La jauría
Isaías 65,25 anuncia que en un mundo paradisíaco el lobo y el cordero pacerán juntos, y el león, como el buey, comerán paja. El profeta conoce la realidad del mundo en la que los animales más fuertes se comen a los débiles y es su forma de vida. Pasa algo parecido en el mundo de los hombres donde los más ricos se hacen con la fortuna de los pobres, una actitud que da comienzo a las guerras. Tras la Segunda Guerra Mundial las naciones, para acabar con el caos, se pusieron de acuerdo y montaron unas asambleas, como las Naciones Unidas, en las que todos aceptaban determinadas normas. No era un sistema perfecto, pero era un intento de acabar pacíficamente con todos los conflictos lo que en alguna medida consiguieron
Últimamente vemos que los grandes poderes se están saltando las normas. Rusia se come la península de Crimea y no pasa nada con lo que intenta dar unos pasos en el mismo sentido para ir ganando territorio. El Kremlin se sorprende que los Países pertenecientes a la OTAN ayuden a Ucrania, que quieran proteger al cordero del lobo y, de paso, a sus propios intereses
A los Estados Unidos les gustaría quedarse con Groenlandia y Canadá lo que supone la libertad de navegación para sus barcos en el Ártico, donde ya faenan rusos y chinos. También pretenden hacerse con el Canal de Panamá y ponen las reglas de la inmigración en la zona. Se han dado de baja de la OMS, le ha seguido Argentina, y de unas agencias que ayudaban a los países pobres. Tienen miedo de sus fuertes competidores, como China y en menor medida Rusia, a los que tratan con miramientos arancelarios cuando a Canadá y a Mexico los crujen. Pero la realidad es que hasta ahora era el pastor que cuidaba del rebaño y se ha cansado de hacerlo pues piensa que para sus intereses es perjudicial ese trabajo
China ha puesto sus ojos sobre Taiwan y si todavía no ha invadido la isla es porque produce el 80% de los chips que usan los millones de aparatos que funcionan con tecnología: teléfonos, radios, televisiones... Sabe que sería abrir una guerra con los Estados Unidos y todavía no está preparada. Pero, poco a poco y mientras tanto, va extendiendo su red sobre numerosas naciones africanas
No estamos asistiendo a algo nuevo lo mismo pasó con la Alemania de Hitler y el Japón de los emperadores que, tras la guerra y al ser derrotados, se hicieron lobos vegetarianos como lo hicieran años atrás los países colonizadores, Francia e Inglaterra. Siria se ha quedado tras la marcha de los rusos y la debilidad de Irán con el cartel de Se vende
Algunas naciones como Australia o Polonia crecieron sus economías respaldadas de los lobos y hoy son prósperas. Otras se durmieron en sus laureles y hoy temen la voracidad suelta de las fieras ya que han bajado sus defensas, como algunos países europeos, y las ven hambrientas merodeando por sus fronteras. La verdad es que la única salida para los países pequeños es la ayuda mutua, pero hacerlo supone una merma de sus respectivas autoridades nacionales. Nadie quiere ceder y tal vez cuando lo consigan será demasiado tarde
La realidad es que estamos viviendo un momento en el que se ha terminado la tranquilidad del zoológico - estoy hablando de occidente - donde cada animal vivía separado y hasta que no encontremos la solución nos queda solo soñar con la profecía de Isaías, una tierra donde el lobo y el cordero pacerán juntos y el león como el buey, comerán paja