Francisco vuelve a llamar por la paz en el texto distribuido en su nombre para el Angelus "En Gaza, las personas se ven obligadas a vivir en condiciones inimaginables, sin techo, sin comida, sin agua potable"

"Sigamos rezando por la paz: en la martirizada Ucrania, golpeada por ataques que provocan muchas víctimas civiles, entre ellas muchos niños"
Pensando en Gaza, el Papa pide "que se depongan las armas y se reanude el diálogo; que se libere a todos los rehenes y se socorra a la población"
"Como durante la hospitalización, también ahora en la convalecencia siento el «dedo de Dios» y experimento su cariñosa caricia"
"Espero que se inviertan los recursos necesarios para la atención y la investigación, para que los sistemas sanitarios sean inclusivos y atiendan a los más frágiles y pobres"
"Como durante la hospitalización, también ahora en la convalecencia siento el «dedo de Dios» y experimento su cariñosa caricia"
"Espero que se inviertan los recursos necesarios para la atención y la investigación, para que los sistemas sanitarios sean inclusivos y atiendan a los más frágiles y pobres"
Por fin, hemos vuelto a ver, y a escuchar, al Papa Francisco, quien bendijo a los fieles en el Jubileo de los Enfermos. No leyó, aunque el Vaticano sí distribuyó, su reflexión del Angelus, en la que pudimos advertir al mismo Bergoglio fiel a la lectura creyente de la realidad, y pendiente de los pequeños detalles, como el agradecimiento a las reclusas de Rebibbia, que este Jueves Santo esperaban su visita en el Lavatorio de Pies, y que le han enviado un tarjeta. Francisco que sigue informado de la cruda realidad de un mundo que sigue sangrando por las costuras.
"Sigamos rezando por la paz: en la martirizada Ucrania, golpeada por ataques que provocan muchas víctimas civiles, entre ellas muchos niños", señaló el Papa en el texto distribuido por la Santa Sede al término de la misa del Jubileo de los Enfermos.

"Y lo mismo ocurre en Gaza, donde las personas se ven obligadas a vivir en condiciones inimaginables, sin techo, sin comida, sin agua potable", lamentò Bergoglio, quien pidió "que se depongan las armas y se reanude el diálogo; que se libere a todos los rehenes y se socorra a la población".
"Oremos por la paz en todo Oriente Medio; en Sudán y Sudán del Sur; en la República Democrática del Congo; en Myanmar, duramente probada también por el terremoto; y en Haití, donde la violencia hace estragos y hace unos días mató a dos religiosas", concluyó.

En sus primeras palabras, Francisco confesó que "como durante la hospitalización, también ahora en la convalecencia siento el «dedo de Dios» y experimento su cariñosa caricia". En el día del Jubileo de los enfermos y del mundo de la salud, "pido al Señor que este toque de su amor llegue a los que sufren y anime a los que cuidan de ellos", señaló.
"Y rezo por los médicos, enfermeros y trabajadores sanitarios, que no siempre tienen las condiciones adecuadas para trabajar y, a veces, son incluso víctimas de agresiones. Su misión no es fácil y debe ser apoyada y respetada", proclamó, reclamando que "espero que se inviertan los recursos necesarios para la atención y la investigación, para que los sistemas sanitarios sean inclusivos y atiendan a los más frágiles y pobres".
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