El golpe de Estado ha fracasado en Cataluña

Las emociones destruyen y son incapaces de crear nada (Zygmund Bauman)


Y sé muy bien que me tiro a la piscina cuando afirmo esto. Precisaría además que no ha sido un golpe de Estado, sino un proceso revolucionario diseñado para desde un desafío independentista, extender al resto de España una agitación política que supone un ataque frontal al régimen constitucional, el cual, con sus defectos pero también virtudes, ha regido con éxito la convivencia entre los españoles y ha procurado su desarrollo económico.

Por qué digo que ha fracasado este golpe de Estado. Porque la irracionalidad y desconexión con la realidad del nacionalismo independentista fraguado por décadas de inacción del Estado, ha desembocado en un proceso que se les ha descontrolado a sus líderes.

He vivido en Gerona, y tras analizar el fenómeno nacionalista, saqué mis conclusiones que se ven confirmadas por los actuales acontecimientos. Percibí a mi llegada que el nacionalismo constituía un fuerte irracionalismo supremacista que estaba desigualmente aceptado por la población de Cataluña, pero que constituía el mensaje predominante por su fuerte carácter totalitario y su excluyente carácter hispanófobo.

Ellos han vendido una imagen falsa de opresión a la población catalana durante años, y han despreciado la capacidad de resistencia de una población catalana que también se siente conciliadoramente española. Son innumerables los intereses existentes entre aquella región y las demás. Son innumerables y determinantes.

Esa falsa idea de opresión que ha sido labrada por adoctrinamiento mediático y educativo está siendo erosionada eficazmente porque ha encontrado las siguientes reacciones:

1º. El envío de las fuerzas policiales y de Guardia Civil del resto de España. El Estado no se cruzó de brazos el día del referéndum. Sabiendo que ello implicaría el empleo de la fuerza, cuyo uso corresponde exclusivamente al Estado por legitimidad y legalidad, se desencadenó la previsible utilización del empleo de esta fuerza en las redes sociales y medios de comunicación independentistas, y su aireamiento dentro y fuera de España, de un el ataque a lo que ellos llaman democracia, y que en realidad siempre fue imposición y revolución. El referéndum premeditadamente sin garantías y sin verdadera intención legitimadora, planteaba realmente el siguiente chantaje al votante no independentista, o contra España o contra nosotros.

2º. El discurso del Rey constituyó un punto de inflexión porque alentó la reacción del resto de España pero muy concretamente de la población catalana y conciliadoramente española, que se ha echado a la calle porque ha perdido el miedo a pronunciarse, encontrándose específicamente amparada por el Jefe del Estado. Toda España se ha enterado del triste efecto del nacionalismo, décadas de adoctrinamiento y marginación civil contra el no independentista. Y ello es especialmente intenso en el interior de Cataluña donde la presencia independentista es omnipresente y su presión es intolerable. Hoy mismo una amiga de Gerona discrepante con el proceso, me contaba que a sus hijas les ha preguntado una profesora si su familia y ellas habían ido a la manifestación independentista de Gerona del otro día.

La imagen y el pensamiento de opresión está siendo rebatida por una imagen realista de división, clara y trágica, de la sociedad catalana. El mensaje de un solo pueblo catalán (el independentista) se está viendo contrarrestado desde dentro, lo cual no esperaban y temen. El independentista se ha confiado en un absoluto dominio social por su creencia supremacista y el dominio de sus medios de comunicación.

3º. Rajoy ha aguantado con temple gallego, la presión de todos los sitios, ha ganado la batalla diplomática en Europa, y está dejando que sus enemigos se cuezan en su propia salsa.

El detonante del duro despertar a la realidad del sueño independentista ha sido encontrarse esta mañana noticiado en los medios nacionalistas que las grandes entidades bancarias catalanas deciden huir de Cataluña. Se ha desencadenado el pavor a sufrir un corralito financiero, y la Generalitat perdería la recaudación de estas grandes empresas domiciliadas fiscalmente fuera de Cataluña. Los propios operarios de la banca catalana aconsejan a sus mejores clientes transferir sus ahorros a cuentas ubicadas fuera de allí, y muchos clientes llevan días retirando sus fondos (en Cataluña y por reacción fuera de allí). El orgullo no es tan contagioso como el miedo a perder los ahorros, y el liderazgo del proceso se cuestiona.

