El purpurado presenta 'Praedicate Evangelium' (Claretianas) en Roma Maradiaga: "No estamos en una Iglesia encerrada en sí misma, no. Estamos en una Iglesia misionera que avanza intrépida"
"Recibimos la tradición como un tesoro, pero no nos quedamos inmóviles, sino que la enriquecemos y la adaptamos a los tiempos, y por eso no nos ha detenido ninguna resistencia u oposición”
"Hemos escuchado a todos y de todo sobre la nueva constitución, voces disonantes, contradictorias, pero eso es la vida de la Iglesia. Y el proceso sinodal que vive la Iglesia universal es el nuevo camino de la reforma"
“Praedicate Evangelium. Una nueva curia para un tiempo nuevo”
La figura del Papa emérito, que no se toca en la nueva Constitución, “seguramente se tratará en el futuro”
“Praedicate Evangelium. Una nueva curia para un tiempo nuevo”
La figura del Papa emérito, que no se toca en la nueva Constitución, “seguramente se tratará en el futuro”
(Alina Tufani, Vatican News).- “La reforma no es la Constitución Apostólica que es solo una parte, en realidad, comenzó cuando el Papa dijo que quería vivir en Santa Marta”. Con esta frase, el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, coordinador del Consejo de Cardenales quería sólo dar una idea del tiempo que ha pasado desde que el Papa Francisco comenzó a concebir una nueva forma de Curia, ese “nuevo espíritu” que no se puede ver como “simple burocracia”, sino como vocación de servicio.
“Praedicate Evangelium. Una nueva curia para un tiempo nuevo” se titula el libro basado en la entrevista al cardenal Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, realizada por el sacerdote y periodista claretiano Fernando Prado Ayuso, director de la editorial Publicaciones Claretianas. Presentado, ayer en la tarde, en la Sala San Pio X, en Roma, las 264 páginas del libro-entrevista ofrece una clave de lectura simplificada de la Constitución Apostólica que va más allá de su contenido jurídico para adentrarse en el camino que llevó al texto aprobado “milimétricamente” por el Papa Francisco, y promulgado el pasado 19 de marzo, aniversario del inicio de su pontificado.
Una trampa para la lectura
“Cuando sale un libro de la Iglesia muchas veces pasa desapercibido, nadie lo lee o profundiza”, señaló el purpurado hondureño como una de las motivaciones que llevaron a la realización del libro-entrevista. “Una trampa para ayudar a leer y conocer la Constitución Apostólica”, dice Rodríguez Maradiaga, con la que Francisco sella una reforma de la Curia Romana que tuvo su origen en las discusiones e inquietudes del Cónclave que lo llevó a la Sede de Pedro y que aún continúa.
Tras aclarar que no se trata de una reforma de la “Iglesia” sino de la “Curia” y que ya ha comenzado en diversos campos, como la incorporación de laicos al mando de los dicasterios o las transformaciones “muy relevantes” en el área económica y de las finanzas, el cardenal Rodríguez afirmó que “ese espíritu nuevo” que se quiere con la reforma está ya plasmado en el mismo título de la Constitución.
“La Iglesia existe para evangelizar, de allí el nombre Praedicate Evamgelium, porque anunciarlo ya implica una dimensión esencial para la Iglesia que es la misionariedad, y por eso el Papa nos llama a una ‘Iglesia en salida’, que no es una Iglesia encerrada en sí misma o que está lamiéndose las heridas. No. Estamos en una Iglesia misionera que avanza intrépida”, enfatizó el cardenal.
“Hemos escuchado a todos y de todo”
Durante la presentación se hizo un repaso de los cambios principales como el del Dicasterio para la Evangelización que une a la antigua Congregación para la Evangelización de los Pueblos y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, entre otros. Sin embargo, el cardenal Rodríguez Maradiaga puntualizó que no se ha inventado ni eliminado nada: “Recibimos la tradición como un tesoro, pero no nos quedamos inmóviles, sino que la enriquecemos y la adaptamos a los tiempos, y por eso no nos ha detenido ninguna resistencia u oposición”.
