25 de los 45 seminarios españoles tienen 5 o menos seminaristas Más de la mitad de los seminarios españoles serían lo que el papa Francisco llama “un movimiento parroquial”
En conversación con sacerdotes que estudian en Roma, Francisco, con su estilo desenfado, recomendó que los seminarios tengan “un cierto número” de seminaristas, porque “si somos cinco en la diócesis, esto no es un seminario, es un movimiento parroquial”
Sólo tres de los 45 seminarios españoles tendrían ese “número moderado” que considera más adecuado para la actualidad el Papa, es decir, entre 25 y 30 jóvenes: el Seminario Interdiocesano de Cataluña (25) y los de Getafe y Orihuela-Alicante, ambos con 28 seminaristas
Con la aprobación de la 'Ratio nationalis', los obispos quieren articular nuevos seminarios interdiocesanos donde el grupo humano no baje de los 15 seminaristas. Sin embargo, esta opción, que ya funciona por ejemplo en Cataluña, se estaría topando con problemas derivados de los actuales modelos imperantes en la formación de los seminaristas
Con la aprobación de la 'Ratio nationalis', los obispos quieren articular nuevos seminarios interdiocesanos donde el grupo humano no baje de los 15 seminaristas. Sin embargo, esta opción, que ya funciona por ejemplo en Cataluña, se estaría topando con problemas derivados de los actuales modelos imperantes en la formación de los seminaristas
Distendida charla del papa Francisco ayer con los sacerdotes que estudian en Roma. Más de 200 preguntas, de las que solo da tiempo a contestar apenas media docena. Sale, claro, el tema de los seminarios y los seminaristas. Francisco recomienda que tengan “un cierto número”, porque “si somos cinco en la diócesis, esto no es un seminario, es un movimiento parroquial”.
Y continúa con su explicación: “El seminario debe ser un número -25, 30- un número moderado. Si son 200, divididos en pequeñas comunidades: un número humano de grupo, de comunidad, eso es importante. Los grandes seminarios, 300 en total, ya no van. Eran la expresión de otra época. No, pequeñas comunidades en las que se trabaja, sino pequeñas comunidades incrustadas en una más grande”, mostró el Papa como modelo ideal para estos tiempos.
¿Y qué pasa en España? ¿Coinciden sus estadísticas con el molde que tiene en mente Francisco? Pues la verdad es que no, a la luz de los últimos datos ofrecidos por la Conferencia Episcopal Española en los que muestra el número de seminaristas por diócesis (o los seminarios Redemptoris Mater, Internacional Bidasoa, Comillas o Colegio Español de Roma).
'Grupos parroquiales' en la mayoría de los seminarios
Según esas cifras, correspondientes al curso 2018-2019 (en los datos de los años siguientes se muestra únicamente el número total de seminaristas, sin especificar procedencia), 25 de los 45 seminarios españoles tienen cinco o menos seminaristas, es decir, el 55% de estos centros de formación.
Sólo tres de ellos tendrían ese “número moderado” que considera más adecuado para la actualidad el Papa, es decir, entre 25 y 30 jóvenes, y serían el Seminario Interdiocesano de Cataluña (25) y los de Getafe y Orihuela-Alicante, ambos con 28 seminaristas. Tan sólo 10 seminarios tienen un número superior a 30 seminaristas.
La actual crisis de vocaciones sacerdotales, y no solo en España, todo hay que decirlo, preocupa a los obispos españoles, que llevan tiempo reflexionando sobre cómo evitar la disparidad en el número de seminaristas en las diócesis. Por eso, en 2019, la Asamblea Plenaria aprobó sin ningún voto en contra la ‘Ratio nationalis’, un plan de formación para los seminarios mayores españoles que pretendía adecuar la realidad española a las líneas marcadas en 2016 por la Congregación para el Clero a través de su ‘Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis’.
Opción por los seminarios interdiocesanos
Entre las medidas que contempla la ‘Ratio’ española está la de potenciar los seminarios interdiocesanos para hacer frente, precisamente, a que haya seminarios con dos o tres seminaristas, algo que los obispos consideran que dificulta una formación humana y académica de calidad.
De esta manera, se trataría articular estos nuevos seminarios interdiocesanos donde el grupo humano no bajase de los 15 seminaristas. Sin embargo, esta opción interdiocesana, que ya funciona por ejemplo en Cataluña, se estaría topando con problemas derivados de los actuales modelos imperantes, donde la formación va ligada a una concepción eclesial muy determinada y no todos acaban de entender que, por ejemplo, un seminarista en formación en Toledo sea ‘trasvasado’ a Cataluña o al País Vasco, por ejemplo.
Y también están aquellos que no quieren que las cifras de sus seminarios (que suelen ligarse a la buena marcha de la diócesis, aunque para ello se tengan que ‘importar’ seminaristas) decrezcan por tener que compartir candidatos al sacerdocio con otras diócesis afectadas por la sequía vocacional.
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