pobres estarán realmente encontrando salidas a sus problemas más inmediatos. Esa es una buena garantía de que la cosa no deteriore.

Y, ¿dar tiempo al tiempo?

No; no hay tanto tiempo; porque lo que pasa es que si no hay resultados, eso genera otras frustraciones.

Cruz pectoral del cardenal Czerny

Finalmente, cardenal, ¿podría hablarnos del simbolismo de su cruz pectoral?

Bueno; es leño de un barco de pesca que probablemente salió de Libia y llegó a Lampedusa. El artista lo hizo del leño como lo recibió del barco. El rojo representa la pasión y el sufrimiento. El blanco, o el color menos oscuro, es la vida, la resurrección, la esperanza; y el clavo, es lo que tiene toda cruz; toda cruz tiene clavos; entonces representa, creo para muchos, el Cristo que sufre hoy.

cardenal Czerny

Una pregunta adicional. Después de Praedicate Evangelium, se cumplió con lo que los cardenales pedían al nuevo papa en el precónclave que eligió a Francisco. ¿Qué temáticas nuevas vienen para la Iglesia, además de la aplicación de los cambios que se han hecho? ¿Cuáles son las nuevas problemáticas que cuando eligieron a Francisco en 2013 no eran tan sentidas como ahora y se deberían trabajar?

No entiendo la pregunta; no recuerdo, para darte una buena respuesta; sólo que Praedicate Evangelium no es un acto final, es el inicio y continuación de la reforma que el cónclave quiso hacer.

El sentido de mi pregunta es el siguiente: Dios dé mucha vida al papa Francisco, pero ¿hacia dónde irá la Iglesia pensando en una sucesión, de la que incluso él mismo ha dado motivo de discusión mencionando una probable aunque remota renuncia? Así como cuando fue elegido Francisco, las problemáticas de pobreza y migración, abusos, cambio climático, eran los temas en la agenda. ¿Parece que no hay temas de discusión todavía?

No los hay. Así es.

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