"Jesús aprende a vivir en familia en Nazareth, ahí tiene su calor de hogar" Jesús nos enseña a honrar y obedecer a nuestros padres
"El Maestro nos enseña que lo primero para él es honrar a sus padres terrenos al estar aquí encarnado en la tierra"
"En Nazareth, aprende a trabajar y seguramente es María quien le enseñara a descubrirse y reconocerse como el Hijo de Dios"
| Fray Alfredo Quintero Campoy OdeM
En este domingo, Fiesta de la Sagrada Familia, Jesús nos enseña a honrar y obedecer a nuestros padres.
Jesús como el Hijo de Dios, aún cuando sabe que debe estar en las cosas de su Padre, sin embargo, entiende que su realidad de hijo de María y de José le exige estar sujetos a ellos y siempre los obedece.
El Maestro nos enseña que lo primero para él es honrar a sus padres terrenos al estar aquí encarnado en la tierra, es parte de su anonadamiento.
El evangelista Lucas nos presenta en este domingo, como después de haber cumplido Jesús sus 12 años y haberse quedado en Jerusalén entre los doctores y maestro de la ley, haciéndoles preguntas y dejando maravillados por su inteligencia a cuantos lo escuchaban, siendo buscado con angustia, por sus padres, al no haberlo visto regresar con ellos en la caravana a Nazareth. Jesús los ve angustiados y sabe que debe seguir sujeto a María y José.
Esta obediencia de Jesús a sus padres se podrá mirar en la escena que nos relata el evangelista Juan sobre las bodas de Caná, cuando su Madre dice a los sirvientes: hagan lo que él les diga.
Jesús aprende a vivir en familia en Nazareth, ahí tiene su calor de hogar en su propio espacio para dormir, comer, convivir, etc. Ahí aprende a trabajar y seguramente es María quien le enseñara a descubrirse y reconocerse como el Hijo de Dios. ¿Porque esta última afirmación? Porque María fue la que concibió por obra y gracia del Espíritu Santo y ella es la que sabe sobre la verdad de Jesús.
La encarnación de Jesús es real y parte de esa realidad es que sabe honrar y obedecer a sus padres.
Ser hijo de Dios, como nos dice el apóstol san Juan en su primera carta: es reconocer que nosotros tenemos un Padre a quien le debemos amor y obediencia y, Jesús nos enseña ese camino de vida.
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