"Un maestro olvidado de una iglesia que le ha debido y le debe mucho" Antonio Vázquez OM: Adiós a uno de los últimos maestros de la Iglesia española del último medio siglo
"Ha sido uno de los últimos maestros de la Iglesia de España en la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, 'catedrático' en psicología, en humanidad, en moderación crítica, en fidelidad a la esencia, en libertad y amistad"
"Los últimos decenios de la iglesia de España (=de los jerarcas de la Iglesia de España) hubieran sido distintos, si muchos le hubieran escuchado"
Ha sido uno de los últimos maestros de la Iglesia de España en la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, "catedrático" en psicología, en humanidad, en moderación crítica, en fidelidad a la esencia, en libertad y amistad, por encima de todas las formas cerradas, en contra de todos los dogmatismos.
Ha muerto esta madrugada de lunes 2 de Pascua, 20.4.2020, en la paz del Señor y de su Conciencia, en la Residencia de la Vera-Cruz, de sus hermanos de la Merced de Salamanca. Era un hombre de conversación, de palabra directa, más que de libro. Cientos y miles de personas le deben una palabra de paz, de reconciliación, de libertad... en su despacho de la Universidad o en el Recibidor de la residencia de la Merced, en Salamanca. Cientos y miles de profesores y estudiantes han aprendido con sus apuntes (siempre cedidos a todos, muchas veces copiados...), con sus libros..., y sobre todo con su conversación amistosa, a veces profesional, siempre cercana, en gesto de libertad y de apertura a una nueva iglesia, psicológicamente madura (con el P. Alcalá SJ, con otros muchos que han sido guías de vida en la iglesia española de la segunda mitad del siglo XX)..
Los últimos decenios de la iglesia de España (=de los jerarcas de la Iglesia de España) hubieran sido distintos, si muchos le hubieran escuchado. Ha sido un hombre tradicional, en el mejor sentido de la palabra... De una tradición dialogante, abierta al futuro; de una iglesia evangélica, respetuosa con las grandes masas, pero empeñada en la creación de grupos humanos, pequeños, de convivencia y oración.
(Imágenes.1-2. A. Vázquez impone el anillo de Dc. Honoris Causa a su amigo A. Vergote, el año 2005. (3). A. Vázquez, cuando era Decano de la Facultad de Psicología de la U. P. de Salamanca. (4-5) Fotos de mi última visita, en la residencia de la Merced de Salamanca, a primeros de marzo de 2005. Una él sólo,otra conmigo. (7 y siguientes): Portadas de sus libros y trabajos académicos).
A contracorriente, con libertad y sufrimiento
Ha vivido a contracorriente,, con gran libertad, con sufrimiento interno, viendo cómo se malgastaban y se mal-dirigían muchas energías de la iglesia hispana. Lo puedo decir, porque lo sé, porque he conversado con él larguísimas horas. No se ha opuesto con violencia, no ha criticado con acritud... ha sufrido en silencio y oración, manteniendo siempre su libertad interna, su verdad profunda.
Se ha dicho con cierta frecuencia que hay una Iglesia que primero hace a los hombres y mujeres, los forma, los capacita para ser..., pero luego los deshace o, por lo menos, los abandona. Así ha sido con el P. Antonio Vázquez, ha podido ser y ha sido casi todo en la CONFER, en la psicología de la Iglesia española, en la Facultad de Psicología de la U. P. de Salamanca, pero luego, cuando se ha ido haciendo mayor, cuando los tiempos han cambiado, le han dejado al lado, como si nunca hubiera existido.
Así ha estado el P. A. Vázquez, largos años, como olvidado de una iglesia que le ha debido y le debe mucho. Pero él creía en un Dios, que es buen pagador, que nunca olvida, siempre acoge, siempre espera...como él nos decía, citando a Teresa de Jesús, hace cuatro meses, en una de nuestras últimas visitas, a Mabel y mi.