“Ha sido una larga etapa de escucha porque, hasta ahora, lo que considero más profundo de la reforma es la sinodalidad, que no es una palabra de moda, sino una escucha mutua donde todos tienen voz y, sobre todo, el laicado que es la mayoría de los miembros de la Iglesia. Hemos escuchado a todos y de todo sobre la nueva constitución, voces disonantes, contradictorias, pero eso es la vida de la Iglesia. Y el proceso sinodal que vive la Iglesia universal es el nuevo camino de la reforma”, explica el purpurado.
Ausencias: Consejo de cardenales y Papa emérito
Interpelado sobre la ausencia del Consejo de Cardenales en la Praedicate Evangelium, Rodríguez Maradiaga reiteró que no es parte de la curia precisamente para poder cumplir la función de ofrecer al Pontífice “algunas lecturas o perspectivas que no se perciben desde la organización curial”. Sin embargo, aclaró que su permanencia dependerá de cada Pontífice, “porque no se puede pretender crear estructuras que pueden aprisionar al Papa”.
Sobre la ausencia de una norma o estatuto que defina la figura del Papa emérito, el cardenal no desechó la posibilidad de regular o legislar esa situación, pues se trata de algo que no tiene antecedentes. Pero, aunque no ha sido tema en esta reforma, adelantó, “seguramente se tratará en el futuro”. Por otra parte, queda pendiente la reforma del Código de Derecho Canónico que “es fundamental, pues por décadas se han introducido cambios sólo mediante “Motus Propio”.
De prejuicios, chismes, resistencia y resiliencia
Retomando las palabras del prefacio del Papa Francisco sobre la necesidad de que la Iglesia adapte las “estructuras humanas”, a los tiempos que cambian, “con un pie en los orígenes y fiel a la tradición”, el cardenal Rodríguez Maradiaga, en conversación con Vatican News confirmó que hay quienes han visto amenazada la esencia o la tradición de la Iglesia.
“Se sabe que hay voces altisonantes en distintos sectores. Yo diría que los que tienen ese enfoque es porque no conocen lo que se está haciendo. A veces salen de titulares un poco escandalosos de algún medio, de suposiciones o de chismes que circulan. (…) Generalmente, son prejuicios y son ideas equivocadas.
Teniendo en cuenta que es la Curia la que tiene que asumir el cambio, el 5 de junio, entrada en vigor de la Constitución, ¿la Curia será más resistente o resiliente?
Van haber resistencias. Es normal, porque los seres humanos somos así. Tenemos que saber que, para todo, ha habido resistencia. Por ejemplo, el Concilio Vaticano II, que tiene ya 60 años, todavía encuentra resistencia. De tal manera, que no nos deben preocupar, porque el Espíritu Santo sigue actuando, no está de vacaciones, ni está en una siesta perenne.
En la unificación y la puesta en primer lugar del Dicasterio de la Evangelización, lo que llama la atención, es quien lo dirige. ¿Por qué el Sucesor de Pedro, que ya es guía y jefe de toda la Iglesia Universal va asumir una prefectura específica, es decir, Papa y Prefecto?
Él es el primer evangelizador y, por consiguiente, es lógico, que esté en el dicasterio que es el primero, que es el motor de todos los demás. Así como nos ha dicho el Papa, es una Iglesia que no va ni atrás, ni adelante, ni en medio, va según sea necesario y, lógicamente, en la nueva Constitución, él es el primer evangelizador.
Se aprueba el ejercicio de gobierno de la Iglesia por parte de los laicos. ¿Cómo cambiará la percepción tradicional que se tiene de la Curia, desde afuera y desde adentro con estos laicos?
Se va a ir tomando conciencia, cada día más, que la curia es un servicio y en el servicio caben todos de acuerdo al carisma que han recibido. Entonces, si es una persona capaz, que tiene todas las disposiciones de servir y la preparación necesaria, sea laico, sea sacerdote, sea obispo o sea cardenal, va a estar ahí. De modo que todo, poco a poco, va a ir cambiando, sin duda alguna.
En esta presentación, usted ha mencionado que este proceso ha sido como la canción “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. ¿Este es un primer golpe o vendrán otros golpes?
Yo ya estoy terminando mi servicio, pero claro que vendrán, sin duda alguna. Por lo mismo, creo en el Espíritu Santo y vamos a ir en discernimiento conforme camina el tiempo. Yo no puedo ser profeta de futuro.
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