Me declaro enemigo de todo personal y gasto militar, y me declaro muy amigo de todo personal y gasto militar dedicados al cuidado de la Humanidad y la Naturaleza empobrecidas, que tanto lo necesitan.

 Desde abril de 2003 en Sudán se han originado diversos conflictos armados. El último en 2023, que ya han ocasionado 11 millones desplazados internos y 2 millones de emigrantes forzosos a otros países. Hay 17 millones de niñas y niños a quienes se les ha privado de educación y un 70 % de los hospitales de la zona más conflictiva ya no funcionan adecuadamente en un contexto en el que el país se enfrenta a brotes de cólera y sarampión, y miles de personas se están muriendo de hambr

En medio de esta situación tan grave en Sudán y de otras situaciones muy críticas como en Gaza, Ucrania, Haití, Afganistán (donde 9 millones de personas se quedarán sin servicio sanitarios), la Región del Sahel en África (Senegal, Gambia, Mauritania, Guinea, Malí, Níger, Camerún, Burkina Faso, Nigeria), la administración de Donald Trump y Elon Musk anuncian la eliminación de más del 90% de los contratos de ayuda exterior gestionados por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), reduciendo en 60.000 millones de dólares la asistencia global.

Estos recortes harán que el mundo sea menos saludable, menos seguro, menos próspero, y más duro y doloroso para los más de 1000 millones de empobrecidos que aun hay en el mundo.

Por su parte la UE (Unión Europea) se plantea invertir 800.000 millones de € en gastos militares. Cuando los gastos militares son ya enormes, esa inversión de la UE aun los va a hacer mucho mayores. Los gastos militares son el peor camino que ha emprendido la humanidad: Los 17 países con el gasto militar más alto en todo el mundo en 2023(en miles de millones de dólares) son estos:

EE.UU. 916    RE.UNIDO  74,9      CORE. SUR  47,9      CANADA   26,4

CHINA 296     ALEMANIA  66,8     ITALIA        35,5       ESPAÑA    22,2

RUSIA 109      UCRANIA 64,8       AUSTRALIA  32,2      TOTAL..: 2021,8

INDIA 83,6      FRANCIA 61,3       POLOMIA  31,3      MILES DE MILLONES

SAUDI 75,9     JAPON    50,2        ISRAEL       27,5      DE DOLARES

Con esa ingente millonada de dinero, que se invierte cada año en gatos militares se resolverían todos los grandes problemas y necesidades que tiene la humanidad: La Alimentación, la Sanidad, la Educación, la vivienda para cobijarse;  las Vías de Comunicación, la Investigación, Las Pandemias, la Crisis Climática, las Injusticias y Desigualdades, la Violencia, los Desastres Naturales, la Emigración Forzosa.

Hablar de Ministerio de Defensa y de Gastos en Defensa es un eufemismo engañoso, porque las armas de guerra nunca hacen el bien, siempre hacen el mal, y cuantas más son y más mortíferas más daño pueden causar, más muertes, más dolor, más sufrimientos, más destrucción, más ruina para la Humanidad y para la Creación. ¿No estamos algo locos?

Por tanto, invertir cada vez más en armas y en guerras, ese no es al camino, ni mucho menos, para el bien de la Humanidad y del Planeta que la sostiene.

Todos esos grandes problemas, sin resolver o solo muy a medias, todos ellos evidencian el fracaso de la gobernanza global del planeta en que vivimos y que los gobernantes que elegimos o nos imponen, están muy lejos de responder a los problemas y necesidades de la Humanidad actual, la cual necesita poner en práctica las grandes Reglas de Oro que Jesús de Nazaret nos enseñó y practicó, como por ejemplo, “ama al prójimo como a ti mismo”, “cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros a ellos”, “perdona a los demás como quieras que ellos te perdonen a ti”, “dichosos los que tienen hambre y sed de justicia”, “felices los que trabajan por la paz”,  “un mandamiento nuevo os doy, que os améis unos a otros”, “el amor más grandes es dar la vida por los amigos”.

La humanidad necesita volver a Jesucristo y su Mensaje porque, en medio de las dudas e incertidumbres que encierra el devenir humano, es la respuesta más liberadora más coherente, completa e integral que se ha dado a la humanidad en toda su historia, tanto en su dimensión inmanente como trascendente porque “tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me acogisteis, estaba desnudo y me vestisteis, estaba enfermo y me atendisteis, en la cárcel y fuisteis a verme… En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis”.

Esto no quiere decir que en otras concepciones de la vida no haya también grandes valores: todos deben ser reconocidos, apreciados, y aprovechados para hacer un mundo cada vez mejor para la Humanidad y la Creación, muy lejos de reaccionar con violencia física y bélica contra quienes no coinciden con nosotros, como pasó tantas veces a lo largo de la historia y aun sigue pasando hoy, lo cual denuncia tajante Jesús en el Evangelio de este domingo. Como humanos y más como creyentes en Jesucristo y su Mensaje debemos pronunciarnos radicalmente en contra de las armas de guerra, de la carrera de armamentos, de los gastos militares, de las guerras, de las venganzas, de la violencia, de todo mal trato a todo ser humano y a toda criatura, y optar por la justicia, la fraternidad, el amor, la paz, la solidaridad, la igualdad, la honradez, la lealtad, el servicio, la compasión, la ternura, la cercanía a los más empobrecidos de este mundo, como lo hizo Jesucristo. La fe es seguirlo a El, para hacer en este mundo lo que El hizo para el bien de la Humanidad y la Creación.

Justo todo lo contrario, es armarse para la guerra, como con los Proyectiles Balísticos Termonucleares que pueden alcanzar objetivos a 11.000 kilómetros, como el RS-24, que tiene  cuatro ojivas nucleares, cada una de las cuales puede tener un rendimiento 20 veces superior a la bomba atómica de Hiroshima, que causó la muerte a 140.00 personas y arrasó la ciudad, por tanto con una capacidad enorme de destrucción y muerte. Su precio puede ir desde varios cientos de miles de dólares a varias decenas de millones por disparo. ¿No es esto una gran locura, mientras hay millones de personas que no pueden comer, ni mitigar la sed, ni asearse, ni curarse, ni vestirse, ni educarse, ni tener algo de casa donde cobijarse, ni formarse profesionalmente? Las guerras y los gastos militares son un crimen contra la Humanidad y contra la Naturaleza. Me declaro enemigo de todo personal y gasto militar, y me declaro muy amigo de todo el personal y gasto militar dedicados al cuidado de la Humanidad y de la Naturaleza, que tanto lo necesitan.

Infinitas gracias a quienes apoyáis proyectos de cooperación para aliviar las necesidades y los sufrimientos de los más necesitados y oprimidos de este mundo.

Feliz domingo a tod@s.-Faustino Vilabrille