El jesuita español es autor de "Cuidar la vida" (Rd en Herder) Masiá: "Hoy por hoy, una revisión de la moral sexual tradicional parece incompatible con algunos pronunciamientos oficiales"

Continuamos con las charlas con el jesuita Juan Masiá, sj, a cuenta de su libro "Cuidar la vida" (RD-Herder). En esta ocasión, sobre un tema controvertido: la Iglesia y la sexualidad.

¿Por qué topamos con la iglesia en cuanto se tocan el tema de la sexualidad?
Un punto débil muy criticable, antropológica y éticamente, en los documentos eclesiásticos sobre familia, sexualidad y procreación asistida, es la obsesión injustificada por no distinguir ni separar los aspectos unitivos y procreativos en la relación sexual. Ahí se bloquea el razonamiento moral y se acaba por oponerse tanto a la procreación médicamente asistida como a la anticoncepción y las relaciones que no tienen como finalidad la procreación.

Pero, ¿qué dices del famoso mandato de la Biblia: "Creced y multiplicaos"(Gen 1,28)?

La Biblia de Alonso Schökel y J. Mateos traduce muy bien con una coma, en vez de con una "y". No dice: "Creced y multiplicaos", sino "Creced, multiplicaos". Quienes dan prioridad a la procreación leen así: "Multiplicaos para aumentar descendencia, para que no se extinga la especie". Otra lectura posible: "Ayudaos mutuamente a crecer y multiplicaos". Esta interpretación desdobla la unión de la pareja en ayuda mutua y procreación. "Creced y multiplicaos" son imperativos diferentes: "Creced, siempre. Multiplicaos, no siempre, sino a su tiempo". Para crecer juntos, amaos y deciros mutuamente que os queréis. Decidlo con la palabra y el cuerpo, acariciaos mutuamente y uníos. Y cuando sea oportuno que el amor fructifique en prole, favoreced las condiciones para acogerla, criarla y educarla.
Esta interpretación no identifica el crecimiento con la multiplicación, ni el amor con la procreación. Las exhortaciones sobre la familia en documentos eclesiásticos no concordarían con esta interpretación, ya que el punto débil de la teología "romana" en este tema es su énfasis en la inseparabilidad de lo procreativo y lo unitivo en todos y cada uno de los actos de unión corporal de la pareja.

¿Es compatible esta interpretación con lo que dice la mayoría de documentos oficiales delmagisterio eclesiástico?
Quisiera esperar con optimismo que llegue a serlo. Hoy por hoy, todo esto supone una revisión de la moral sexual católica tradicional, incompatible con algunos pronunciamientos oficiales del magisterio eclesiástico. Esta propuesta no refleja, por tanto, la postura oficial de la jerarquía eclesiástica católica, sino la aspiración ingenua y confiada de que se revise y reforme en un futuro ojalá no muy lejano.

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