El pueblo paraguayo está convocado a las urnas el próximo 30 de abril para participar de las elecciones generales. La Conferencia Episcopal Paraguaya ha lanzado este 18 de abril un mensaje en el que “apela a la conciencia de cada elector, en especial a los cristianos”, invitando a través de 10 propuestas a posicionarse ante las elecciones.

Compromiso con el sistema democrático

El mensaje comienza llamando a la responsabilidad, que definen como “compromiso con el sistema democrático”, llamando a los ciudadanos a cumplir con el deber y derecho de votar libre y conscientemente. Los obispos piden a los ciudadanos que no vendan el voto, algo que es “contrario a la ley y a la moral; corrompe tu integridad y vivía el sistema”, y junto con ello la administración de todo un país. Al mismo tiempo exigen que nadie compre votos, “una práctica ilegal y delictiva”, insistiendo en que “un gobierno limpio inicia con elecciones limpias”.

Otro pedido de los obispos paraguayos es no asociarse con ninguna forma de fraude electoral, llamando a poner fin a la trampa, la maquinación, la manipulación, la falsificación y la codicia del poder sin escrúpulos. Todo ello en vista de elegir candidatos que cada uno conoce y respeta por su trayectoria y rectitud de vida, candidatos que “han mostrado compromiso con el bien de la comunidad”, en busca de “lograr el desarrollo del país al servicio de la promoción humana integral”.

Voto expresión de la voluntad de todo un pueblo

El episcopado paraguayo pide respetar “las normas electorales y la paz durante los comicios”, eso en vista de “la transparencia, la integridad, la seguridad y el desarrollo ordenado del acto cívico”, que contribuya a “la legitimidad de los resultados y a sentar las bases para el diálogo y la paz social”. Se recuerda en el mensaje que el voto “es la expresión de la voluntad de todo un pueblo”, comprometiendo a cumplir las promesas.

El mensaje llama a ser “un ciudadano integral y no meramente electoral”, que se concreta en la participación ciudadana. A los cristianos se les invita a ser ciudadanos del Reino de Dios, de la justicia, la verdad, la paz y el amor. Eso debe llevar a hacer un discernimiento para elegir a los dirigentes del país. Para todo ello se llama finalmente a rezar y colaborar para una jornada electoral en “un ambiente de respeto, de fraternidad y de fiesta cívica”.