El Documento de Síntesis tendrá 40 páginas, informa la Santa Sede Nora Kofognotera Nonterah: “Una Iglesia sinodal tiene que estar preparada para sentarse junto a las mujeres laicas del Sur del Mundo”

Nora Kofognotera Nonterah
Nora Kofognotera Nonterah

La sinodalidad es “el mejor modo para vivir Iglesia y puede proporcionar un testimonio auténtico del Evangelio”

“Descubrir con mayor profundidad aquello que estamos llamados a hacer, a comprender la voluntad del soplo del Espíritu”

“Un momento para captar lo bello, para descubrir la riqueza, la belleza del otro. En estos días cosechamos mucha belleza en aras de un sueño, la Iglesia de mañana, que no la concibe uno sólo”

Importancia de fomentar durante el periodo hasta la segunda sesión de una mayor participación para crecer como Iglesia, insistiendo en que hay que escuchar a los sacerdotes

En medio de dos cardenales y un obispo, la fuerza profética del briefing de este 25 de octubre vino de la voz de una laica, Nora Kofognotera Nonterah, una de las dos laicas africanas presentes en la Asamblea Sinodal, y una de las pocas teólogas laicas africanas. Eso en un día en que la Asamblea Sinodal recibió la Carta al Pueblo de Dios, que relata la experiencia vivida, y el Documento de Síntesis, un texto de 40 páginas, que será estudiado y debatido personalmente y en los círculos menores en los próximos días hasta ser votado el próximo sábado.

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Un encuentro de la diversidad

La teóloga laica africana, que ve en el actual Sínodo “una gran fuente de inspiración”, un espacio de “encuentro de la diversidad, un momento de relación con personas, culturas, tradiciones diferentes, un encuentro con el Espíritu Santo”, destacando que “Se pueden tener conversaciones muy profundas con personas que tienen experiencias diferentes”, resaltando el hecho de que personas diferentes “se sienten alrededor de una misma mesa porque quieren hablar de cuestiones que son importantes para todos”.

La teóloga enfatizó que “me sentí muy escuchada como laica, como mujer y como africana”. Eso en una Iglesia que “lamentablemente no ha sabido transmitir la voz única del soplo de Dios, que ha sabido enriquecerse de la sabiduría que procede de los laicos, de los religiosos de África”. En su primera participación en un Sínodo, dijo haber llegado con esperanza, alegría, quejas que le habían llegado en su país, “pero también con resiliencia, con la resiliencia de las mujeres africanas, de los laicos y de toda la Iglesia en su conjunto”, que denunció que “en algunos casos la Iglesia no consigue sentarse en la mesa en la que se hablan temas muy importantes a partir de experiencias existenciales”.

Rueda de prensa 25 octubre

Mujeres que enseñan a la Iglesia a ser Madre para todos

Frente a ello, insistió en que “una Iglesia sinodal tiene que estar preparada para sentarse junto a las mujeres, sobre todo junto a las mujeres laicas que proceden del Sur del Mundo, para aprender como renovar el pensamiento de la Iglesia, un pensamiento orientado hacia el Espíritu Santo, que nos proporciona una abundancia de vida para todos”. En sus palabras, inspirada en el rol maternal de María, dijo que “las mujeres africanas pueden enseñar a la Iglesia como ser una madre para todos”.

Desde ahí definió la sinodalidad como “el mejor modo para vivir Iglesia y puede proporcionar un testimonio auténtico del Evangelio”. Para ello destacó la importancia de la conversación en el Espíritu que “nos invita siempre a celebrar nuestras diferencias, no a esconderlas, es importante reconocerlas”. Igualmente llamó a promover la participación de los laicos en los distintos ámbitos de la Teología, una práctica en una Iglesia sinodal, que ayude a vertebrar una Iglesia mejor a partir del Bautismo y así crear una conciencia de la corresponsabilidad, que considera base de la sinodalidad.

