Se celebra de 18 a 21 de mayo de modo virtual Asamblea Eclesial, CEAMA y presentación de la realidad, marcan la tercera jornada de la 38ª Asamblea del CELAM
“El Sínodo para la Amazonía fue una escuela muy grande para todos nosotros en la Iglesia universal, una escuela de que se podía utilizar otra metodología”
La CEAMA es “un paso adelante hacia una Iglesia más sinodal, menos piramidal, donde participe mucho más todo el Pueblo de Dios en todas sus categorías”
Importancia de la “capacidad de reflexión y conocimiento que podemos ofrecer a un mundo dominado por sistemas políticos y económicos que están fracasados”
La pandemia nos ha mostrado, según el sacerdote mexicano, que “hay una resignificación de lo que somos y de lo que hacemos, no podemos establecer proyectos pastorales sin este contexto de la pandemia”
Importancia de la “capacidad de reflexión y conocimiento que podemos ofrecer a un mundo dominado por sistemas políticos y económicos que están fracasados”
La pandemia nos ha mostrado, según el sacerdote mexicano, que “hay una resignificación de lo que somos y de lo que hacemos, no podemos establecer proyectos pastorales sin este contexto de la pandemia”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
La Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, que se celebra virtualmente de 18 a 21 de mayo, se ha centrado en su tercer día de trabajo en los informes sobre la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, la Conferencia Eclesial de la Amazonía y la realidad de los diferentes países de América Latina y el Caribe.
No podemos olvidar que la pandemia del Covid-19 está marcando decisivamente la vida del pueblo y de la Iglesia latinoamericana y caribeña. A pesar de las dificultades, el cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, al presentar la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, destacaba que su preparación no ha parado. El purpurado hondureño presentaba los objetivos, que inciden en reavivar la Iglesia, presentando una nueva manera de ser Iglesia, en clave sinodal, hacer una relectura de Aparecida para retomar lo más impactante y reconectar las cinco conferencias y el Magisterio del Papa Francisco.
Estamos ante la oportunidad de una amplia participación, para lo que es de gran importancia el actual tiempo de escucha. El cardenal destacaba que “el Sínodo para la Amazonía fue una escuela muy grande para todos nosotros en la Iglesia universal, una escuela de que se podía utilizar otra metodología”. Hasta entonces, existía una gran dificultad para realizar los sondeos previos a los sínodos, que, o no era hecho o era hecho por muy poca gente, siempre de dentro de la Iglesia, según el purpurado. Con el Sínodo de la Amazonía se demostró la posibilidad de que el ver se transforme en escucha.
Según el arzobispo de Tegucigalpa, eso es una inspiración para la Asamblea Eclesial, “donde queremos que la escucha tenga una fuerza muy grande”, algo que es recogido directamente por el comité de escucha, insistiendo en que cualquier persona puede entrar en la página web y aportar. También destacaba la importancia de una mirada contemplativa de la escucha, que está complementada por el itinerario espiritual. Por eso, es necesario, según el purpurado, motivar la escucha, la necesidad de participación y animación. En ese sentido, destacaba que “la ventaja es que a través de los medios telemáticos se puede llegar directamente al comité de escucha”.
La Conferencia Eclesial de la Amazonía, de la que forman parte nueve países y siete conferencias episcopales, que forman parte del CELAM, una novedad nacida en junio de 2020, es uno de los frutos del Sínodo para la Amazonía, que hizo la propuesta de crear un organismo episcopal para coordinar la aplicación del Sínodo en el territorio, como recordaba el cardenal Claudio Hummes. Sin embrago, por indicación y deseo del Papa Francisco este organismo se convirtió en una conferencia eclesial. Se trata, según el presidente de la CEAMA de “un paso adelante hacia una Iglesia más sinodal, menos piramidal, donde participe mucho más todo el Pueblo de Dios en todas sus categorías”.
El purpurado destacaba que no es una simple secretaría o comisión de otra entidad, sino que tiene el nivel de una conferencia, lo que le daría toda su autonomía. Al mismo tiempo insistía en que es una conferencia eclesial, de la que no sólo forman parte los obispos.
Al hablar sobre la misión de la CEAMA, el cardenal Hummes decía que se trata de ayudar a delinear el rostro amazónico de la Iglesia, promoviendo una pastoral de conjunto, como nos había indicado Aparecida, diferenciada, dada la diversidad de culturas y realidades dentro de la Pan-Amazonía, fomentando enormemente la inculturación de la fe en sus territorios, aplicando los resultados del Sínodo Especial para la Amazonía.
La CEAMA, que como recordó Mons. Cabrejos es uno de los tres ejes actuales del CELAM, está en proceso de aprobación canónica por parte de la Curia Romana, un proceso que se está llevando a cabo poco a poco, insiste el cardenal, pues “se trata de poner las bases canónicas de una nueva realidad en la Iglesia, que exige mucho estudio y atención, porque es una realidad nueva”. No podemos olvidar, como recuerda el presidente de la CEAMA que “lo que resulte de esto será una base para otras conferencias similares en la Iglesia universal, lo cual es un punto importante”.
