Pausa vacacional casi desde el más allá
SI CUANDO LEAS ESTOS VERSOS...
Si cuando leas estos versos soy un poeta muerto,
respira aquí sin prisa,
detente quizá a cortar una hierba cercana
y mira hacia esas nubes que yo miraba a veces.
Si cuando leas estos versos no miro ya a esta tierra
ni me duelen los ojos ni me acobarda el tiempo,
si no tengo ya voz ni me rodea el aire,
estréchame la mano y el recuerdo
como se estrecha un hijo o una sombra.
Si cuando leas estos versos ya han volado
las plumas de mi mesa, la máquina oficiosa
y el aleteo cojo de las teclas,
repara en lo morado de este viejo horizonte
y en esas pocas cosas que yo también nombraba.
Si ya pasé y sobre mí se cerraron
las hojas del otoño como un libro,
me leerás tan sosegadamente,
tan lento y sin envidia,
con tanta nieve de piedad y silencio
como recuerdas la caída de los copos de niño.
Si cuando leas estos versos soy ya un poeta muerto,
nombra a Dios quedamente, lleva
hacia el monte los ojos,
sigue el ruido del agua y dirige
la humildad de tu rostro
hacia el olor de un lleco de tomillo
(o al beso sin aristas de una mañana de niebla).
Si te guía en estos versos
solamente el amor, solamente el perfume,
piensa que estoy contigo
yo que la vida amé,
que estoy aquí y te doy
el alma en estas letras.
(De Pie en la cima de sombra 1986.p.46.
Obra poética, p.213).