Rueda de prensa 25 octub

Dejar a las mujeres contribuir en los procesos de decisión

Con relación a las mujeres en África, enfatizó que son ellas quienes construyen, constituyen el punto de fuerza de la misión de la Iglesia a través de las muchas actividades que llevan a cabo en todos los niveles de Iglesia, afirmando que “cuando las mujeres participen más en los procesos de toma de decisiones en el marco de la Iglesia será posible enriquecer la Iglesia con sus contribuciones”, algo iniciado por el Papa Francisco.

Desde ahí dijo tener esperanza en que “la sinodalidad nos pueda ayudar a descubrir la necesidad del rol de las mujeres en la gobernanza y en las estructuras de toma de decisiones en la Iglesia en todos los niveles”. Igualmente destacó la necesidad de dar prioridad a la educación de las mujeres y de los jóvenes en el continente africano, insistiendo en la importancia de reconocer la importancia de las mujeres.

Un ser Iglesia sinodal que considera uno de los métodos más eficaces para ayudar en la prevención de los abusos, dado que, ante el miedo de los niños a hablar, la sinodalidad puede ayudar a que las familias practiquen la escucha, de forma que los hijos se den cuenta de la importancia de hablar de forma libre en familia, sin temor, en iglesias domésticas sinodales.

Comprender la voluntad del soplo del Espíritu

El cardenal Prevost, prefecto del Dicasterio de los Obispos, subrayó la contribución de San Agustín, relatando elementos presentes en el pensamiento agustiniano con relación a la sinodalidad. Una experiencia de sinodalidad que vivió como obispo en Chiclayo, con asambleas con un espíritu sinodal para promover la vida de la Iglesia que ve muy presente en América Latina. En el proceso sinodal destacó la importancia de escuchar a todos, de la conversación espiritual, que ayuda a “descubrir con mayor profundidad aquello que estamos llamados a hacer, a comprender la voluntad del soplo del Espíritu”, lo que enseña a confiar más en Dios, a trabajar juntos y juntas, a rastrear soluciones para responder a las necesidades del mundo de hoy.

Una sinodalidad que está cada vez más presente en la elección de los obispos, siendo escuchadas las religiosas y el laicado en las consultas, con la presencia de religiosas y una laica entre los miembros del Dicasterio de los Obispos, señaló el prefecto. Una Asamblea Sinodal en la que hay diferentes opiniones, pero no divisiones, hay perspectivas diferentes que arrojan luz en la comunidad, no hubo divisiones, algo importante dada la gran diversidad de procedencias.

Rueda de Prensa 250

Necesidad de una mayor participación

En Centroáfrica, un país marcado por la guerra, el cardenal Dieudonn Nzapalainga destacó la unión de todo en busca de la paz. Con relación al Sínodo lo definió como “un momento importante en que creamos un silencio dentro de nosotros y escuchamos a los demás para que el Espíritu pueda hablarnos. Un momento para captar lo bello, para descubrir la riqueza, la belleza del otro. En estos días cosechamos mucha belleza en aras de un sueño, la Iglesia de mañana, que no la concibe uno sólo”.

Por su parte, Mons. Timothy Broglio, presidente de la Conferencia de los Obispos de los Estados Unidos, donde el Papa Francisco y la sinodalidad no encuentran muchos aliados, dijo haber aprendido en la Asamblea Sinodal, las maneras en que la fe se vive alrededor del mundo, las diversas experiencias de Iglesia, poniendo la escucha como la clave, hasta el punto de señalar que “si escucháramos más podríamos tener un mundo más respetuoso”. El arzobispo militar reflexionó sobre el hecho de que menos del uno por ciento de los católicos de todo el mundo haya participado del proceso de escucha, señalando la importancia de fomentar durante el periodo hasta la segunda sesión de una mayor participación para crecer como Iglesia, insistiendo en que hay que escuchar a los sacerdotes.

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