Feliz día 8 de marzo para todas las Mujeres en el Dia Internacional de la mujer

Este día conmemora la lucha de las mujeres por eliminar toda forma de discriminación, independientemente de su forma o condición, en cualquier ámbito de la vida y, singularmente, en las esferas política, civil, laboral, económica, social, cultural y religiosa.

La igualdad de género es el objetivo número 5 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Deben eliminarse todas las formas de discriminación y violencia contra todas las mujeres, de todas las edades y a todos los niveles de la vida.

Por eso se establecen las Metas principales de este objetivo, que son las siguientes:

Meta 1:  Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo, porque: de media, en todas los países, regiones y sectores, el salario de las mujeres es un 24% inferior al de los hombres.

Meta 2: Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación, porque: en todo el mundo, una de cada tres mujeres sufre o sufrirá violencias machistas en algún momento de su vida. En 2023 había en España 114.576 mujeres en situación de prostitución. La violación sexual de mujeres y niñas se utiliza también como arma de guerra: Desde 2015, el este de la RDC (República Democrática del Congo) es escenario de un conflicto militar permanente: las mujeres se enfrentan allí a una guerra dentro de otra guerra, porque, se estima que unas 40 mujeres y niñas son violadas y torturadas cada día para amedrentar a la población. En la RDC viven 200.000 mujeres que han sobrevivido a la violación.

Meta 3: Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina, porque: alrededor de 12 millones de niñas menores de 18 años son forzadas a casarse cada año. De Guatemala nos llega esta información: “Entre 2018 y 2024, casi 15.000 menores de 15 años dieron a luz, gran parte de ellas fruto de violación”. En marzo de 2024 se contabilizaban más de 230 millones de niñas y mujeres vivas actualmente que habían sufrido mutilación genital femenina, 30 millones más que 8 años antes. Es una horrible práctica que viola los derechos humanos de las niñas y las mujeres y pude dejar secuelas físicas, sicológicas y sociales de por vida. Solo en África suman 144 millones. Unos 2 millones de niñas pasan cada año por la terrible crueldad de la mutilación.

Meta 4: Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país, porque: al trabajo en los hogares las mujeres mayores de 12 años dedican tres veces más tiempo que los hombres. Las mujeres dedican 59 horas a la semana al trabajo de cuidados y doméstico, tres veces más que los hombres que dedican 22 horas de promedio.

Meta 5: Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública, porque:  Las mujeres tan solo ocupan el 24% de los escaños parlamentarios a nivel mundial. En el ámbito municipal la situación es aún más grave, ya que tan solo ocupan el 5% de las alcaldías.

Meta 6: Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, porque: hay  millones de mujeres a las que no les llegan los derechos en materia de salud sexual y reproductiva, sobre todo en los países más empobrecidos, y  2 de cada 5 escuelas en el mundo carecen de servicios higiénicos básicos, por lo que 818 millones de niños y niñas no disponen de estos servicios,  es por lo que ellas, cuando les llega la regla, generalmente abandonan la escuela.

Meta 7: Emprender reformas que otorguen a las mujeres igualdad de derechos a los recursos económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y otros tipos de bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales, porque: 153 países tienen leyes que discriminan económicamente a las mujeres. En 18 de estos países, los maridos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen fuera del hogar. En Ghana, por ejemplo,  una mujer no puede tener éxito laboral, porque destacaría por encima del hombre, y este no la soportaría porque se sentiría inferior y menos inteligente que ella.

Meta 8: Mejorar el uso de la tecnología instrumental, en particular la tecnología de la información y las comunicaciones, para promover el empoderamiento de las mujeres, porque: el Índice de participación de la mujer en el trabajo remunerado es solo del 49 %, y el del hombre es del 75 %.

Meta 9: Aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a todos los niveles, porque: casi dos terceras partes de los 781 millones de personas adultas analfabetas son mujeres, un porcentaje que se ha mantenido constante durante las dos últimas décadas. En África subsahariana hay unos 30 millones de niñas y adolescentes sin escolarizar que nunca pisaron un aula en su vida. Entre los 6 y 11 años de edad, más de la mitad de la población no escolarizada del mundo se encuentra en África subsahariana, destacando las niñas, que suponen el 60% del total: unos 17 millones.

Discriminación religiosa de la mujer:

En mayor o menor medida todas las religiones discriminan a la mujer. Algunas hasta extremos muy graves. Si la mujer es la mitad del Cielo según creencias chinas, su protagonismo religioso en la tierra va desde el infierno de los talibanes en Afganistán al paraíso de algunas iglesias protestantes que permiten la ordenación de mujeres: en el medio quedan todas las demás mujeres que son prácticamente todas, relegadas y supeditadas a un tercer plano sin relieve alguno. A pesar de que en los países desarrollados su paridad con los hombres va avanzando, plantear su igualdad con los hombres en el ámbito de las competencias religiosas, y más en la Ordenación Sacerdotal en la Iglesia Católica, que ellos tienen, es aun una pura utopía.

Ciñéndonos a la discriminación de la mujer en la Iglesia por ser mujer, podemos hacernos varios planteamientos:

-Es un hecho que en la Iglesia siempre dominó la imagen masculina de Dios.

