Babel y otras torres

La explicación que da la Biblia sobre la torre de Babel y el castigo correspondiente de Dios era que los hombres pretendían alcanzar el cielo que era la morada divina, una manera de creerse superiores. Pero la historia de la humanidad desmiente esta explicación ya que en nuestro pensamiento binario occidental más grande y más alto significa ser el mejor y el más poderoso. La mejor explicación de este axioma es el de las ciudades medievales italianas donde se edificaban grandes torres sin ningún sentido ya que no tenían ningún uso salvo quizás la vigilancia del entorno, como era el hecho de Roma

            Lo más curioso es que el efecto se ha seguido produciendo y la impresión es que, la medida de la altura de los rascacielos da una idea de lo poderosa que es la nación que los produce. Y eso que su construcción tiene muchos problemas como el estudio de los vientos que hay que calcular bien ya que pueden tirar un edificio tan alto. Arabia Saudita quiere edificar la Jeddah Tower con 1000 metros de altura, un proyecto que se pospuso en el 2017 cuando el propulsor el príncipe Adwaleh bin Talai fue encarcelado por corrupción

            Al día de hoy existen 236 rascacielos, la medida para este calificativo es de 300 metros de altura, de ellos desde 2014 se han edificado 160 y otros 96 se están haciendo. El oriente medio es el lugar preferido por estos edificios porque pueden presumir de los beneficios que reporta el petróleo. Sólo en Dubái hay 35 de estos monstruos entre ellos el Burj Khalifa con sus 828 metros de altura de los que solo 700 están en uso el resto es pura vanidad. Hay que pensar en los desiertos que rodean estas ciudades donde se puede construir y no haría falta hacer enormes edificios

            A los asiáticos también les gustan los rascacielos. De hecho 2/3 de los actuales se han construido en la última década. El más alto en Kuala Lumpur, se inauguró el año pasado con 679 metros altura. China que no tenía ninguno hasta 1980 ahora alberga cinco de los más altos y el 70% de los que están en construcción se edifican en su país. Hay una explicación y es la gran emigración del campo a la ciudad que exige viviendas

            En el pasado reciente los rascacielos eran sinónimo de ciudades norteamericanas ya que los primeros fueron edificados al final del siglo XIX en New York y Chicago donde el terreno es muy caro. Hoy día conseguir aprobación para un rascacielos es muy complicado. En Europa no abundan los rascacielos ya que están prohibidos por impedir las vistas de los edificios cercanos.

            Los arquitectos tienen una doble misión hacer que el edificio cumpla con su destino y cuidar el aspecto externo porque se han convertido en símbolos de las ciudades. Un rascacielos proyectado en Xi’án evoca en su fachada los soldados de terracota y otro en Tel Aviv nos recuerda a los rollos bíblicos

            Los gobiernos están empezando a darse cuenta de la locura de estos rascacielos, que exigen importante cableado con su peso correspondiente, y están poniendo pegas a alturas superiores a los 250 metros. Pero siempre habrá un millonario que quiera deja su impronta en la ciudad, al fin y al cabo, un rascacielos es una presunción revestida de cristal y acero

            ¿Qué pensarían si vieran hoy estos edificios los que construyeron la torre de Babel? Seguramente estarían de acuerdo porque una condición que existe en la humanidad es presumir de poder para que otros te admiren o te teman

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