Fray José -como se presentó- toma posesión como arzobispo coadjutor de Mérida-Badajoz Rodríguez Carballo: "Sueño una Iglesia propositiva, que no se refugie en una pastoral de la nostalgia"
"Soy José, vuestro hermano, este es mi gran título", señaló Carballo parafraseando a José, el hijo de Jacob, para presentarse ante sus nuevos diocesanos, y "consciente de lo que soy, tiendo las manos para que me acojáis con benevolencia, como hermano y pastor, necesitado de vuestra fraterna ayuda y colaboración"
"¿Qué Iglesia diocesana sueño?", se preguntó Rodríguez Carballo: "Sueño con una Iglesia diocesana, misionera hacia el mundo de las periferias, una Iglesia en salida, cuyo claustro sea el mundo, que sepa escuchar las preguntas y los desafíos que nos llegan de la mujer y del hombre de hoy y que proponga sin miedo no arrogancia a Jesús como camino, verdad y vida"
Con la asistencia de 5 cardenales; 10 arzobispos; 20 obispos y más de un centenar de presbíteros, además de una numerosa representación de la familia franciscana (de la que fue Ministro general durante 10 años), así como miembros del Dicasterio para la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, del que José Rodríguez Carballo ha sido secretario hasta su nombramiento como arzobispo coadjutor, esta mañana el religioso gallego tomaba posesión en la catedral de Badajoz.
“El señor os dé la paz”, comenzó a la manera franciscana el nuevo arzobispo coadjutor de Mérida Badajoz, José Rodríguez Carballo, su saludo a sus nuevos diocesanos, destacando que esa pertenencia a la congregación de los franciscanos menores “ha dado sentido a mi vida como religioso, sacerdote y obispo”. Agradecimiento que también hizo extensivo al papa Francisco, a quien consideró “un hermano y un amigo” y quien estuvo cercano “en momentos nada fáciles para mí”, “cercanía fraterna” que también ha detectado en quien va a suceder, el arzobispo Celso Morga.
"Soy José, vuestro hermano, este es mi gran título", señaló Carballo parafraseando a José, el hijo de Jacob, para presentarse ante sus nuevos diocesanos, y "consciente de lo que soy, tiendo las manos para que me acojáis con benevolencia, como hermano y pastor, necesitado de vuestra fraterna ayuda y colaboración".
"Apenas acabo de llegar y ya me siento en casa", añadió el pastor, "portador de saudade y de morriña de mi tierra gallega", pero "ya me siento extremeño", tras lo cual demandó ayuda para llevar a cabo su servicio en esa Iglesia para "soñar juntos, caminar juntos, elaborara proyectos juntos", señaló vitando Fratelli tutti.
"Tengo claro que mi misión como pastor es ir a los de cerca y a los de lejos", y "llamado a gastarme y desgastarme a tiempo y a destiempo", pidiendo "caminar juntos" para "otra en la carne de los más desfavorecidos, los pobres, los hambrientos, los sedientos, los forasteros, los desnudos, los enfermos y oprimidos de libertad".
"¿Qué Iglesia diocesana sueño?", se preguntó Rodríguez Carballo: "Sueño con una Iglesia diocesana, misionera hacia el mundo de las periferias, una Iglesia en salida, cuyo claustro sea el mundo, que sepa escuchar las preguntas y los desafíos que nos llegan de la mujer y del hombre de hoy y que proponga sin miedo no arrogancia a Jesús como camino, verdad y vida".
"Sueño una Iglesia propositiva, que no se refugie en una pastoral de la nostalgia, del siempre se hizo así, antes bien, que se abra a una pastoral nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en sus expresiones", añadió el arzobispo.
"Una Iglesia-tienda alargada a derecha e izquierda"
"Sueño una Iglesia-tienda, una tienda alargada a derecha e izquierda, una Iglesia familia, centrada en Cristo y descentrada por su cercanía a todos, inclusiva, de puertas abiertas de modo que nadie se queda fuera, una Iglesia diocesana cuyo nombre sea sínodo, que separa escuchar al Espíritu", indicó, pidiendo aprender "la mística del encuentro y a caminar juntos".
"Secularismo, hedonismo, una cierta indiferencia ante los más necesitados, escasez de vocaciones"... Fueron algunos de los desafíos para la vida de la Iglesia que expuso Rodríguez Carballo, pero frente a ellos, invitó a "ponerse en camino, yo el primero, eso sí, juntos, mano con mano".
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