Su historia debe ser recordada, y así la recuerdo aquí. Hoy presento su vida y obra en general. Dentro de unos días, en nuevas postales, presentaré algunos de sus estudios y trabajo. Adíós, Antonio. Contigo hacemos el viaje y seguimos... Todavía siento en mi cabeza la mano de tu última despedida, hace mes y medio, cuando ya se sabía que andaba por doquier el virus, sin saber que te llevaría de la mano del Señor, a quien has querido, con tus ángeles custodios, que han sido tu gran devoción... pues decía que todo está lleno de ángeles.
Ha muerto preparado.
Vivía desde hace unos meses en la Residencia de su convento de la Merced (Vera-Cruz) de Salamanca, donde había vivido de estudiante (1950-1954) y después de profesor (1975-2020). Cuando hace algo más de un año tuvo que dejar su habitación-despacho de estudio para pasar a la residencia de mayores acusó el impacto: Tras más de 70 años de vida activa al servicio de la sociedad y de la Iglesia se sintió de pronto "retirado", en manos de otros, sin independencia...
Pero sus últimos meses han sido de gran madurez humana y cristiana He solido ir a verle cada mes, y hemos hablado y hemos hablado de todo lo que puede hablarse, como maestro y alumno, como amigos. Tenía alguna dificultad en la audición, por eso repetía algunas cosas, pero lo hacía siempre (sobre todo al final) con una inmensa atención a los temas principales: La libertad como esencia del hombre, la fe como identidad y fondo de todo conocimiento y relación humana, la búsqueda de la verdad, la presencia de Dios en todos los aspectos y momentos de la vida humana...
Ha sido un hombre paradójico y de la paradoja me habló también la última vez que nos vimos, hace mes y medio, a primeros de marzo, antes de que se declarase la pandemia.
(a) Por un lado, me dijo, todo es racional; todo se puede y se de debe explicar desde el despliegue psicológico de la persona, en un nivel de ética universal y de sentimiento y conocimientos humano. No hay apariciones "inmediatas" de Dios, ni de los santos. Dios y los santos hablan por la vida humana.
(b) Pero, por otra parte, todo es presencia de Dios. No creía en milagros separados de la vida, sino en el milagro de la vida, llena de signos de misterio... Así me fue contando una vez una seria de de acontecimientos de su vida cargados de "presencia", signos de Dios. Así me dijo que toda su vida había sido una presencia de Dios.
Me despidió con los ojos húmedos de emoción, de cariño, de añoranza, diciéndome "ven la próxima vez con Mabel, como vienes siempre, hablo con ella con mucho gusto y cariño". Le prometí que vendría, que había ido a una consulta... pero no he podido cumplir la promesa. Entró la pandemia.
Le aislaron en la habitación y en la residencia. Y a pesar del aislamiento le ha llegado la pandemia, y con ella la mano de Dios, la que siempre ha estado a su lado. "Estoy preparado", me dijo al despedirme... Ciertamente, con 94 años de preparación. Gracias, Antonio, por lo que ha hecho y, sobre todo, por lo que has sido.
(Imágenes. El Prof. A. Vázquez cuando ea Decano de la Facultad de Psicología de la U. P. de Salamana, con dos fotos de de la última vez que le vi en la residencia. Una él sólo,otra conmigo; las demás son portadas de sus mejores libros y trabajos académicos).
NOTA BIO-BIBLIOGRÁFICA CURRICULO (cf. http://galegos.galiciadigital.com/es/antonio-vazquez-fernandez
Nació en Chavaga, Monforte de Lemos (septiembre del 1925). Cursó estudios de Humanidades y Eclesiásticos en los Mercedarios en Sarria y Poio. Presbítero de la Orden de la Merced el 10 de junio de 1950.
Se licenció en Filosofía en la Universidad Pontificia de Salamanca (1954) y en la Complutense de Madrid (1970), y en Psicología en la Universidad Complutense de Madrid (1973), realizando el doctorado en 1979 con la tesis (cum laude) "El hombre y sus creaciones en C.G. Jung". Fue becario en el Colegio Español de París entre 1956 y 1958, cofundador, profesor, catedrático y decano de la Facultad de Psicología de la Universidad Pontificia de Salamanca.... Había sido en el Monasterio de Poio (1960-66), co-fundador y director del Instituto "Christus Magister" de la CONFER (1967-1968).
