Emotiva visita de Francisco a un instituto de chicos ciegos y con discapacidad motora "Gracias por sus cantos, por sus gestos, por sus ojos": el 'Papa de los niños' abraza a los niños de la 'Madre Teresa de Hungría'
El Papa quiso arrancar su segunda jornada del viaje a Hungría acompañando a los 'preferidos del Señor', pequeños y pequeñas con dificultades para caminar, para expresarse, para contemplar. El Pontífice 'incapacitado' en silla de ruedas quiso hacerse uno con ellos, en una mañana emocionante
El centro está concebido como un hogar de familia para 45 adultos y 20 niños en el que está incluido una guardería y colegio. En 2015 pusieron en marcha un hogar para los adultos, puesto que muchos de ellos se quedaban solos al morir sus familiares cercanos y no disponían de ayudas para que alguien les atendiera
"Esto es Evangelio puro", improvisa, emocionado, el Pontífice. "Este es el camino de Jesús"
"Esto es Evangelio puro", improvisa, emocionado, el Pontífice. "Este es el camino de Jesús"
Anna Feher fue conocida como la “Madre Teresa de Hungría”. Gracias a su tesón, logró crear varios centros de ayuda a los niños más necesitados, especialmente en riesgo durante el régimen comunista. Niños ciegos, con deficiencias motoras, 'inútiles'. El Papa quiso arrancar su segunda jornada en Hungría con una visita privada (aunque televisada) a los niños del Instituto Beato László Batthyány-Strattmann.
Francisco se siente cómodo, feliz, junto a los más pequeños. 'Dejad que los niños se acerquen a mí', piensa este cronista siempre que observa a Bergoglio junto a los preferidos del Señor. Y, más aún, cuando no cuentan con todas las oportunidades que sí tienen otros.
"Gracias por sus cantos, por sus gestos, por sus ojos", les dijo el Papa a los chicos.
El centro está concebido como un hogar de familia para 45 adultos y 20 niños en el que está incluido una guardería y colegio. En 2015 pusieron en marcha un hogar para los adultos, puesto que muchos de ellos se quedaban solos al morir sus familiares cercanos y no disponían de ayudas para que alguien les atendiera.
Francisco llegó con pocos efectivos de seguridad: no era necesario. En silla de ruedas, tal vez para demostrar que él también está en dificultades físicas. También, como muchos de ellos, se mueve con dificultad, necesita ayuda. ¿Y quién no?
Tras escuchar las palabras de bienvenida del director del centro, Francisco asistió, en primera fila, a uncompleto concierto, con un emotivo Ave María por parte de una usuaria con serios problemas de movilidad pero mucha ilusión, una pieza de flauta por parte de una niña y varios cantos de un coro de jóvenes ciegos, que llevaban semanas ensayando.
Una vez finalizado el concierto, dos niños le regalaron al Papa dos pañuelos con los colores del Vaticano y Argentina, un rosario y una cruz de Tau, mientras que Francisco regaló al director del centro una imagen de María desatanudos, e improvisó unas palabras, en las que dio las "gracias a todos por la acogida y la ternura".
Francisco agradeció al director del centro que hubiera querido iniciar el acto con el canto de San Francisco. "Siempre se puede caminar hacia adelante. Esto es Evangelio puro". "Jesús ha venido para llevar la realidad adelante (...). Éste es el camino de Jesús".
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