Equipo coordinado por Rafael Aguirre en Verbo Divino Así vivían los primeros cristianos
(Antonio Aradillas).- Tal es el título de uno de los últimos libros editado por "EDV"- "Verbo Divino"- en su colección "Ágora", con la firma de Rafael Aguirre (ED), "al frente de un equipo que trabaja sobre los orígenes del Cristianismo".
Del mismo se asegura que se caracteriza "por una metodología interdisciplinar que aúna el acercamiento literario y teológico a los textos del Cristianismo de los orígenes, con el recurso a las ciencias sociales, como la historia, la antropología cultural, la sociología y la psicología social".
Un elenco de autoridades universitarias -hombres y mujeres- en la materia, se han dado cita venturosa con solvencia y conocimiento de causa, alrededor de uno de los temas que precisan de mayores y más profundos estudios. La fidelidad a las creencias, modos y formas de vivirlas y de expresarlas desde sus orígenes, al margen de las contaminaciones que imponen el paso del tiempo y los intereses personales y de grupo, es absolutamente imprescindible para asegurar su supervivencia y actualización.
De suyo, en la contraportada del libro, con humildad y ponderación humana, científica y evangélica, se reconoce que, con el tiempo, y a lo largo y ancho de la historia, "el Cristianismo no tardó en convertirse en religión imperial, si bien en sus orígenes descubrimos un ADN con otras posibilidades más profundas, nunca sofocadas del todo, y que pugnan por despertar a la vida y transformar el Cristianismo de nuestros días".
Y es que es un deber de conciencia, a la vez que una necesidad imperiosa, restaurar y recuperar la fe, volver a sus orígenes primeros. Sin conocimientos seguros acerca de cómo se vivió tal fe, no es posible tomar conciencia de cómo, y por qué, esta es, y será, hoy practicada y vivida. La "religión imperial", encarnada soberanamente, con aquiescencia y bendiciones de papas y obispos, sobre todo, en la persona del emperador Constantino "El Grande" y en sus sucesores, no tiene cabida en el esquema religioso que hoy se demanda.
No es heterodoxo compartir la opinión de muchos, de que este emperador, el último de los perseguidores oficiales del Cristianismo, es -debe ser- considerado como uno de los que en mayor proporción y medida contribuyeron a la "desreligiosización" de la fe cristiana, es decir, a la perversión del mensaje de Jesús.
La obra que presento se divide en cuatro partes:1) Experiencias extraordinarias en sus orígenes, 2) Los ritos, 3) Las prácticas de vida y 4) Las creencias. Se deja constancia de que "el orden de los capítulos pone de manifiesto que el aspecto doctrinal no fue el decisivo en sus orígenes, porque, lo que verdaderamente atraía del Cristianismo era un estilo de vida y unas comunidades con capacidad de acogida y de integración"
Y es que precisamente, y sobre todo, en estos tiempos nuestros, estos, y no otros, valores constituyen, y constituirán, la esencia de la religión cristiana, y no la ideología, aparato y comportamiento de sus responsables máximos, con mención humilde y sacramentaria para papas, obispos y clericalidad.
La colección "Ágora" alberga títulos de nombradía y actualidad, como "Jesús, el varón", "¿Dieron culto a Jesús los primeros cristianos?", "Pablo no fue cristiano", "La muerte de Jesús", "Apocalipsis contra imperio" y "Para entender el mundo social del único Testamento" .
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