Entre sus obras: Las grandes líneas de la Psicología religiosa actual, Psicología y Pensamiento Existencial (Madrid, 1963);Psicología profunda y ética (Universidad de Madrid, 1970); Freud y Jung: dos modelos antropomórficos (Sígueme, Salamanca, 1981); La Psicología de la Personalidad en C. G. Jung (Sígueme, Salamanca, 1981); Notas para una lectura de las "Moradas" de Santa Teresa, desde la Psicología Profunda (Universidad Pontificia de Salamanca, 1982); Freud y Jung, Exploradores del Inconsciente (Cíncel, Madrid, 1986); Apariciones. Aspectos psicológicos en Diccionario de Mariología (Paulinas, Madrid, 1988); La psicotrafia en C.G. Jung (en colaboración) Psicografías Dinámicas (Universidad de Salamanca, 1989); Antropología Analítica en C. G. Jung (en colaboración). Nuevas Antropologías siglo XX (Salamanca, 1994) y Psicología de Jesús en Diccionario de Jesús de Nazaret (Montecarmelo, Burgos, 2001).
SEMBLANZA (Xabier Pikaza)
Antonio Vázquez ha sido la persona con la que más años he convivido. Exactamente 60, con ciertas interrupciones (del 1960 al 2020). Ha sido mi formador, mi profesor y finalmente mi amigo (nuestro amigo, ha sido muy amigo de Mabel). Los últimos 20 años, tras dejar yo la Merced en sentido conventual, nos hemos visto menos. A pesar de eso hemos ido casi cada mes a verle, a la mesa y sobremesa de su casa.
Ha sido un hombre de conversación más que de libro. En esa línea, era un platónico..., hablaba, hablaba, horas y horas. Le gustaba menos escribir. A diferencia de él, yo conversaba menos, me ha gustado más escribir. Pero sus conversaciones, sobre todo de sobremesa, ha sido por decenios mi mejor escuela, una escuela paradójica:
- Por una parte ha sido un hombre muy piadoso, muy cercano a las devociones... Por otra parte ha sido muy, muy crítico con un tipo de iglesia española, que no ha sabido evangelizar a la juventud, que se ha separado de la vida real de la gente.
- Ha sido un hombre de conversación... Un inmenso terapeuta, experto en la mejor psicología. Por su (nuestra casa) de la Vera-Cruz han pasado cientos y miles de estudiantes, de personas con problemas. Ha escuchado, ha interpretado, a "dirigido" siempre a todos, con gran libertad, sin cobrar nunca nada, por servicio humano y cristiano.
Maestro de psicólogos
Durante los años 1957-1958 había estudiado psicología en La Sorbona, Paris, con los mejores profesores del momento, y de un modo especial con J. Piaget (también con el filósofo G. Marcel) Eso le permite centrarse en el aspecto psicológico del pensamiento y la conducta humana, desde una perspectiva filosófica. Después de unos años de trabajo pastoral en el campo de la formación religiosa, emparentado con la psicología, entra de lleno en la docencia psicológica.
De 1966 a 1974 reside básicamente en Madrid, pero iba un trimestre a Salamanca para dictar cursos intensivos en la Escuela de Psicología, de la universidad Pontificia y en otros centros de formación superior de la ciudad (San Pío X e ISPE). En 1974 se traslada de manera permanente a Salamanca, donde reside hasta el momento actual. Desde 1974 es profesor permanente en la Sección de Psicología (heredera de la Escuela antes citada) de la Universidad Pontificia, convertida en 1977 en Facultad autónoma.
Desde 1982 es Catedrático de Psicología general, siendo elegido decano (1983-1986), y permaneciendo en la Facultad hasta el momento de su jubilación (1997). Después ha sido Profesor Emérito, dictando clases de doctorado y dirigiendo numerosas tesis doctorales. Sigue impartiendo clases en la Universidad de la Experiencia. El Prof. Vázquez ha sido y sigue siendo un filósofo de la psicología, especialista en cuestiones teóricas, relacionadas con los grandes problemas de la personalidad e individuación. Ha comenzado siendo, como hemos dicho, profesor de lógica y teoría de la ciencia y, desde entonces, le han importado los temas del objeto y método de la psicología como ciencia y como sabiduría. Ha sido y es también poeta, y eso le ha permitido vivir abierto hacia la belleza y milagro de la vida, tal como se refleja en cada uno de los seres humanos, objeto de su estudio como psicólogo profundo.
