Ha salido un libro nuevo cuyo título nos habla de la identidad de los hindúes. El autor es Manu S Pillal y su obra se titula Gods, Guns and Missionaires: The Making of the Modern Hindu Identity, (Dioses, pistolas y misioneros: la construcción de la identidad moderna del hindú). No he leído esta obra, pero me ha gustado el título en cuanto que nuestras identidades dependen de la historia del terruño en el que vivimos y muchas personas pretenden ignorarlo

            El libro empieza indagando en lo que consiste el hinduismo actual ya que la creencia más popular lo imagina como un monolito de costumbres arcaicas que lucharon contra las influencias extranjeras, como una fe amenazada. Pero no es así ya que el hinduismo mantuvo relaciones con otras creencias, unas veces violentas pero otras pacíficas. El sistema fue capaz de adaptarse a diversas influencias entre las que sobresalen: los maharajás, que eran sus principales gobernantes; los misioneros, tanto daneses, franceses y los ingleses pertenecientes a la East India Companies. Y al final consiguió forjar una identidad propia

            La influencia extranjera fue positiva ya que antes de su llegada el hinduismo consistía en una variedad de creencias en cuanto que su casta sacerdotal no se mostraba unida y en las que predominaba el localismo que iba desde una oración al Dios sol a una veneración de la sucesión matrilineal. Los europeos aterrizaron en la India a partir del siglo XV y presentaron en sus cortes una historia de sacrificios humanos, adoración del demonio y mujeres malvadas. Vasco de Gama que llegó a Kerala en el 1498 no se vio influido por estas historias, entró en un templo hindú y participó en sus rituales. Consideró que sus pinturas de seres sobrenaturales con grandes dientes eran semejantes a nuestros santos llegando a la conclusión que sus dioses reflejaban una gran familia que dependía de un solo Dios, era al final un sistema monoteísta. Algo semejante le pasó al misionero italiano Roberto de Nobili en cuanto dejó la ropa sacerdotal y adoptó la vestidura de los sacerdotes locales

            El cristianismo no fue siempre tan benévolo. Los padres portugueses en Goa, acosados por la Reform, y preocupados por la unidad quemaron templos hindús tachándolos de paganos. El padre Acquaviva, consternado por ver la tolerancia en la corte del emperador mongol Akbar el Grande, destruyó un templo hindú para poner una cruz encima lo que terminó con su martirio. Al final el libro nos relata la forma en que hindúes fueron capaces de tejer una gran tela, aunque con imperfecciones, de una gran variedad de tradiciones que es lo que el hinduismo es hoy