Unos que se decían religiosos con actuación pública en la diócesis de Cádiz han resultado unos vulgares estafadores.

Si la Junta de Andalucía o la de Galicia, el Banco de Santander o la Caixa son engañados por alguien yo no les traigo al Blog. Ya se defenderán ellos y si algún funcionario o empleado se tragó el embuste seguramente lo llevará claro. Pero no se entiende bien como la Iglesia gaditana ha tenido muchos años a unas personas que se hacían pasar por religiosos y que se dedicaban a robar a los ancianos.

Por la noticia publicada no se sabe bien si se presentaban como sacerdotes o como simples hermanos legos. Si fuera lo primero y hubieran simulado misas y confesiones la cosa sería todavía más grave. Pero no se entiende bien como en un obispado se pueden presentar unos individuos o individuas, diciendo que son religiosos o religiosas y no se proceda a ninguna averiguación.

En principio no ha quedado nada bien ni el obispado gaditano ni su señor obispo. Porque aquello parece la casa de Tócame Roque salvo para decir la misa tradicional. Que eso sí se vigila con lupa.

Pues convendría una nota explicando lo ocurrido. Que tal vez tenga explicación. Aunque de momento todo parezca una incuria monumental.