Amigo bueno
El Prof. Vázquez ha querido comprender, interpretar y ayudar a las personas, desde su experiencia religiosa, psicológica y científica. Ciertamente, le ayudan los planteamientos de los clásicos (Freud y Jung), que le permiten llegar mejor a las raíces de lo humano y plantear, desde dos perspectivas distintas pero convergentes, los temas radicales de la vida: el sentido de la cultura, la experiencia religiosa, la emoción artística, la opción moral. Pero, sobre todo, le ayuda su propia experiencia, que le ha convertido en guía de multitud de personas que buscan su ayuda técnica y humana.
En contra de gran parte de la moda actual, dominada por un tipo de conductismo y cognitivismo que no llegan a la raíz del ser humano, el Prof. Vázquez ha querido ser y ha sido un filósofo de la psicología. De Freud recibe el interés por conflictividad de la vida; de Jung la certeza de que existe un equilibrio básico, que supera el plano racional, para situarnos en las raíces emotivas y mistéricas de la vida.
Desde ese fondo, ha expresado su experiencia y conocimiento en una larga actividad docente y en una labor de ayuda intelectual extraordinariamente densa: ha dirigido gran cantidad de tesinas, tesis doctorales proyectos de investigación, ofreciendo ideas y medios a todos los que han venido a pedir su ayuda. Eso hace que una parte considerable de sus intuiciones circulen libremente, como sin dueño, habiendo sido apropiadas por alumnos y seguidores que las han publicado a nombre propio, a veces sin una cita agradecida.
Esta bondad personal y este desinterés marcan la trayectoria ejemplar del Prof. Vázquez, más dado a la palabra oral y a la comunicación sapiencial que a los esquemas escritos y a los libros. Él mismo es un testimonio de sabiduría socrática, que consiste en decir y hacer pensar, en dialogar y compartir, más que en escribir y fijar en manuales. A pesar de eso, el Prof. Vázquez ha publicado numerosos trabajos, a partir de Freud y Jung. 1971).
La Facultad de Psicología le ha ofrecido un homenaje con motivo de su jubilación: Temas de Psicología V. Homenaje al Profesor A. Vázquez Fernández, Pontificia, Salamanca 1997. Para una semblanza bio-bibliográfica, cf.J. D. Urchaga, Antonio Vázquez. Vida, pensamiento básico, bibliografía, Estudios 54 (1998) 157-190.
PRESENTACIÓN Y BREVE COMENTARIO DE ALGUNAS DE ALGUNAS DE SUS OBRAS
Miryam, la Nazaretana. Escenas de la vida de la Virgen. Con dibujos de M. Mandraya Goyanes, Ed. La Merced-Sáez, Madrid 1955, 323 págs., 2. h. con 29 láminas.
Obra preciosa, de tipo literario-espiritual, de meditación en la belleza, en el amor a María amiga, hermana, madre, redentora... Publicación esmerada, un gozo para ver, para gozar, para compartir. Teología de fondo antiguo, anterior al Vaticano II, en una línea de espiritualidad francesa, franciscana, mercedaria, el libertad para la belleza, la alegría y el amor. Tiene ya todas las intuiciones del A. Vazquez, que era por entonces, con 30 años, profesor en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Salamanca... antes de ir a especializarse a la Sorbona.
Ésta es la obra de su amor de amigo, hermano, hijo y testigo del Evangelio de Jesús, reproducido en su madre María de la Redención, la Merced de Dios. Sigue siendo para mí el mejor de sus libros, lleno de ternura, de emoción de juventud... Un libro que abre a la vida, a la belleza que libera, a la esperanza de una iglesia cercana, hecha de hogar, de caricia de vida.
