Más de 80 personas reunidas en Manaos de 19 a 22 de agosto Finaliza el V Encuentro de la Iglesia en la Amazonía brasileña con caminos comunes y compromisos concretos
“No se puede pensar en ministerios por falta de ministros ordenados, eso sería desviarlos de su sentido y fundamento”
Se ha conseguido llevar a cabo un discernimiento común en obediencia al Espíritu, en un proceso que tiene que llevar a una conversión permanente, en la pastoral, en las relaciones y en las estructuras, siempre al servicio de la vida, para asumir la misión de la Iglesia en la sinodalidad
Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica
La Iglesia de la Amazonía brasileña se ha empeñado en las últimas décadas en caminar juntos, en vivir esa sinodalidad que algunos erróneamente piensan que es un invento de Francisco. El V Encuentro de la Iglesia en la Amazonía brasileña, que reunió en Manaos más de 80 representantes de las 58 iglesias locales de la Amazonía brasileña, hizo memoria de ese camino, recordando las propuestas del Sínodo para la Amazonía y de los Encuentros de Santarém de 1972 y 2022.
Rito amazónico y ministerialidad
Una Iglesia que ha ido dando pasos, como es el Rito Amazónico, algo que se ha ido configurando a partir del deseo de una Iglesia con rostro amazónico, que ha acompañado la vida de la Iglesia en la región desde la llegada del Evangelio en el siglo XVI. Una Iglesia que apuesta en la ministerialidad, cuya práctica es una realidad en la Iglesia amazónica. Sabiendo que “no se puede pensar en ministerios sólo como mediación pastoral, son más que eso”, según la hermana Sonia Matos, que también insiste en que “no se puede pensar en ministerios por falta de ministros ordenados, eso sería desviarlos de su sentido y fundamento”, pues a partir del bautismo, los ministerios deben ser entendidos como caminos para encarnar el Evangelio y vivir la Iglesia.
En esa vivencia de la ministerialidad en la Amazonía, no se puede olvidar que “las mujeres son sujetos en parroquias y diócesis, con múltiples formas de servicio pastoral y ricas experiencias de ministerio”, lo que demanda ser reconocido de hecho y de derecho. Para ello, en una región en que la ministerialidad se construye sinodalmente, se hace necesario “una ministerialidad autóctona, pluriforme y multicultural, para encarnar el Evangelio”, para vivir la catolicidad con el rostro y el modo amazónicos, dejando de lado la tentación de la uniformidad y de la auto referencialidad, para convertirse en una comunidad ministerial, como forma de vivir y testimoniar el Reino, según la religiosa.
Políticas públicas en favor de los empobrecidos
Una Iglesia que mira para la sociedad y muestra sus “esperanzas y preocupaciones sobre las próximas elecciones municipales” del mes de octubre, esperando “la garantía de políticas públicas que atiendan prioritariamente a los empobrecidos”, que pide a los candidatos que “asuman un compromiso sin reservas con la defensa integral de la vida”, los derechos humanos y la casa común.
Una Iglesia que, en palabras del presidente de la Comisión Episcopal Especial para la Amazonía de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, Mons. Gilberto Pastana, debe estar marcada por la alegría, la certeza de que Dios está con ella, no tener miedo y acoger la gracia de Dios. Desde ahí se ha conseguido llevar a cabo un discernimiento común en obediencia al Espíritu, en un proceso que tiene que llevar a una conversión permanente, en la pastoral, en las relaciones y en las estructuras, siempre al servicio de la vida, para asumir la misión de la Iglesia en la sinodalidad.
Del Encuentro han surgido compromisos, estructurados en pasos, caminos y responsabilidades, que han sido divididos en seis caminos: Caminos de Formación; Caminos de Pastoral; Caminos de Participación de las Mujeres; Caminos de Cuidado de la Casa Común; Caminos de Corresponsabilidad y Sostenibilidad; Caminos de Caridad y Profecía.
COP 30
Para la Iglesia en la Amazonia, el cuidado de la Casa Común es una prioridad, de ahí su implicación en la COP30, que se celebrará en Belém en noviembre de 2025. La Iglesia en Brasil, cuyo tema para la Campaña de Fraternidad 2025 será la Ecología Integral, se está movilizando para la COP 30 y ha creado un equipo de coordinación, buscando “fortalecer el grado de influencia de la Iglesia en vista de la conversión ecológica y la transformación socioambiental del planeta, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia”. Durante la COP30, también está previsto el Jubileo de la Iglesia de la Amazonía, con diversas actividades propuestas para realizarse durante la COP.
Una Iglesia que, en palabras del obispo auxiliar de Brasilia y secretario general de la CNBB, Dom Ricardo Hoepers, tiene, por parte de la Iglesia de Brasil “una admiración por la perseverancia ante desafíos tan difíciles”. Por eso expresó su compromiso de compartir la realidad de la Iglesia en la Amazonia con el resto de la Iglesia brasileña. Esa Iglesia profética y comprometida con la defensa de la vida y de los pueblos que fue asumida por muchos obispos en las últimas décadas, entre ellos el obispo emérito de Xingú, Mons. Erwin Kräutler, que a sus 85 años acompañó el encuentro y dio la bendición final.
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