Fernando Giménez asegura que el evento “no le va a costar un euro al contribuyente” “La JMJ va a suponer una inyección económica para España de al menos cien millones de euros”

(Jesús Bastante).- 50 millones de euros de presupuesto "dinerario", sin tener en cuenta la manutención y los fondos "en especie", que no se cuantifican. Aunque se siguen los "principios de austeridad, transparencia, solidaridad, subsidiariedad y bien común", según aseguró esta mañana en rueda de prensa el director financiero de la JMJ, Fernando Giménez Barriocanal, quien se empeñó en asegurar que la visita papal "no va a costar un euro al contribuyente ni a las arcas públicas" y que "va a suponer una inyección económica de al menos cien millones de euros".

"Somos muy conscientes del contexto de crisis económica a la que estamos sometidos -incidió Barriocanal-. La finalidad de la JMJ no es económica, a pesar de que va a tener una enorme aportación económica tanto para Madrid como para la marca España". "España es un país atractivo, dinámico y solvente. Estamos orgullosos de arrimar el hombro para mejorar la percepción que en el mundo se tiene de España. La JMJ va a proyectar una imagen de España capaz de organizar uno de los mayores eventos que se generan en el mundo", añadió el gerente del Episcopado quien, pese a todo, aseguró que "no existe una cifra única, porque no sé cuánta gente va a venir".

Sí quiso, "con todas las cautelas propias" afirmar que "la JMJ tiene un coste cero para el contribuyente español, tanto si es católico como si no. No le va a costar nada a las arcas públicas". Al tiempo, el responsable de las finanzas de la JMJ aseguró que "el coste cero para las administraciones públicas viene porque la JMJ fundamentalmente se financia, en cuanto a aportaciones dinerarias (luego está las donaciones "en especie"), de los propios peregrinos. Los católicos aportamos a la jornada en torno al 70% de la financiación dineraria".

En cuanto a los beneficios fiscales de las empresas que participan en la JMJ, Fernando Giménez señaló que, en la actualidad, en España "hay ahora mismo 15 eventos de especial interés". Los ocho primeros -entre los que se encuentran el Mundobasket, el Tricentenario de la Biblioteca Nacional o la Barcelona World Race- desgravan un total de 263 millones de euros, que no van a las arcas del Estado. La previsión es que la JMJ desgrave, en este sentido, entre 15 y 20 millones de euros.

Fernando Giménez apenas habló de la aportación de las autoridades públicas, agradeciendo la colaboración de Ayuntamiento, comunidad y Gobierno central, y destacó que la mayoría de las ayudas proviene del mecenazgo y la prestación de instalaciones públicas. "Los católicos no podemos estar en régimen de privilegio, pero tampoco en absoluta discriminación", recalcó Giménez.

Preguntado por estas cuestiones, el responsable de la financiación se escapó subrayando que "hay una financiación mucho más importante, y que elevaría mucho las cifras de ese supuesto presupuesto": la de los voluntarios, las redes parroquiales y las familias de acogida.

"La JMJ no es un evento comercial, y la Iglesia no es una empresa, por lo que los criterios difieren", apuntó Giménez. "No hemos recibido un solo euro de las administraciones públicas, les hemos pedido que nos cedan una serie de recursos. Lo importante es que al contribuyente español no le va a costar un euro de los servicios públicos. Y el efecto neto es siempre un enriquecimiento para la arcas públicas. Estamos realizando un estudio de impacto económico, que presentaremos en agosto o septiembre, al igual que una auditoría".

Finalmente, el director ejecutivo de las jornadas, Yago de la Cierva, subrayó que, pese a los preparativos, "la JMJ está planteada para el después. Nosotros no estamos preparando la JMJ y cuando termine no nos sentiremos satisfechos. La Iglesia en España lo ha planteado como un instrumento de lo que hace la Iglesia. No es un evento cerrado en sí mismo, es el punto de salida de un relanzamiento de la pastoral juvenil en España. Y eso se hace poniendo en contacto con la Iglesia a muchísimos jóvenes que no lo están. Recuperar la esperanza en muchísimas instituciones de la Iglesia en que se puede y se debe trabajar con los jóvenes, de modo que después se gestione no desde la cúpula, sino desde las parroquias, movimientos e instituciones de la Iglesia. En el fondo, lo que facilitamos es una forma de empezar de nuevo con algunos jóvenes, y seguir trabajando con los que ya están. Lo importante es el después, la Iglesia no cierra después de la JMJ".

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