Desde allí el mensaje de respuesta a la huida de empresas y bancos, es la de la difusión de opiniones de insolventes profesores universitarios independentistas que prometen dos realidades virtuales: por una parte prometen una negociación de tú a tú con la UE que se verá obligada a ello por la enorme influencia y peso de Cataluña en Europa, por otra prometen permanecer en el euro, de cuya zona no saldrían. De la creación exigible en caso de independencia, de una moneda propia, existe un total tabú informativo. El nacionalismo y el marxismo siempre carecieron de lógica. Y andan muy preocupados por la manifestación anti-independentista del domingo que se espera masiva en Barcelona.

La CUP se ha quedado sola, y Puigdemont mantiene la línea dura pero pierde apoyos en el PDCat, y por eso su mensaje de respuesta al Rey más importante e implícito ha sido invocar sutil pero claramente, el más débil de los términos, el diálogo.

Los independentistas habrán de asumir que no serán independientes. La opresora España garantiza constitucionalmente sus ideas y su libre expresión. El independentismo despertó del sueño de una realidad virtual paralela y, ello tempranamente desembocará en la detención y procesamiento de los líderes de este desafío que únicamente ha provocado una irreconciliable división entre los catalanes.

La división interna entre los independentistas y entre la sociedad catalana, está marcando ahora el proceso.

Conscientes de su aislamiento en Europa e internacionalmente, han pretendido extender la división también el resto de España, fundamentalmente a través de Podemos, y de un PSOE dividido que será estigmatizado por muchos años y queda descalificado como partido de Estado pues su oportunismo espera un nuevo 13-M que no llega para plantear una moción de censura.

Todo ello a través de la agitación en las redes sociales que han sufrido, junto a las calles y familias, compañeros de trabajo y amistades, todo esta enorme presión y enfrentamiento, diseñado y planificado para hacer estallar por los aires nuestra Constitución y Democracia, que es fundamentalmente un sistema de contrapoderes y expresión de la existencia real y concreta no sólo del Estado sino de su elemento transcendente, la Nación española.

Los diseñadores de este golpe de Estado y proceso revolucionario han subestimado la fortaleza de las instituciones españolas y más aún, la reacción de la mayoría de los ciudadanos de un país con más de 500 años de Historia, apoyando a sus instituciones.

Tocará saldar y actuar firmemente para exigir todo tipo de responsabilidades a una clase política que no ha estado a la altura de la población española y que ha manipulado a la catalana, ambas titulares de una voluntad soberana de estar dentro de un estado de orden y legalidad, respeto al discrepante y buena convivencia dentro de la natural y democrática pluralidad de las ideas, y sobre la base de los fuertes e históricos vínculos familiares, amistosos, sociales, económicos y culturales que constituyen su base común con su diversidad.

España es un fenómeno político singular por su rica diversidad interna, que cuenta con un bagaje histórico de cinco siglos de unidad política y que constituye un embrión político de laboratorio para el futuro de la UE.

La mayor de las víctimas ha sido la sociedad catalana, y costará décadas que cure sus terribles heridas. Las frustraciones tienen que racionalizarse para digerirse, y no será fácil porque el nacionalismo es visceralmente irracional.

La Nación española ha despertado de su letargo histórico gracias al valor de una población catalana y a la vez española que se ha resistido durante décadas a un maligno y perverso sistema de pensamiento totalitario y neofascista que ha reaccionado violentamente al procesamiento judicial de sus históricos líderes.

Se estudiará la enorme influencia de las redes sociales en el fracaso de este golpe de Estado, pues ha existido una primera guerra en Europa sin armas, la digital.

El REALISMO ha triunfado, y es cuestión de tiempo, presión, calma y Fe, que se llegue cuanto antes al pacífico término de este terrible conflicto civil.

“España es el país más fuerte del mundo: los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido”. Otto von Bismarck.
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