"Excelente biografía escrita por escrita por el Dr. Roberto Méndez Martínez" P. Felipe Rey de Castro, S.J.: Un jesuita español cubanizado

P. Felipe Rey de Castro, S.J.
P. Felipe Rey de Castro, S.J.

"Un jesuita español que, al identificarse con la  Cuba y con los cubanos con quienes vivió, convivió y colaboró, se cubanizó apostólicamente en su pensar, sentir, vivir, convivir y obrar"

"La simbiosis permanente que existió entre la vida  del P. Rey y su obra la Agrupación Católica Universitaria que fundó en la políticamente conturbada Habana de 1931 y dirigió hasta su inesperada muerte en 1952"

"Un aspecto muy meritorio y valioso de esta biografía es cómo el Dr. Méndez nos da a conocer y valorar el constante esfuerzo del P. Rey por conectar a la Agrupación Católica Universitaria y a los “agrupados” con la realidad eclesial y nacional cubana"

Para invitarlos a su lectura, les estoy compartiendo a los lectores de Religión Digital los elementos esenciales de la excelente biografía del  jesuita P. Felipe Rey de Castro (Brión, Coruña, Galicia, España, 1889-La Habana, Cuba, 1952), escrita por el Dr. Roberto Méndez Martínez, reconocido intelectual y escritor católico cubano, quien  además de ser  poeta, novelista, conferencista y profesor universitario de Historia de Cuba, ha sido Director de la Academia Cubana de la Lengua.

El encuentro con el libro comienza con una excelente portada donde aparece la amable cara del P. Rey mostrando una sugerente expresión que invita a la comunicación personal.

Rey de Castro

El  título de Felipe Rey de Castro y la Agrupación Católica Universitaria  expresa la simbiosis permanente que existió entre la vida  del P. Rey y su obra la Agrupación Católica Universitaria que fundó en la políticamente conturbada Habana de 1931 y dirigió hasta su inesperada muerte en 1952.

La calificación de  “ensayo biográfico” que el Dr. Méndez le da a su texto, habla a favor del autor , como gran conocedor de las intimidades comunicativas de nuestra lengua:  es un excelente ensayo biográfico, escrito con excelente estilo de ensayo histórico.

Antes del autor comenzar a dialogar con su biografiado, el jesuita P. José Luis Sáez, S.J., conocedor y expositor de la historia de los jesuitas en Cuba, escribe un breve y certero prólogo donde se  compromete con los lectores al invitarlos a un seguro disfrute de la biografía histórica  de un jesuita español que, al identificarse con la  Cuba y con los cubanos con quienes vivió, convivió y colaboró, se cubanizó apostólicamente en su pensar, sentir, vivir, convivir y obrar: en “aquella patria que ya él había adoptado como suya” (p.50). 

El autor, antes de comenzar su histórico relato, nos comparte las muchas y duras dificultades que tuvo que vencer para no abandonar la obra comenzada y dar por terminado su relato de la vida y obra de Felipe Rey de Castro: ausencia de biografías previas, documentación incompleta y de difícil acceso…

En muy bien titulados y elaborados diecinueve capítulos, el Dr. Méndez acomete la narración histórica de la vida y obra del P. Rey histórico y real, evitando cuidadosa y exitosamente la glorificación hagiográfica, tan deseada por muchos lectores de vidas de santos o de cristianos, que como el P. Rey, están en el proceso de ser reconocidos como tales.

Felipe Rey

Después de un muy acertado capítulo inicial donde aparece el P. Rey, ya en Cuba, en profunda y muy personal comunicación pedagógica y espiritual con el grupo de jóvenes cubanos que motivaron y facilitaron su total y permanente proceso de cubanización apostólica, el cuidadoso biógrafo nos va dando a conocer la infancia y familia del P. Rey, su adolescencia,  juventud  y estudios iniciales, poniendo énfasis en su ruta hacia la vocación religiosa en la Compañía de Jesús, especialmente en su condición juvenil de congregante mariano.

El joven Felipe entra a la Compañía de Jesús en España y hace allí las etapas iniciales de la formación del jesuita: noviciado, humanidades, lenguas, filosofía y magisterio.

Para la etapa teológica, pasa cuatro años en Holanda en un excelente teologado, donde coincide y se relaciona con jesuitas europeos de muy reconocida calidad. 

Esta experiencia europea resultó de gran importancia en la futura vida apostólica del P. Rey en Cuba, al ampliar y universalizar su visión y valorización del mundo.

Vuelve a España y hace su experiencia final, la Tercera Probación, en un sitio privilegiado: donde Ignacio de Loyola había experimentado y escrito los Ejercicios Espirituales.

Esta fue otra vivencia fundamental para su labor apostólica en Cuba.

En 1925 es destinado como responsable de conducta estudiantil (“prefecto de disciplina”) en el Colegio de Belén de La Habana y allí descubre e inicia lo que será su dedicación apostólica permanente: formar cubanos cristianos en el vivir y convivir diario, familiar, estudiantil, social, político, económico, profesional y cultural de manera real, profunda y permanente en  y desde su gran creación apos-tólica: la Agrupación Católica Universitaria.

Sede de la asociación del Padre Rey
Sede de la asociación del Padre Rey

El Dr. Méndez nos va dando a conocer, capítulo tras capítulo, cómo el P. Felipe Rey de Castro, sin dejar de ser español bueno y noble, como los que Martí quería que se quedaran en Cuba, después de nuestra guerra de independencia, se fue cubanizando apostólicamente al ir creando con muchos y valiosos cubanos una realidad tan cubana y tan cristiana como la Agrupación Católica Universitaria que el Dr. Méndez, su meritorio biógrafo cubano y cristiano, no se cansa de repetir que “alguna vez será reconocida adecuadamente en la historia de la Iglesia católica cubana” (p. 126). 

Dos capítulos de máxima importancia y actualidad permanente son los que el Dr. Méndez titula como Los peligros de la política y La política como servicio, en la formación y en el trabajo apostólico de los cristianos presentes, activos y comprometidos con el mundo real, como eran los “agrupados” que formaba y orientaba el P. Rey, en una Cuba donde la política se había convertido en un próspero y muy corrupto negocio o en una fiera lucha, donde la pistola y el petardo tenían mucho que decir en la lucha diaria por el apetecido poder político.

Un aspecto muy meritorio y valioso de esta biografía es cómo el Dr. Méndez nos da a conocer y valorar el constante esfuerzo del P. Rey por conectar a la Agrupación Católica Universitaria y a los “agrupados” con la realidad eclesial y nacional cubana y con válidas propuestas universales como el Movimiento por un Mundo Mejor del esperanzador P. Ricardo Lombardi, S.J., a quien le dedica un excelente capítulo en su relación con el P. Rey.

Como el P. José L. Sáez, prologuista de esta excelente y estimulante biografía del P. Felipe Rey de Castro, jesuita español cubanizado apostólicamente en la creación y dirección de la Agrupación Católica Universitaria, yo también me atrevo a recomendarles su lectura “que van a disfrutar. Se lo prometo”. 

Felipe Rey

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