Antes de dirigirse a Timor Oriental para la tercera etapa de su Viaje Apostólico a Asia y Oceanía, Francisco acudió al estadio de Puerto Moresby de Papúa Nueva Guinea para encontrarse con miles de jóvenes de un país azotado por la pobreza, la violencia y los desastres naturales. A los jóvenes de este gran archipiélago con más de 800 lenguas, el Santo Padre les pidió que aprendan «un lenguaje común: el lenguaje del amor». También les habló de la necesidad de no caer en la indiferencia, «que es casi peor que el odio».
«Agradezco su presencia, me alegro de su entusiasmo y de todo lo que hacen. Gracias por su alegría, su presencia y sus ilusiones», añadió. Concluyó pidiendo a la gente que rece por él, porque su trabajo «no es fácil».
En el aeropuerto de Port Moresby, el Pontífice fue recibido por el Primer Ministro Sir Bob Bofeng Dadae en el Meeting Romm 2 para mantener una breve conversación. Antes de subir al avión, saludó a la delegación local y a la delegación papú.
El avión papal partió del aeropuerto internacional de Port Moresby con destino a Timor Oriental a las 12.12 hora local. Tras tres horas y media de vuelo, debería llegar al aeropuerto internacional de Dili, Presidente Nicolau Lobato donde será recibido por el Presidente de la República, José Manuel Ramos-Horta. A continuación, se procederá con los honores militares y el saludo entre las delegaciones. Inmediatamente después se dirigirá a la Nunciatura Apostólica, donde será huésped durante su estancia en Timor Oriental.
Al final de la tarde del lunes, el Santo Padre se trasladará al Palacio Presidencial para la ceremonia de bienvenida, una visita de cortesía al Presidente Ramos-Horta y el encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático. Allí pronunciará su primer discurso en suelo timorense.