Comentario al Evangelio del 32º Domingo del Tiempo Ordinario Ojea: “La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento”
“Pironio reflejaba en su rostro siempre está alegría de vivir; en cada encuentro con cada uno de nosotros era como un celebrar la vida"
“Podamos cuidar siempre nuestra vida, amarla, entregarla y esperarla para que sea verdaderamente plena; y que esta beatificación del cardenal Pironio nos traiga un verdadero renacimiento de la esperanza en nuestra Patria”
Luis Miguel Modino, enviado especial al Sínodo de la Sinodalidad
Recordando que “hemos tenido esta semana, como Iglesia Argentina, la gran noticia de la beatificación del Cardenal Pironio”, ha empezado su comentario al Evangelio del trigésimo segundo domingo del Tiempo Ordinario Mons. Oscar Ojea. El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina ha dicho que “él ha marcado mi vida de un modo especial”, queriendo “decir dos palabras este domingo con respecto a esta persona que me recibió en el Seminario y me enseñó tantas cosas”.
Amar la vida
El obispo de San Isidro recordó las palabras de Pironio en su testamento espiritual, donde habla de la vida, dándole gracias al Señor por la vida. Recordando donde dice, al comienzo del testamento: “Qué hermoso que es vivir”, y junto con ello que “La vida, la amo, la entrego y la espero. La amo, la amo porque es hermosa, porque es el gran don de Dios”, Ojea recordó que “Pironio reflejaba en su rostro siempre está alegría de vivir; en cada encuentro con cada uno de nosotros era como un celebrar la vida,´La amo´, amar la vida”.
El prelado argentino profundizó en segundo lugar, recordando el testamento de Pironio, diciendo que“la entrego”, donde ve que “la vida tiene sentido si se gasta”, palabras colocadas en Aparecida. Desde ahí, Ojea señaló que “la vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y es justamente la fe lo que nos saca del aislamiento y nos permite entregar la vida, gastar la vida por los demás nos permite encontrar el sentido. Justamente si no se gasta no sirve, es para gastar, por eso es correr todos los riesgos; si no hay riesgo no hay vida, entonces Pironio sabía esto a fondo; la vida estaba para entregarla, para darla”.
Un hombre de esperanza
En tercer lugar, “la espero”, algo que para Ojea “es el Evangelio”. Desde ahí insistió en que “eso es algo que corresponde a este Evangelio de las jóvenes vírgenes de este domingo; las vírgenes que esperan al Señor que tienen sus lámparas encendidas”. En ese sentido, insistió en que “la vida no es completa, no es plena; sabemos que falta; sabemos que hay sufrimiento, que hay dolor, que hay pruebas, pero frente a eso la esperanza”. Algo que le llevó a decir que el Cardenal era verdaderamente un hombre de esperanza, un hombre que aceptaba las tensiones, pero decía que detrás de las tensiones estaba siempre la esperanza”.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina animó finalmente a que “podamos cuidar siempre nuestra vida, amarla, entregarla y esperarla para que sea verdaderamente plena; y que esta beatificación del cardenal Pironio nos traiga un verdadero renacimiento de la esperanza en nuestra Patria”.