El Papa Francisco ha nombrado este 17 de febrero a Mons. Adalberto Martínez Flores como arzobispo de la Santísima Asunción, reemplazando en el pastoreo de la capital del Paraguay a Monseñor Edmundo Valenzuela Mellid, que había presentado su renuncia por motivo de edad el 19 de noviembre de 2019, cuando cumplió los 75 años que prescribe el Código de Derecho Canónico, que fue nombrado arzobispo coadjutor en 2011 y asumió la sede arquidiocesana en 2014.

Mons. Adalberto Martínez Flores, que tomará posesión el próximo 6 de marzo, era hasta ahora obispo de Villarrica del Espíritu Santo y administrador apostólico del obispado de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Nacido el 8 de julio de 1951, fue ordenado presbítero el 24 de agosto de 1985 para la diócesis de Saint Thomas, en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos.

Fue ordenado obispo auxiliar de la Santísima Asunción el 8 de noviembre de 1997, siendo nombrado primer obispo de la diócesis de San Lorenzo el 18 de mayo de 2000. El 19 de febrero de 2007 fue nombrado obispo de la diócesis de San Pedro, pasando a ser obispo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional el 14 de marzo de 2012. El 23 de junio de 2018 fue nombrado obispo de Villarrica del Espíritu Santo, permaneciendo como administrador apostólico de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

En la Conferencia Episcopal Paraguaya es su presidente desde 2018, cargo para el que fue reelegido el pasado 5 de noviembre. Anteriormente fue su secretario general de 2005 a 2015, desempeñando otros cargos, como responsable de la Juventud, las Comunicaciones, Laicos, Educación y Ecumenismo. En el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), fue responsable de la Sección Juventud, de 2003 a 2007, y del Departamento de Comunicación y Prensa, de 2011 a 2015.

En un mensaje leído en el momento en que fue anunciado su nueva misión, Mons. Martínez Flores tras mostrar su gratitud, ha señalado que “el mundo y el Paraguay necesita de sus discípulos misioneros, para la tarea de la siembra de la Buena Noticia de Jesús Salvador del Mundo”. Para ello ha afirmado que “nos ayudaremos entre todos, caminando juntos para emprender con el pueblo de Dios un camino sinodal de evangelización, de escucha y aprendizaje”.

Mons. Adalberto Martínez Flores ha dicho volver a casa, “en esta arquidiócesis he sido recibido e incardinado”, mostrando su disposición “para hacer la voluntad de Dios y ser un instrumento al servicio de la construcción de su Reino en esta Iglesia particular de la Santísima Asunción y en comunión con mis hermanos Obispos para animar, animarnos juntos, a toda la Iglesia en el Paraguay”.

También ha insistido en “impulsar las orientaciones del Concilio Vaticano II y del Magisterio de los padres de la Iglesia, en especial las orientaciones contenidas en la exhortación apostólica del Papa Francisco, la Alegría del Evangelio”. Del mismo modo ha resaltado que “acompañaremos y animaremos con convicción las diversas iniciativas pastorales del Papa y del episcopado latinoamericano, y que están en pleno desarrollo, como son el Sínodo sobre la Sinodalidad y la Asamblea Eclesial”.

En relación a la sociedad ha mostrado el compromiso de la Iglesia paraguaya de “favorecer la cultura del encuentro para propiciar el diálogo y la concertación social para el bien común”, algo para lo cual “pondremos nuestro empeño y esfuerzo para el logro de ese propósito”.