La referencia fundamental de nuestra vida cristiana es
JESUCRISTO: cómo vivió, qué hizo, su relación con los personas, qué preferencias, qué dijo, etc. Para nuestra vida no es suficiente saber cosas, historietas o datos sobre Jesús.
Necesitamos trasladar a nosotros su modo de relacionarse, de hacer, sus criterios para situarse de una u otra manera.
No es que tengamos dos vidas, la cristiana y la ordinaria. Tenemos una sola que la orientamos con criterios cristianos, ateos, capitalistas, etc.
Los criterios no son sólo ideas. Incluyen sentimientos, simpatías, rechazos...
La FE o “vida de FE” consiste propiamente en el seguimiento de Jesús. Sucede que para seguir a alguien necesitamos previamente conocerle, que nos caiga bien, llegar a ser amigos.
Estas situaciones son muy personales, fruto de nuestras decisiones y del fundamento que las sustente.
A eso van nuestras reuniones, nuestras celebraciones, nuestra oración.