Todos los pueblos del mundo tienen la condición de migrantes, en mayor o menor medida, a lo largo de su historia. El grupo federal de Cristianos-PSOE considera que este hecho no lo debemos olvidar, como tampoco debemos soslayar los principios y valores de la condición humana, reflejada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La crisis de los menores migrantes que llegan hasta las costas españolas, que tiene uno de sus principales focos en las Islas Canarias, aunque no es el único, es un ejemplo patente y terrible del rechazo que existe al diferente a la hora de hablar o por el color de su piel.

Estos menores atraviesan rutas peligrosas, como el cruce del Mediterráneo en embarcaciones inseguras o el viaje a pie a través de zonas desérticas. Además, están expuestos a abusos por parte de traficantes de personas.

Rechazamos cómo aborda esta situación la derecha, que solo busca engañar a la ciudadanía. Es la derecha extrema, el PP, y la extrema derecha, Vox, que no quieren que se atienda a los menores, y eso tiene muy poco de cristiano. Se ponen el traje cuando les parece y se lo quitan cuando les conviene. Usan el acrónimo MENAS para evitar decir que son menores, y se oponen con sus votos a que se regularice la atención humanitaria.

Son niños o adolescentes que han huido de sus países para buscarse la vida. Y lo han hecho solos, enviados o abandonados por sus familias; otras veces han sobrevivido a naufragios en los que sus padres perdieron la vida. Pero son menores. ¿Quién ha dicho que son delincuentes, o que van a serlo?.

El grupo federal de Cristianos-PSOE lamenta la actitud de los partidos de derecha, enfrascados solo en el monotema de oponerse de cualquier manera al Gobierno progresista liderado por Pedro Sánchez.

Olvidan  los valores éticos en su desesperación.

Hacemos una llamada a la reflexión