Campaña de Fraternidad en Brasil en tiempo de Cuaresma Francisco: "Superemos la globalización de la indiferencia concretando la compasión en solidaridad"
Mensaje del Santo Padre para la Campaña de Fraternidad en Brasil, iniciativa anual de solidaridad promovida durante la Cuaresma por la Conferencia Episcopal Brasilera (CNBB)
"La Cuaresma y la Campaña de Fraternidad, inseparablemente vividas, sean para todo el Brasil un tiempo en el que se fortalezca el valor de la vida como don y compromiso"
| Renato Martinez
(Vatican News).- “La Cuaresma es un tiempo propicio para que, atentos a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, fortalezcamos en nosotros la compasión, nos dejemos interpelar por el dolor de los que sufren y no encuentran a nadie que les ayude. Es un tiempo en el cual la compasión se concretiza en la solidaridad, en el cuidado”, lo escribe el Papa Francisco en su Mensaje para la Campaña de Fraternidad de la Iglesia en Brasil, que este año llega a su 57° Edición con el tema, “Fraternidad y vida: don y compromiso”, esta Campaña es una iniciativa anual de solidaridad promovida durante la Cuaresma por la Conferencia Episcopal Brasilera (CNBB) y que inicia este 26 de febrero, Miércoles de Ceniza.
Reflexionar sobre el significado más profundo de la vida
En su Mensaje, el Santo Padre recuerda que, la Cuaresma es “un tiempo fuerte de oración y conversión en el que nos preparamos para celebrar el gran misterio de la Resurrección del Señor”. Por ello, durante cuarenta días, señala el Pontífice, estamos invitados a reflexionar sobre el significado más profundo de la vida, seguros de que sólo en Cristo y con Cristo encontramos respuesta al misterio del sufrimiento y de la muerte. “No hemos sido creados para la muerte –afirma el Papa citando el pasaje de Jn 10,10– sino para la vida y la vida en plenitud, la vida eterna”.
La vida es un don que debemos cuidar continuamente
Asimismo, el Papa Francisco manifiesta su alegría porque por más de cinco décadas la Iglesia en Brasil realiza, en el periodo cuaresmal, la Campaña de Fraternidad, anunciando la importancia de no separar la conversión del servicio a los hermanos y hermanas, especialmente a los más necesitados. “Este año –precisa el Pontífice– el tema de la Campaña trata precisamente del valor de la vida y nuestra responsabilidad de cuidarla en todas sus instancias, porque la vida es un don y compromiso; es un presente amoroso de Dios, que debemos cuidar continuamente”. De manera particular, añade el Papa, ante tantos sufrimientos que vemos crecer por doquier, que "provocan los gemidos de la hermana Tierra, que se unen a los gemidos de los abandonados del mundo, con un lamento que nos exige otra dirección"; por ello, estamos llamados a ser una Iglesia samaritana.
Tres actitudes fundamentales: ver, sentir compasión y cuidar
En este sentido, el Santo Padre recuerda que, “la superación de la globalización de la indiferencia sólo será posible si estamos dispuestos a imitar al buen samaritano. “Esta parábola, que nos inspira tanto a vivir mejor el tiempo cuaresmal – puntualiza el Papa – nos indica tres actitudes fundamentales: ver, sentir compasión y cuidar”. Por ello, a semejanza de Dios, que ha escuchado el grito de ayuda de los que sufren, debemos abrir nuestro corazón y nuestra mente para que resuene en nosotros el grito de nuestros hermanos y hermanas necesitados de ser alimentados, vestidos, alojados y visitados.
Un tiempo en el cual la compasión se concreta en solidaridad
Hacia el final de su Mensaje, el Papa Francisco alienta a los fieles de la Iglesia en Brasil a que, “la Cuaresma es un tiempo propicio para que, atentos a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, fortalezcamos en nosotros la compasión, nos dejemos interpelar por el dolor de los que sufren y no encuentran a nadie que les ayude. Es un tiempo en el cual la compasión se concreta en la solidaridad, en el cuidado”. Y les recuerda la bienaventuranza de Mt 5,7: ¡Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia!
Como Santa Dulce de los Pobres, ver el dolor del prójimo
Finalmente, el Santo Padre pidiendo la intercesión de Santa Dulce de los Pobres, a quien tuvo la alegría de canonizar en octubre pasado y quien fue presentada por los Obispos de Brasil como modelo para todos aquellos que ven el dolor del prójimo, sienten compasión y cuidado, pide “al Dios de la Misericordia para que la Cuaresma y la Campaña de Fraternidad, inseparablemente vividas, sean para todo el Brasil un tiempo en el que se fortalezca el valor de la vida como don y compromiso”.