La CEAMA ya tiene su secretario ejecutivo, el jesuita colombiano Alfredo Ferro, que tendrá su sede en la sede del CELAM, al cual la CEAMA está vinculada orgánicamente. Poco a poco, se va construyendo el plan pastoral para la aplicación del Sínodo en el territorio. En ese sentido, el cardenal Hummes insistía en que “debemos soñar con una Iglesia indígena, no sólo indigenista, que sería una Iglesia donde son los indígenas los que tienen sus propios obispos, sacerdotes, diáconos, ministros instituidos, una Iglesia que es misionera con respecto a otros indígenas que no están evangelizados”.
Mauricio López, que hasta hace unas semanas fue secretario ejecutivo interino de la CEAMA, destacaba la importancia de que todas las instancias del CELAM se puedan acercar a la realidad de la CEAMA. En sus palabras destacaba que la importancia de participar en procesos presentes en la CEAMA, como son los aspectos de la ministerialidad, de los itinerarios. Al mismo tiempo, enfatizaba cómo es muy positivo el trabajo articulado y la acogida del CELAM a la CEAMA. También mostraba el apoyo de todos los centros del CELAM al caminar de la CEAMA, como fuente de vida y de nuevos caminos.
En el debate surgido posteriormente, se abordaron algunas cuestiones relacionadas con la CEAMA, como es el tema de la Universidad de la Amazonía, que en palabras del cardenal Hummes es “una universidad que trabaja con la gente y desde ahí construye el saber, una universidad diferenciada, dispuesta a escuchar y a construir los procesos juntos y no de arriba para abajo”.
La presentación de la realidad de los países, que el cardenal Rodríguez Maradiaga considera un enriquecimiento mutuo, se hizo a través de pequeños videos, donde un obispo de cada conferencia episcopal ha ayudado a entender la situación que está siendo vivida en todos los rincones del continente. Aunque han sido relatadas otras situaciones, lo más marcante en las intervenciones ha sido la pandemia del Covid-19 y cómo la Iglesia está respondiendo. Las iniciativas llevadas a cabo han sido muy semejantes, destacando las grandes muestras de solidaridad, sobre todo a través de Caritas, que, en palabras del presidente del CELAM, “muestran el rostro materno, misericordioso de la Iglesia”.
Em rueda de prensa, que se está celebrando todos los días al final de las sesiones de la asamblea, el cardenal Rodríguez Maradiaga reflexionaba sobre el Centro de Gestión del Conocimiento del CELAM, que el purpurado coordina. En ese sentido destacaba la importancia de la “capacidad de reflexión y conocimiento que podemos ofrecer a un mundo dominado por sistemas políticos y económicos que están fracasados”. Es necesario, en el caso de América Latina y el Caribe, “aportar la reflexión que brota desde nuestra tierra, desde nuestra identidad”, poniendo como ejemplo de eso la Universidad Católica de la Amazonía, una idea nacida del Sínodo y que ya ha dado sus primeros pasos.
El purpurado hondureño reflexionaba sobre la cultura del encuentro, algo necesario en una sociedad en la que vemos desencuentros, colocando el diálogo como instrumento que “nos da la oportunidad de discutir, pero como hermanos”. Por eso insistía en que “la cultura del encuentro tiene que ser promovida a todos los niveles en nuestra Iglesia”. Según el cardenal Rodríguez Maradiaga, la asamblea es una prueba de lo que se puede hacer cuando hay voluntad, es un signo positivo, afirmando que “la postpandemia no puede ser igual, hemos aprendido”. Finalmente agradecía a los comunicadores, “que nos dediquen tiempo”.
En la rueda de prensa también estuvo presente el padre David Jasso, que enfatizaba, al hilo de lo abordado en este tercer día de la 38ª Asamblea General del CELAM, cómo en este tiempo de pandemia, la Iglesia ha demostrado compasión y adaptabilidad, “hemos entendido que las pantallas no son muros, sino puentes”. El secretario general adjunto del CELAM destacaba el dinamismo de la Pastoral Social en este último año, “ver por aquel que no cuenta y que han sido los más afectados”, los más pobres e indefensos, en un cambio de época que ya venía, pero que se aceleró.
En referencia a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, afirmaba que avanza a paso firme, a pesar de saber que no todos tienen los recursos digitales para conectarse, para lo que se están buscando alternativas. En su opinión, “la asamblea es punto de llegada y de partida, un momento especial de gracia”, destacando la importancia de la oración. La pandemia nos ha mostrado, según el sacerdote mexicano, que “hay una resignificación de lo que somos y de lo que hacemos, no podemos establecer proyectos pastorales sin este contexto de la pandemia”. Por eso, coloca como retos el mostrar cercanía y solidaridad.