"Estamos vivos, hay que seguir sembrando, pero estamos vivos", señaló Arturo Ros, responsable de Juventud en la CEE Omella y la alta participación de jóvenes españoles en la JMJ de Lisboa: "Esto es síntoma de que hay muchísimos brotes verdes"
"Es un gozo estar aquí para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), nos hemos encontrado por el camino con todos los peregrinos que iban llegando, jóvenes que van buscando siempre una palabra de esperanza, y nos hemos encontrado en los aeropuertos, carreteras, estaciones, a jóvenes que ven caminado, ejemplo de esa catolicidad", señaló Juan José Omella a su llegada a Portugal.
71 obispos españoles y cerca de 80.000 jóvenes ya inscritos, aunque, como señaló Raul Tinajero, director de la Subcomisión Episcopal de Juventud e Infancia de la CEE, "con los que aparecerán en los próximos días, nos lleva a pensar que serán más de 100.000" los peregrinos españoles"
"Estamos vivos, hay que seguir sembrando, pero estamos vivos, aunque haya datos que contemplemos con preocupación", señaló por su parte Arturo Ros al responder al interrogante sobre el futuro del catolicismo en sociedades secularizadas como la española.
"Estamos vivos, hay que seguir sembrando, pero estamos vivos, aunque haya datos que contemplemos con preocupación", señaló por su parte Arturo Ros al responder al interrogante sobre el futuro del catolicismo en sociedades secularizadas como la española.
"Es un gozo estar aquí para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), nos hemos encontrado por el camino con todos los peregrinos que iban llegando, jóvenes que van buscando siempre una palabra de esperanza, y nos hemos encontrado en los aeropuertos, carreteras, estaciones, a jóvenes que ven caminado, ejemplo de esa catolicidad", señaló Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) esta tarde a su llegada a Portugal, en la rueda de prensa de la delegación española que participa en el que es el mayor evento de la Iglesia universal, y que se inaugura mañana, 1 de agosto, y hasta el próximo domingo.
Junto Omella, otros 70 obispos españoles y cerca de 80.000 jóvenes ya inscritos, aunque, como señaló Raul Tinajero, director de la Subcomisión Episcopal de Juventud e Infancia de la CEE, "con los que aparecerán en los próximos días, nos lleva a pensar que serán más de 100.000" los peregrinos españoles.
Una peregrinación, subrayó por su parte el presidente de esa subcomisión, Arturo Ros, que "es fruto de un proceso, de la experiencia de la fe que traen en su corazón desde sus parroquias y diócesis, viviendo la comunión y la presencia de Cristo, y es un gozo verlos tan felices, en un acontecimiento del que ellos son los protagonistas, y vienen con grandes deseos de encontrarse con el sucesor de Pedro y transmitirle que están con él, que le quieren y necesitan sus palabra, porque que todos navegamos en la misa barca"
Una peregrinación que transforma
"A veces calificamos de pasotas a los jóvenes, que les interesa poco el tema religioso, pero ver que tantos de ellos están sedientos de una palabra de esperanza y vida, que viene del evangelio, me parece precioso", ahondó Omella en una reflexión en la que destacó que la peregrinación que han emprendido estos días miles de jóvenes, algunos caminando más de mil kilómetros, como los que salieron de su diócesis, "no se hace por dinero".
"Cuando uno se ponen en camino, acaba encontrándose consigo mismo y le transforma el corazón, se empieza como caminante y se acaba siendo peregrino, alguien que se ha encontrado con la verdad, el agua viva que ellos buscaban., lo que es de una gran esperanza para la Iglesia y la la humanidad".
Dar el protagonismo a los jóvenes
"Es el momento de apostar por los jóvenes y darles ese protagonismo tan importante, y hay que dárselo cada día", señaló Tinajero, quien subrayó que eso era algo de lo que se beneficiaría el conjunto de la sociedad. En la misma linea incidió también Ros, obispo auxiliar de Valencia, quien aseguró que "en la CEE estamos consiguiendo que sean los jóvenes los protagonistas de lo que quieren pare el presente y el futuro".
"Los proyectos pastorales de los jóvenes de España -añadió- los elaboran ellos. Nosotros los acompañamos, pero los convertimos en protagonistas y es altamente satisfactorio ver cómo asumen esa responsabilidad, nos hablan, nos interpelan, nos exigen, siempre en el contexto dela Santa madre Iglesia, y esto es una gran riqueza que tenemos".
"Que sean valientes a la hora de vivir la fe"
Preguntados sobre qué esperan de los jóvenes que asisten a esta JMJ, y, en general, de la juventud católica, Omella señaló que "esperamos de los jóvenes que sean valientes a la hora de vivir la fe y testigos de esperanza apoyados en la palabra de Jesus, que es viva y eficaz y ofrece un valor añadido a este mundo de hoy".
"Estamos vivos, hay que seguir sembrando, pero estamos vivos, aunque haya datos que contemplemos con preocupación", señaló por su parte Arturo Ros al responder al interrogante sobre el futuro del catolicismo en sociedades secularizadas como la española.
"Yo he visto estos meses -prosiguió el auxiliar de Valencia- que han crecido los grupos de confirmación. Pero no es aferrarnos a números sin más, sino también a cómo se ven [las cosas] en las diócesis, lo que están haciendo los movimientos y congregaciones religiosas, pero no para competir, sino para caminar, buscando un futuro mejor en donde reine la fraternidad. Los datos son vida y esperanza cierta y segura".
Retomando el tema, Omella, y en el contexto de la alta participación de jóvenes en la JMJ, quiso subrayar que "esto es síntoma de que hay muchísimos brotes verdes, y un mundo secularizado es apasionante para un apóstol y para un misionero".
Las manos de Omella
En cuanto a cómo los pastores deben tratar a los jóvenes, Omella echó mano de una anécdota sobre su mano derecha, escayolada tras una caída que le fracturó un hueso, recordando lo que le dijo el papa Francisco: "No se acostumbre a manejar la mano izquierda, necesita también la derecha".
A lo que le contestó el cardenal arzobispo de Barcelona: "La puntilla, los toreros la dan con la derecha. Pero hay que saber manejar las dos manos: la izquierda de la ternura de la madre, y la derecha, la firme del padre. Y eso es lo que necesita el pastor de la Iglesia y también el joven... Esa es la elegancia de las dos manos. A ver si recupero la de la firmeza, porque ahora solo me sale la ternura".
Esta tarde, el cardenal Ornella preside en Estoril una eucaristía con los jóvenes españoles, y se celebra también un encuentro festivo.
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