-¿Surgió de ahí el dominio de toda una cultura patriarcal, puramente androcéntrica?

-Sin duda esto influyó en la organización social y en la exclusión y sometimiento de la mujer.

-Si el Hombre y la Mujer son iguales ante Dios, ¿Por qué no lo son en la Iglesia?  ¿Es cosa de Dios o es cosa de la Iglesia?

El papa Juan XXIII, convocó a 2500 obispos al Concilio Vaticano II afirmando: “tenemos que traer a la Iglesia a los tiempos modernos”.

Pero en lo referente a la mujer en la Iglesia se quedó en el pasado, y los Papas y los Obispos siguen anclándose en el pretérito perfecto, o sea, en la tradición de que siempre fue así y de que Jesús eligió solo a hombres y no mujeres para Apóstoles. Pero ese argumento vale muy poco, porque eligió precisamente a Mujeres antes que a Hombres para testimoniar el hecho cumbre más importante de su vida, que fue la Resurrección. Sin esta, ni siquiera hoy existiría la Iglesia. Es más, ellas fueron y en particular María Magdalena, las que anunciaron a los Apóstoles el hecho de su Resurrección. Pero todos los Papas, con diferentes documentos y con ellos los Obispos, y todo el clero conservador y tradicionalista no quieren saber nada del sacerdocio femenino.

El más negacionista y contundente fue Juan Pablo II que emitió una Carta Apostólica, titulada “Ordenación Sacerdotal” intentando dar respuesta negativa para siempre al sacerdocio femenino en la Iglesia católica.

La Iglesia perdió muchos trenes a lo largo de su historia más reciente, como al mundo obrero, a los intelectuales, a la juventud, y está a punto de perder a las mujeres, que aun son mayoría en ella y en su tarea evangelizadora , en el Primero y más en el Tercer Mundo.

Ciertamente ya hay mujeres bastante más capacitadas que no pocos obispos y sacerdotes, para ejercer mejor que ellos el sacerdocio y el episcopado, y eso que no disponen como los varones de Seminarios para su formación.

Al Papa Francisco se le notan ganas a avanzar en este proceso de incorporación más plena de la mujer en la Iglesia, pues en dos medidas revolucionarias nombró a dos mujeres para dos cargos que nunca habían sido ocupados por ellas: la monja italiana Simona Brambilla, que dirigirá el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el ministerio que se ocupa de todos los religiosos y religiosas del mundo y la religiosa franciscana Raffaela Petrini que ejerce la presidencia de la Gobernación del Estado Ciudad del Vaticano. Antes eran cargos reservados a Cardenales y Arzobispos.

Pero de estos nombramientos a conferirles la ordenación sacerdotal aun falta un gran trecho.

¿Con qué autoridad la Iglesia deniega el sacerdocio a las mujeres, si Jesucristo nunca lo hizo? Es una indiscriminación injusta.

La Iglesia Oficial muestra incoherencia absoluta con Jesucristo en muchas cosas, como el establecimiento de innumerables ritos litúrgicos y normas y leyes que Jesucristo nunca insinuó ni mucho menos practicó. Hace pocos años teníamos que acudir a la confesión individual y confesar uno por uno todos los pecados mortales, que el Concilio de Trento consideró como un mandamiento divino, y de no confesarlos todos así, cometíamos un grave sacrilegio. Ahora con la confesión comunitaria, ya no es así.

Jesús  se pronunció reiterada y duramente contra las riquezas pero la Iglesia se rodeó y sigue rodeándose de ellas cada vez más: el último ejemplo, las escandalosas y numerosas inmatriculaciones efectuadas en España recientemente. ¿Cómo puede Iglesia sentirse tranquila con tanto como acumula, sabiendo que miles de personas mueren de hambre cada día?  ¿Piensa en serio en lo de “tuve hambre y no me disteis de comer”?

Que la Iglesia, de una vez no sea hipócrita y cumpla lo que enseña, pues en el Concilio Vaticano II se manifestó así: “toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición social , legua o religión debe ser vencida y eliminada por ser contraria al plan divino”. Según esto, lo que hace la Iglesia con las mujeres es contrario al plan divino. Pero para la Iglesia Oficial, las mujeres,  al ser ordenadas, las considera automáticamente excomulgadas. Es impensable que el Dios bueno, Padre-Madre que nos enseñó Jesucristo discrimine tan radicalmente a las mujeres solo por el hecho de ser mujeres. Jesús no solo no lo hizo sino que las prefirió a ellas ante el hecho más importante de su vida. El androcentrismo en todas las esferas de la vida es cada vez más insostenible.

Esperemos que la Iglesia, de una vez por todas, se acerque cada vez más a la coherencia con Jesucristo y su mensaje y así ser como El para el mundo Camino de Luz, Verdad y Vida, que tanto lo necesita.

Feliz día de la mujer para todas las Mujeres, sobre todo para las más empobrecidas y necesitadas de este mundo, que seguramente ni siquiera saben que existe esta celebración para ellas.-Faustino

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