El coordinador del C9 presentó su libro-entrevista con Fernando Prado en Madrid Maradiaga: "Estar en la Curia no es gobernar ni mandar, sino servir"

“Servir e integrar. La Curia es parte de un servicio. Estar en la Curia no es gobernar ni mandar, es servir. Es necesaria, también, la ‘conversión curial’”. El cardenal Maradiaga, coordinador del C-9, pasó fugazmente por Madrid para presentar Praedicate Evangelium, un libro entrevista conducido por el claretiano Fernando Prado y editado por Publicaciones Claretianas. Un libro llamado a abrir los ojos de todos los cristianos, y que sirvió como cierre de la Semana de Vida Consagrada del ITVR.

Moderó la presentación el periodista y colaborador de RD, José Lorenzo, quien alabó la relevancia del diálogo emprendido entre el cardenal y Fernando Prado, que marca las claves de la reforma de la Curia, que entrará en vigor el próximo 5 de junio y que ya ha levantado suspicacias.

El claretiano, que ya ha logrado varios ‘scoops’, entre ellos, una conversación con el mismísimo Papa, consiguió hacer un libro con el ‘director de orquesta’ del Grupo de cardenales que asesora al Papa en la reforma de la Curia, y que seguirá colaborando con Bergoglio en el futuro. De hecho, hoy mismo el C-7 (antes C-9) vuelve a reunirse. “La reforma de la Curia no funciona sin una reforma de las personas. La renovación no viene de las estructuras, sino de las personas, y esto es una tarea constante”, advirtió.

“La reforma empezó el mismo día en que eligieron a Francisco”, revela Maradiaga, quien recibió una llamada del propio Papa al día siguiente de su elección. Allí mismo, y no después, comienza a pergeñarse el embrión de lo que hoy es, y será, un cambio que se predice histórico. Y que se ha llevado adelante no sin dudas y críticas, externas, pero también en el mismo grupo de cardenales asesores.

"Gracias a Dios había disidencias"

“Gracias a Dios había disidencias, porque esto enriquece y es uno de los grandes aportes de la reforma del papa Francisco”, señaló el purpurado, quien insistió en que, a lo largo de estos años, “el Papa nos pidió trascender sin quitar, hacer arte del escuchar, que es algo más”, siguiendo el esquema de ‘Ver, juzgar y actuar’.

El primero no es Doctrina de la Fe, sino la evangelización. ¿Y el prefecto de ese dicasterio quién es? El Papa, porque el Papa es el primer evangelizador. Este es un gran gesto, de gran calado”

Una de las claves del cambio en la organización curial, precisó Maradiaga, fue la reducción de dicasterios. “Siendo muchos ministros, se hace tan difícil gobernar…”, explicó. “Había que clarificar los criterios para unificarlos, y ordenarlos. El primero no es Doctrina de la Fe, sino la evangelización. ¿Y el prefecto de ese dicasterio quién es? El Papa, porque el Papa es el primer evangelizador. Este es un gran gesto, de gran calado”.

Después, “Doctrina de la Fe, que no es un bloque monolítico que nunca va a cambiar, sino que viene del Evangelio. E inmediatamente después la caridad, que antes era una oficina, pero que es muchísimo más”, añadió el purpurado hondureño, quien también destacó la relevancia del laicado (por primera vez, laicos, hombres y mujeres, pueden presidir los ‘ministerios’ de la Curia), que son “el 99% de la Iglesia y no podían ser ignorados. El hecho de que un laico o una laica pueda presidir un dicasterio es una reforma grande”.

También, en el ámbito internacional, como un elemento de cohesión, porque “la Curia no es simplemente un elemento intermedio entre el Papa y las conferencias episcopales, sino algo al servicio de todos, y este es un elemento muy importante”.

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