VÁZQUEZ FERNÁNDEZ, ANTONIO: Notas para una lectura de las MORADAS de Santa Teresa desde la psicología profunda (Revista de Espiritualidad 165 (1982) sobre las Moradas, pags. 463-491; 492-509;609-530.Cf. Edición de conjunto: Notas para una lectura de las "Moradas" de Santa Teresa, desde la Psicología Profunda (Publicaciones de la Universidad Pontificia de Salamanca, 1982).
El Prof. Vázquez analiza el despliegue literario y teológico de las 7 moradas de Teresa desde una perspectiva antropológica, con la ayuda de las intuiciones y orientaciones ofrecidas por Ferud y Jung. Ésta son las "moradas" y caminos del "alma" de Teresa, moradas para seguir trabajando, recogiendo una larga tradición judía de búsqueda de interioridad (tema clave de la Cábala), desde la perspectiva biográfica y cultural de interioridad y reforma de su , en la España más honda y dramática del siglo XVI.
Este despliegue personal de Teresa ofrece la más honda visión de conjunto del desarrollo interior, en madurez humana (femenina, cristiana) de la modernidad. Recuerdo como si fueran de hoy las largas conversaciones sobre los tres modelos y moradas de Dios en el alma de Teresa, según la 7ª morada, la del amor cumplido: (a) Dios como madre,más que padre..., Dios de pechos hermosos, gozosos, abundantes, en la línea del 20 Isaías, como desarrollará Teresa de Lisieux. (b) Dios amante enamorado, el buen Jesús, amor de madurez de Teresa, amor de humanidad, en contra de los que querían diluir su rostro en la pura divinidad... sin cuerpo, sin dolor, sin alma humana. (c) Dios familia, Dios comunidad... El Dios de los conventos, iglesias pequeñas de amor de mujeres..., pero iglesias abiertas a toda la cristiandad, al mundo entero.
Universidad Pontificia, Salamanca 1999
A. Vázquez, La aventura vital y familiar de Teresita. Personalidad y estilo de Santidad, pags. 97-165.
Antonio Vázquez ha sido uno de los mejores conocedores de Santa Teresita. Ha estudiado sobre ella a lo largo de más de 50 años. Preparó una tesis de filosofía sobre ella, para defenderla a principios de los años 70; y guarda sobre ella cientos de páginas de material, de análisis directo de los texto, de reflexión e interpretación, que están sin publicar. Al final, dado que la obra se estaba haciendo interminable, prefirió presentar en la Univer. Complutense de Madrid una tesis sobre los principios de la psicología de Freud y de Jung.
Quizá sería buen momento de retomar sus fichas y trabajos sobre Santa Teresita y recrear de un modo unitario su obra. Las bases de su pensamiento se encuentran en este largo trabajo del Congreso del año 1999, en la Univ. Pontificia de Salamanca. Constituyen, a mi juicio, el mejor trabajo actual sobre el entramado y despliegue pcicológico de Santa Teresita. Más de una vez he mirado sus ficheros, los cientos de páginas escritas sobre el despliegue humano-filial-fraterno-misionero de Teresita... Así le llamaba. Una vez que fui a Roma, hacia el año 1988... me pidió que le trajera todos los volúmenes editados del proceso de beatificación y canonización de Teresita. Fui al Teresiano, se los traje... y hablamos de ellos cien veces. Se sabía al detalle cada detalles, cada figura... Había ido a Lisieux para hablar con Celina, la hermana pequeña... Tenía apuntes de conversaciones, de detalles.
Antonio, el gran psicólogo... descubrió en Teresita el proceso de un alma (de una persona) que madura entre dificultades y contradicciones, para convertirse en una de las personas más centradas, más maduras de la cristiandad moderna, en línea de amor, sobre la represión, sobre el sacrificialismo... Quizá se podría encontrar un especialista que dedicada un año a recoger y publicar esos folios y apuntes sobre Teresita, que tantas veces me ha enseñado, como obra de su vida.
