Ha pasado más de 20 días desde la imagen de Nochevieja, que de no ser por la publicidad gratuita que los de siempre se han encargado de hacerle a la presentadora de las campanadas, su “broma” habría pasado desapercibida. 

Ya lo decían las abuelas, no hay mayor desprecio que no hacer aprecio:  Si te ha molestado dejas de ver La 1 y el año que viene te acuerdas de ver las campanadas en otra cadena. 

He podido ver respuestas al gesto de esta mujer de todo signo y color. Con la mayoría no comulgo ni estoy de acuerdo, pero sí hay dos modelos de respuesta de los que me quiero hacer eco:

El primero es el que le recuerda a la presentadora de las campanadas que cualquier gesto de mofa que hubiese afectado aunque solo fuera tangencialmente a los habitantes de Gaza, de Ucrania, o de aquellas minorías que hoy siguen siendo exterminadas de forma calculada, seguramente ella misma las rechazaría de plano.  Pues sepa usted que por amor y devoción al Sagrado Corazón de Jesús están siendo violadas, torturadas y asesinadas millones de personas en el mundo cada año, ahora mismo. 

El genocidio silenciado de la comunidad cristiana en el mundo es el mayor de todos los genocidios que se llevan perpetrando desde hace décadas. 

Quiero pensar que desconocía este dato, quizá ahora que se lo damos pueda pedir disculpas, no a la Iglesia católica española conservadora y poco evangélica que le pone denuncias en el juzgado, no, me refiero a una disculpa a toda la comunidad cristiana del mundo a la que su gesto le haya podido resultar ofensivo porque se usa la iconografía de Alguien que para ellas y ellos es Sagrado Corazón. 

Permítame que le de algunos datos que le ayuden a comprender la dimensión de su “broma”: La libertad religiosa se viola en 61 de los 196 países registrados en el mundo. De ellos en al menos 40 países los cristianos y cristianas son secuestrados y asesinados. Son cerca de los 4.900 millones las personas que viven en países con violaciones graves o muy graves de la libertad religiosa. (Datos extraídos del Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2023 de ACN)

Sí, es cierto de todos ellos no todos son cristianos, hay hindúes, y de otras religiones que son perseguidos, pero la inmensa mayoría son cristianos, y muchos de ellos y de ellas devotos del Sagrado Corazón de Jesús y del Sagrado Corazón de María. 

A que ahora su vaquilla empieza a no ser tan graciosa. A que ahora hubiese sido mejor dejarla en el corral del Gran Prix, que es un magnífico programa con unos presentadores de calidad y altura mediática.

Para mí tampoco fue un gesto que la deba llevar a los tribunales, pero sí, ahora con estos datos que le doy a la reflexión. De usted tengo la esperanza de que pueda tener un gesto, de los directivos del ente público que pagamos todos no, su dios es el dinero y las cifras del estudio general de medios sobre las audiencias.

Y otra respuesta que se le dio es la que copio ahora literalmente y me ha llegado por Whatsapp 

<<Respecto a la lamentable retransmisión de las campanadas de La 1 donde la presentadora se burló de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, os comparto la carta de Ignacio del Rey, que me ha encantado:

*¡SI ELLA SUPIERA…!*

¡Si ella supiera que en ese Corazón vive el suyo!

No me enfada, me entristece. Me apena que intentando ser más libre solo acabe siendo todo lo contrario, esclava de sus palabras y presa de sus agravios. Una pena que la televisión pública de todos disfrace de progreso la exclusión del sentir religioso de muchos. Yo quiero la igualdad, sin duda, pero me encantaría sentirme dentro de ella. La peor de las bromas es la aberrante moda de abanderar la tolerancia a golpe de burla.

Si ella supiera que ese Sagrado Corazón la ha perdonado antes de que abra la boca… 

Si ella supiera que ese Sagrado Corazón almacena cada una de sus heridas dispuesto a sanarlas… 

Si ella supiera que ese Sagrado Corazón late amándola… 

Si ella supiera que ese Sagrado Corazón la esperará hasta el final sin pedir cuentas de nada… 

Si ella supiera que en el bombeo de ese Sagrado Corazón vive un Hombre que la quiere como nadie la ha querido…

Lo sé, seguramente los cristianos no seamos lo que ella espera. Habrá olvidado que la Iglesia no es un museo de santos sino un hospital de pecadores. Eso sí, vivimos luchando porque nuestro corazón se parezca más al de Aquel que abraza sus mofas y su escarnio con su mirada de ternura infinita. 

Solo podemos pedir que el Sagrado Corazón de Jesús ablande el suyo. Será más feliz y más libre respetando al otro que atrincherándose en el recurso mísero de la ridiculización y el desprecio. ¡Tras su puerta, sin un solo reproche, estará el Señor del Corazón grande y las manos abiertas deseando abrazarla!>>

y esto es todo lo que yo quisiera hacerle llegar a ella y a sus palmeros. 

Atentamente un espectador que ha perdido la 1 de TVE, aunque reconozco siempre he sido más de radio, tampoco ha cambiado mucho mis hábitos.