El secreto de confesión
Nada les puede molestar más a los gobiernos dictatoriales que haya ciudadanos que no reporten hechos delictivos por el eterno miedo de perder el poder. En China han tenido los obispos católicos de Hong Kong que asegurar que el secreto de confesión estaba asegurado en los sacerdotes católicos. Este comunicado ha nacido a raíz de que en la China territorial se haya aprobado una nueva ley mucho más dura que la anterior. En esta nueva reglamentación se plantean penitencias muy severas incluso de prisión perpetua en los cargos de terrorismo o sedición
Si se aprueba la ley los sacerdotes se enfrentan a penas de 14 años de cárcel si desobedecen la obligatoriedad de denunciar las presuntas ofensas que incluyan terrorismo. El anuncio de los obispos del territorio de Hong Kong afirma que “la naturaleza confidencial del sacramento de la reconciliación de la Iglesia no se altera con esta ley” aunque también asegura la obligatoriedad de los ciudadanos de vigilar por la seguridad nacional
Paul Lam, el ministro de justicia del territorio aclaro que si alguien anunciaba estar planeando reunir un ejército para atacar el gobierno era un escenario extremo e improbable pero que él no estaba para hacer excepciones a la ley
Hong Kong es un territorio donde viven 7,5 millones de habitantes de los cuales 392.000 son católicos entre los que hay 268 sacerdotes, según la diócesis. A pesar de que la religión no está tan vigilada como en la China territorial, la Iglesia católica está siendo muy vigilada desde las protestas democráticas del 2019. La diócesis no ha convocado manifestaciones en protesta por las masivas ejecuciones 1989 en la plaza de Tiananmen en los últimos dos años. La mayoría de los gobernantes demócratas son católicos incluyendo al periodista mogul, Jimmy Lay, acusado en un pleito por presuntos crímenes contra la seguridad nacional, un famoso abogado Martín Lee y un antiguo obispo de la ciudad, Joseph Zen. Un dirigente, antiguo oficial de policía y ministro de seguridad, Lee, que ayudó a aplastar las protestas del 2019, también ha afirmado que es católico
Desde gran Bretaña, un grupo que se titula Hong Kong Watch ha pronosticado que la nueva ley supone una profunda y grave amenaza contra las confesiones religiosas. A lo que responde el gobierno de Hong Kong que el grupo es anti China y que está deliberadamente desinformando a los ciudadanos. Estaremos atentos a ver lo que pasa