La Psicología de la Personalidad en C. G. Jung (Sígueme, Salamanca, 1981);
Freud y Jung: dos modelos antropomórficos (Sígueme, Salamanca, 1981);
Psicología profunda y ética (con. F. Vázquez), Universidad Complutense, Madrid 1980
Freud y Jung, Exploradores del Inconsciente (Cíncel, Madrid, 1986);
Los dos primeros libros recogen la tesis doctoral de A. Vázquez, defendida el año 1980 en la Universidad Complutense de Madrid.El tercero ofrece una interpretación ética de la psicología profunda. El cuarto, algo posterior, es un compendio escolar (universitario) de los dos anterior.
Estos libros ofrecen, sin duda, el trabajo académico más importante realizado en España sobre el pensamiento antropológico/psicológico de C. G. Jung, no sólo en sí mismo, sino en comparación con S. Freud. No hay, que yo sepa, nadie que haya trabajado como él sobre estos temas.
El profesor Vázquez ha sido siempre un freudiano puro, pero abierto al diálogo con Jung... Y ha sido también un jungiano radical, pero abierto a la novedad radical del Edipo. Nadie hay que haya hecho dialogar con más fuerza a los dos maestros. En un nivel se oponen, y por eso se distanciaron, habiendo sido colaboradores y amigos. Pero en otro nivel más hondo se vinculan, conforme a la visión fundamental de la "paradoja", vinculada a la unión y superación de los contrarios.
Un Jung cerrado en sí, sin Freud corre el riesgo de volverse pura gnosis etérea, en la que "todos los gatos son pardos", como se decía en tiempos de Hegel. Pero un Freud, cerrado en sí, desde la pura creatividad violenta del "Edipo" corre el riesgo de encerrar al hombre en su pura guerra de "machos" (padre e hijo), sin apertura a lo arquetípico, a lo femenino. Sería necesario un libro entero para recrear este intento de vincular la obra de los dos grandes antropólogos modernos. Quizá publiqué yo mismo una pequeña reflexión sobre su forma de vincular sus visiones antropológicas.
Símbolos familiares de la Trinidad según la psicología Profunda, Sec. Estudios Trinidad, Salamanca 1980 (cf. también EstTrin 14 ( 1980 ) 4 - 69.
Éste es el mejor estudio monográfico que conozco sobre los símbolos del Padre, de la Madre y del Hijo en la psicología profunda, tal como se aplican, superan y recrean en el "dogma" de la Trinidad. Según la visión de A. Vázquez esos símbolos pueden y deben aplicarse desde Jesús de Nazaret a la visión cristiana de Dios. Pero,al mismo tiempo, deben discernirse y superarse.
Conforme a su visión, esos símbolos pueden y debe entenderse y vivirse en un plano psicológico antes que dogmático... y en esa línea son fundamentales los estudios de Freud y de Jung. Pero, al mismo tiempo, la experiencia religiosa cristiana nos obliga a recrear esos símbolos..., sobre todo a partir del "hueco" de la madre, que nos obliga a recrear la imagen del padre (que ha de ser al mismo tiempo madre) y la del hijo, desde una perspectiva histórica y espiritual. En esa línea resulta fundamental la valoración que A. Vázquez ofrece de la visión "trinitaria" de C. G. Jung. En este contexto, quiero exponer una vez más (lo he hecho en algunos libros) la interpretación de A.Vázquez sobre la Trinidad/Cuaternidad en la psicología de Jung, conforme a este escrito:
Conforme a la visión de C. G. Jung, la energía psíquica o divina se explicita y vuelve consciente por medio del hombre; a través de un proceso cultural y religioso que le va llevando hacia su plenitud. Pues bien, en este proceso de autodesvelamiento divino (humano) ha jugado un papel muy importante el esquema trinitario, no sólo en sus modos más antiguos, de tipo cultural (padre-madre-hijo), sino en su forma más elaborada y perfecta, la cristiana. Pues bien, a juicio de Jung, la Trinidad cristiana ofrece dos novedades importantes. (1) No es una trinidad sexual, fundada en el padre-madre, pues en ella no existe una figura femenina, ni masculina, ya que un padre sin madre ya no es masculino. (2) Es trinidad y no cuaternidad, en contra de lo que pide el equilibrio psicológico, que exige que se cumpla y complete la complexio oppositorum, hecha de oposiciones de lo masculino-femenino, de lo paterno y filial.
La Cuaternidad religiosa y psicológica es siempre dualidad que se rompe, suscitando así un desequilibrio nuevo. Para superar ese desequilibrio y alcanzar la quietud sería necesario pasar a otro nivel, a un plano de cuaternidad y culminación. Por el contrario, la Trinidad cristiana es camino, es ruptura y necesidad de solución. La cuaternidad, en cambio, es la realidad que ha llegado ya a su plenitud, que reconoce su propia esencia y logra identificarse consigo misma. Dentro de esa cuaternidad podríamos encontrar a María, incluida en el mismo despliegue de Dios.
Este proceso de elevación divina de una cuarta figura sagrada, que serviría para “completar” la Trinidad cristiana, integrándola dentro de una cuaternidad psicológica y religiosa de tipo universal puede interpretarse y realizarse según Jung de varias formas:
‒ Desde una perspectiva diabólica. En línea cristiana, desde el evangelio, el Diablo aparece como el expulsado, aquella realidad mala que ha sido vencida por Jesús, y que permanece fuera del círculo divino. Pues bien, en un determinado momento de su proceso conceptual (a través de la historia de los hombres), Dios ha tenido necesidad de que reconocer al mal como algo suyo, asumiéndolo como propio en el ámbito de su totalidad, expresándose así en forma de Cuaternidad, con el Dios-Padre, la Sabiduría-Madre, el Hijo-Bueno Cristo y el Hijo-Malo Diablo.
‒ Desde una perspectiva creatural. En línea cristiana, el mundo no forma parte de Dios, sino que ha sido creado, de forma que aparece así como materia o realidad externa a Dios. Pues bien, sólo en el momento en que Dios asuma dentro de sí mismo a la totalidad creada, diciendo que también la creatura es Dios, por medio del Espíritu, se habrá cumplido la historia, habrá llegado la cuaternidad: Dios-Padre, Dios-Hijo, Dios-Espíritu y Dios-Mundo.
‒ Desde una perspectiva mariológica, es decir, incluyendo a la Madre de Jesús en lo divino. En sentido estricto, María no forma parte de la Trinidad, no está incluida en el Dios en sí. Pero de hecho (según Jung) muchos cristianos, especialmente católicos, han reintroducido a María en la totalidad de lo divino, pasando así de la Trinidad a la Cuaternidad. María aparecería así como el aspecto femenino de Dios (la Gran Diosa), o como signo humanidad divinizada. De esa manera, el dogma de la asunción de María constituiría, en plano psicológico, la elevación divina de la madre de Jesús, presentada como signo de la divinidad-materna o de la humanidad culminada, en forma de Cuaternidad: Dios-Padre, Dios-Madre María, Dios Hijo Jesús, Dios Espíritu Santo.
Según eso, en la línea de C. G. Jung, María formarte parte de las "nupcias finales" de Dios que aparece como reconciliación universal: asume en sí lo malo, acoge en su seno a la creatura, despliega sus dos rasgos principales (el masculino y femenino) María aparecería así como piedra clave de esta divinidad total, que nos lleva de la trinidad ortodoxa (Dios sin mundo, sin mujer) a la cuaternidad supra-ortodoxa o divina, en la que se integra la madre divina. Pues bien, en contra de eso, los cristianos que siguen confesando en su forma actual el dogma de la Trinidad (con los credos oficiales de la iglesia) se encontrarían todavía en un momento de “tránsito”, sin haber encontrado la plenitud de Dios, pues donde el Espíritu aparece desligado de este mundo y la misma dualidad de Padre-Hijo no ha encontrado su descanso, por no estar mediado y completada por la Mujer-Madre.
Según la visión de Jung, que culmina su obra en el contexto de la Segunda Guerra Mundial (1939-1940), los cristianos “oficiales” estaríamos inmersos en un momento de violencia, guerra y muerte, tal como lo indican las grandes conmociones de la historia, fundadas precisamente en el desequilibrio masculino (trinitario) de nuestra sociedad. Pero esperamos el despliegue final de lo divino, el equilibrio total de la cuaternidad, cuando María, y con ella el mismo mundo (con el mal), vengan a incluirse en el "pleroma de Dios", la plenitud cumplidas. Éste sería un rasgo importante de la visión mariana y trinitaria de C. G. Jung, que ha querido ampliar la visión del Dios cristiano, introduciendo en ella un último elemento de equilibrio intradivino (de tipo femenino) que la convierte en cuaternidad.
Pues bien, con todas las cautelas necesarias, A. Vázquez piensa que ese “modelo” de Jung constituye una una repaganización del cristianismo, que puede situarse en la línea del famoso cuadrado (das Geviert) de M. Heidegger (cielo-tierra, dioses-mortales).... Es una repaganización, pero en la línea de una recuperación humana que es necesaria... A juicio de Jung (y de An. Vázquez) la novedad estrictamente judía de un tipo de freudismo de muerte del padre no responde a la novedad cristiana.
En una línea cristiana, lo divino incluye la totalidad (Padre y Madre, Espíritu y Mundo, Masculino y Femenino),porque Dios es Todo en todos (1 Cor 15, 28...). Así me decía, añadiendo con su ironía galáica... pero los teólogos no os habéis enterado, hacéis teología sin saber que es poesía... y sin conocer la antropología más profunda de la actualidad, son malos medievales...
Así me ha dicho mil veces... para añadir... algunos como tú sabéis por lo menos que hay que hacer un camino... Ciertamente, me decir, no se puede admitir sin más la cuaternidad de Jung, ni la ruptura trinitaria de Freud..., pero hay caminos abiertos...
Psicología de Jesús en F. F. Ramos, Diccionario de Jesús de Nazaret (Montecarmelo, Burgos, 2001).
En el campo del pensamiento cristiano destaca la aportación de A. Vázquez a la Psicología de Jesús, en un texto publicado por F. F. Ramos (ed.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Burgos 2001, 1048-1072, donde ha puesto de relieve que el análisis psicológico de la vida de Jesús nos permite descubrir su conciencia de relación filial con el Padre.
El comportamiento y las palabras, que son las del "siervo/hijo" perfecto, implican una autoridad que supera la de los antiguos profetas y que pertenece a Dios solamente. Jesús alcanzaba así una autoridad incomparable, por su singular relación con Dios, a quien llamaba "Padre mío". Jesús tenía conciencia de ser el Hijo único de Dios y, en este sentido, de ser él Dios.
A juicio de A. Vázquez, Jesús conocía la finalidad de su misión: anunciar el Reino de Dios y hacerlo presente en su persona, en acciones y palabras suyas, a fin de que el mundo sea reconciliado con Dios y renovado. Aceptó libremente la voluntad del Dios: entregar su vida para la salvación de todos los hombres; sabía que él había sido enviado por el Padre para servir y dar la vida "por muchos" (Mc 14,24).
Para realizar esa misión salvífica, Jesús quiso reunir a los hombres en vistas al Reino y convocarlos junto a sí. Con ese fin, realizó una serie de actos concretos, cuya única posible interpretación, tomados en su conjunto, es la preparación de la Iglesia que llegará a constituirse definitivamente en la época de los acontecimientos de la Pascua y de Pentecostés. Vázquez piensa que el mismo análisis de la vida de Jesús muestra que él quiso fundar un tipo de iglesia, es decir, una comunidad de personas que pudieran vivir conforme a su mensaje.
Él tenía la consciencia de haber siso enviado por el Padre para ofrecer un tipo de salvación, es decir, para que todos los hombres pudieran ser convocados como pueblo de Dios. En el fondo de esa conciencia se expresa la conciencia de una relación de amor y de solidaridad abierta desde Israel al conjunto de los pueblos, tanto en plano social como individual. Así lo ha podido formular Pablo cuando dijo que el Hijo de Dios "me amó y se entregó él mismo por mí" (Gal 2, 20).
Último libro de A. Vázquez
Tolerancia: ¿Debilidad o fortaleza?, Ediciones Tempora, Salamanca 2003.
Presentaré otro día este libro. Por hoy es suficiente... para decirle a Antonio, desde estas páginas: Gracias por haber sido amigo de Mabel. Hasta pronto.